Medellín
Asonada en el estadio Atanasio Girardot dejó a 89 personas heridas; este es el reporte de la Alcaldía de Medellín
La Alcaldía de Daniel Quintero culpó a las directivas de Atlético Nacional por la emergencia.
La Alcaldía de Medellín informó que 89 personas fueron atendidas por los organismos de socorro en medio de la asonada que protagonizaron las barras bravas de Atlético Nacional este 16 de abril. Al menos 30 miembros de la Policía están en la lista de afectados.
De acuerdo con los datos recopilados por la misma administración, los actos de violencia se desataron por las inconformidades que hay entre algunos fanáticos con las directivas del club. Desde el viernes 14 de abril se anticipó el turbulento escenario.
Aunque algunos funcionarios trataron de apagar las llamas entre las partes, los esfuerzos fueron insuficientes y los seguidores tomaron las vías de hecho: atacaron a los miembros de la fuerza pública y destrozaron los elementos que se encontraron en el camino.
Una vez las personas pretendieron ingresar a la cancha y se abalanzaron sobre los uniformados, el Escuadrón Móvil Antidisturbios ―rebautizado como Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden― lanzó gases lacrimógenos para retomar el control.
En ese momento tomó fuerza el caos. La escena quedó registrada en múltiples videos que fueron colgados en las redes sociales donde se observa a los fans acorralar a los policías, mientras el resto de los asistentes maniobran para esquivar los golpes y químicos.
Las autoridades cancelaron el encuentro deportivo entre Nacional y América. También se pidió evacuar de inmediato el estadio Atanasio Girardot. En menos de quince minutos las graderías quedaron vacías y el malestar de los cientos de hinchas se trasladó a internet.
El alcalde encargado de Medellín, Óscar Hurtado, notificó que 89 personas llegaron a los puntos de atención que los organismos de socorro instalaron en la unidad para mitigar las lesiones. Cerca de 30 heridos eran miembros de la Policía Metropolitana del Aburrá.
“Las autoridades, como Cruz Roja, DAGRD y Secretaría de Salud nos reportan que atendieron en sus puestos a 89 personas. Más o menos unos treinta policiales y más de cincuenta ciudadanos. De ellos, solo se trasladaron a cuatro a los hospitales”, manifestó.
El resto de los afectados recibieron atención en las instalaciones del estadio. En su mayoría, presentaron contusiones, efecto de los gases químicos y pánico. El informe de la administración distrital reseñó que ninguna de las heridas fue de consideración.
Por otro lado, los daños materiales son motivo de análisis. De momento, se tiene certeza de que 17 cámaras de seguridad fueron alteradas. El Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (Inder) está avanzando en la evaluación de los estragos este lunes 17 de abril.
Mientras que la Alcaldía no da su brazo a torcer frente a las supuestas responsabilidades que habría tenido el club en la asonada. El encargado de distribuir las culpas públicamente fue el secretario de Gobierno, Juan Pablo Ramírez, quien afirmó que los líderes del equipo de fútbol tendrían que asumir los estragos que causó la asonada en los policías y fanáticos que resultaron heridos.
El comentario lo hizo en una transmisión de Win Sports y desató la molestia en las redes sociales. El funcionario empezó diciendo que “queremos que quede claro y se establezca la responsabilidad de los directivos de Nacional en las lesiones de policías [y] jóvenes”.
Luego presentó las razones por las que los protagonistas arremetieron violentamente contra las autoridades: “Por la renuencia a escuchar a la hinchada y a las fuerzas vivas del equipo, estas responsabilidades deben ser establecidas esta semana”, agregó Ramírez.
Esas palabras cayeron como una bomba en la opinión pública. En las redes sociales criticaron su posición y le pidieron explicaciones. Luego el alcalde Daniel Quintero, quien está fuera del país y dejó en encargo a la administración, respaldaría esa posición.
Desde Centroamérica, el mandatario escribió en Twitter: “No vamos a tolerar la violencia. Me toca poner hasta 800 policías por cada partido. No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas”.