Medellín
Alias Manolo murió a nueve días de conocer importante decisión por la presunta violación de 14 niños en Medellín
Ismael Darío Lopera Tangarife falleció en la cárcel de Valledupar mientras esperaba los argumentos del Juzgado Séptimo Penal del circuito de Medellín.
Este 2 de septiembre, se confirmó la muerte de alias Manolo en la cárcel de Valledupar, señalado de abusar sexualmente a 14 menores de edad en un jardín infantil de la ciudad Medellín. Él y sus presuntas víctimas estaban contando las horas para conocer una importante decisión en medio del escandaloso proceso legal que enfrentó desde 2021.
Ismael Darío Lopera Tangarife fue privado de la libertad cuando los padres de familia de un jardín advirtieron que sus pequeños habrían sido víctimas de supuestas agresiones por parte del auxiliar de nutrición. Tras recopilar las pruebas, la Fiscalía lo señaló de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años y actos sexuales abusivos.
En su momento, el jefe del ente acusador, Francisco Barbosa, advirtió que la traumática situación iba a encontrar justicia: “Para la Fiscalía, la vida y los derechos de las niñas, niños y adolescentes son una prioridad, por eso colocamos toda nuestra capacidad para su defensa y el esclarecimiento de los hechos delictivos que los afecten”.
Tras varios meses de estudio, este 11 de septiembre, el Juzgado Séptimo Penal del circuito de Medellín iba a revelar el sentido del fallo. Mientras los denunciantes sospechaban que iba a ser condenatorio, el abogado de alias Manolo, Alberto Álvarez, daba cuenta de que la justicia les daría la razón a sus argumentos y lo dejaría en libertad.
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Sin embargo, la muerte apareció en el camino. El Inpec informó que la defunción de Ismael Darío Lopera habría sido natural y, confiando en esa tesis, su defensa culpó al nerviosismo que le generaba la espera de la decisión del juez: “Muy seguramente, falleció por el estrés en que se encontraba ya que el próximo 11 de septiembre emitía sentido del fallo”.
En un reporte conocido por SEMANA, se indicó que alias Manolo se desplomó mientras veía televisión en la mañana del sábado y un médico confirmó el deceso: “Certifica la no existencia de signos de violencia (rigidez cadáver, sin pulso con equimosis generalizada). Quedamos a la espera de levantamiento de cadáver por la autoridad de turno”.
Cuando la indignación por el abuso de varios niños en un jardín infantil de Medellín estaba en su punto más alto, la Fiscalía logró documentar, con análisis de psicología forense, que seis niños, efectivamente, fueron víctimas de abuso sexual y el responsable sería el hombre encargado de los alimentos en esa institución educativa, alias Manolo.
Después de su captura y judicialización, SEMANA obtuvo el escrito de acusación. El documento resulta escalofriante con respecto al relato de los hechos, contado por los niños víctimas de los abusos. El ente de acusación incluyó los nombres de los menores en el texto y de qué manera fueron víctimas de abuso por el supuesto hombre.
Cada párrafo se convierte en un terrible relato que resulta casi imposible de explicar y del que surge una perpleja duda: ¿cómo niños entre uno y cinco años de edad terminaron en las garras de un supuesto abusador y por tanto tiempo? Con su muerte, las dudas se quedarían sin resolver, aunque se confía que el caso se cierre con un esclarecimiento.
Uno de los relatos que transcribió la Fiscalía, y que presentó ante el juez de la República, es escandaloso, doloroso y escalofriante: “Cuando la profesora las castigaba a ella y a su hermanita, las dejaba solas en un cuarto del tercer piso y Maelo (Manolo) se les acercaba y les tocaba senos, nalga, vagina, y les metía la mano por debajo de la ropa”.