Antioquia
Así fue la liberación de Cristopher Quintana, el niño de 7 años secuestrado por el Clan del Golfo en Antioquia
Los principales sospechosos del secuestro son los miembros de la subestructura ‘suroeste’ de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
La Policía Nacional entregó detalles de la liberación de Cristopher Quintana, el pequeño de siete años que fue secuestrado este martes por supuestos integrantes del Clan del Golfo en Antioquia.
Pasadas las ocho de la mañana de este miércoles, sujetos desconocidos arribaron con el niño hasta el municipio de Urrao y se lo entregaron a una mujer, quien se encargó de alertar sobre su aparición.
Así lo informó el coronel Carlos Andrés Martínez, comandante de esta institución en el departamento:
“Llegan a una casa de una vecina que conoce a una hermanastra que tiene Cristopher. Lo recibe la señora y ella, inmediatamente, llama a la hermanastra que, en ese momento, se encontraba con la Policía”, afirmó el oficial.
En ese instante inició el restablecimiento de derechos por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). En medio de las primeras conversaciones, el menor relató que pasó la noche en una finca y pudo dormir.
Sus condiciones de salud son óptimas y recibe apoyo sicológico junto a dos parientes cercanos. En la tarde de este 6 de septiembre recibirá la visita del gobernador Aníbal Gaviria y altos mandos militares.
El mandatario contó que el secuestro de Cristopher se presentó en la zona rural de Betulia cuando acompañaba a un tío a una reunión con supuestos integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Al parecer, el pariente fue asesinado y los ilegales reclutaron al niño: “Mataron a mi tío, mataron a mi tío”, gritó en medio de la tragedia que conmueve el corazón de los colombianos.
Gaviria reveló que el fallecido fue su figura paterna y asumió su crianza, dado que la mamá también murió de manera violenta y no hay rastro de su papá.
Ahora bien, él cree que su liberación fue producto de las labores de la fuerza pública y el repudio generalizado del secuestro de una gran cantidad de ciudadanos:
“Fruto de la presión ejercida por la fuerza pública y el rechazo ciudadano, fue liberado Cristopher. Su condición preliminar es positiva y tiene apoyo psicológico, él y su familia”, escribió en las redes sociales.
Los esfuerzos de la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía estarán concentrados en dar con el paradero de los responsables del homicidio del adulto y los captores del niño.
El robo de niños en Colombia se disparó: las cifras son alarmantes
SEMANA revisó las investigaciones que está llevando la Fiscalía General de la Nación por delitos relacionados que afectan a menores. Desde 2019 hasta julio de 2023, hay 65 casos de desaparición forzada y se investigan 50 casos de niños secuestrados, de los cuales siete fueron extorsivos, 43 fueron secuestros simples, que quizás son más crueles porque, después de arrebatar, retener y ocultar al pequeño, el secuestrador no busca contacto con los familiares. Muchos de esos casos luego son reportados como desapariciones forzadas.
El rapto, secuestro y desaparición forzada de menores no es un juego, en los últimos cuatro años y medio, al menos 1.136 menores de edad habrían sido víctimas de estos delitos en toda Colombia, según cifras de la Fiscalía. Esos son datos reportados en las noticias criminales que reposan en el Sistema Penal Oral y Acusatorio (SPOA).
Según información de las autoridades, los raptos que se presentan en bebés de 0 a 4 meses de edad suelen darse por cuenta de mujeres que fingieron algún embarazo para retener a sus parejas y estar con ellas. Toman menores ajenos para lograr su cometido. Los secuestros de niños de 6 meses a 4 años suelen estar motivados por dinero, algunos son sacados del país para ser vendidos.
Otro grupo de niños víctimas están entre los 9 y los 12 años, suelen ser niñas que caen en las garras de hombres que se las llevan para sostener relaciones sexuales. Los especialistas de psicología infantil invitan a los padres a realizar juegos de roles en los que les expliquen a los niños los peligros que pueden correr si no desconfían de personas mayores, esa técnica funciona mejor que los regaños.