Antioquia
Así robaron el cadáver de peligroso narco ecuatoriano sepultado en Envigado
El hombre fue identificado como Junior Alexander Roldán Paredes y era buscado en todo el continente.
Las autoridades judiciales están investigando la supuesta exhumación irregular del cadáver de un peligroso narco ecuatoriano que había sido sepultado en un cementerio del municipio de Envigado, luego de morir violentamente en el suroeste antioqueño.
Se trata del cuerpo de Junior Alexander Roldán Paredes, conocido con el alias de JR. En su momento, fue señalado por las autoridades del vecino país como uno de los cabecillas de la organización delincuencial Los Águilas y cercano al grupo Los Choneros.
El reporte de los investigadores, conocido por SEMANA, reseñó que uno de los trabajadores del cementerio llegó a laborar a tempranas horas y encontró abierta una de las puertas principales. De inmediato, encendió las alarmas e inició la inspección.
Uno de los sacerdotes que administra el campo santo entró al pabellón 18 y halló anomalías: en la bóveda 30 no estaba el cadáver que habían exhumado. La Fiscalía General de la Nación y agentes especiales de la Policía Nacional asumieron las investigaciones.
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Alias JR fue asesinado el pasado 6 de mayo en la zona rural de Fredonia con un impacto de bala y no hay responsables a la vista, aunque se sospecha de un ajuste de cuentas. El 18 del mismo mes, fue sepultado en el cementerio del sur del Valle de Aburrá.
El Ministerio del Interior ecuatoriano informó que el cabecilla había salido de la cárcel el 14 de febrero de 2023 tras recibir un beneficio judicial. El 23 de marzo “fue declarado prófugo de la justicia por incumplir la medida de uso del dispositivo de vigilancia electrónica”.
Las autoridades emitieron una orden de captura para ubicarlo en Suramérica con el apoyo de Interpol. Desde Colombia se confirmó su muerte: “Luego de un cotejamiento necrodactilar y otras evidencias físicas, un funcionario ratificó la identidad de alias Junior”.
Los lujos del capo australiano detenido en Medellín: mansión, polígono y cuarto de pánico
Moreed Noor aterrizó en Medellín en 2018 proveniente de Australia y, durante seis años, edificó una vida de multimillonario que llamó la atención de las autoridades. Cuando se les puso la lupa a sus finanzas, quedó al descubierto una supuesta red ilegal.
Al parecer, con el lavado de activos y concierto para delinquir, multiplicó la economía del hogar que construyó con una ciudadana colombiana y alcanzó a favorecer a sus allegados, quienes formalizaron varias empresas para darle apariencia legal a la plata.
Una vez la Fiscalía recopiló el material probatorio para judicializarlo por los presuntos delitos, los investigadores inspeccionaron la residencia que el capo adquirió en un exclusivo sector de la ciudad y se llevaron una gran sorpresa por las excentricidades.
El extranjero tenía un ascensor, piscina, polígono y un cuarto de pánico. También 70.000 dólares americanos, 398 millones de pesos y 4.055 dólares australianos. Paralelamente, celulares, discos duros y computadores con documentos valiosos.
En la lista de sus bienes aparecen tres sociedades, una embarcación, tres residencias y automotores, once de ellos son vehículos de alta gama y maquinaria amarilla. Todo esto fue avaluado por las autoridades, preliminarmente, en 3.700 millones de pesos.
Mientras avanzan las investigaciones en contra de alias Robin, como distinguirían al australiano, las propiedades serán administradas por la Sociedad de Activos Especiales y el Fondo Especial de la Fiscalía, tal como lo indican sus competencias.
Junto a Noor, deberán responder por los supuestos delitos de lavado de activos y concierto para delinquir cuatro personas más: Brissa Daniela Trejos (su compañera sentimental), María del Pilar Vélez, Hernán de Jesús Pulgarín y Paula Andrea Restrepo.