Aterrador hallazgo en Medellín: cadáver apareció amarrado de pies y manos en una quebrada

Las autoridades abrieron una investigación para esclarecer la muerte de un hombre de 59 años que ofrecía servicios de transporte por medio de aplicaciones digitales en las calles de Medellín. Al parecer, detrás habría un macabro crimen que se trata de descifrar.

Una llamada telefónica le advirtió a la Policía Nacional sobre la presencia de un cuerpo sin vida al interior de la quebrada El Hato, en el corregimiento de San Cristóbal este jueves. Se trataba del señor Héctor Luis Gómez Cardona, quien estaba reducido con una cuerda.

Al parecer, sus atacantes lo amarraron de pies y manos para lanzarlo al agua con una herida que daría cuenta de una posible muerte violenta, pero el Instituto Nacional de Medicina Legal tiene la obligación de determinar las causas exactas de la emergencia.

Más allá de la conclusión científica, sobre la mesa hay varios elementos que podrían explicar la situación. Personas allegadas a la víctima describieron que, horas antes de desaparecer, había protagonizado un accidente de tránsito en la capital de Antioquia.

Él le envió un mensaje a su hijo relatando el incidente. Supuestamente, todo se solucionó con el pago de 200.000 pesos. Una vez intercambiaron la comunicación, se perdió del radar. Aunque trataron de contactarlo, no respondió a las insistentes llamadas.

Otra de las dudas es que borró la foto que tenía en su perfil de WhatsApp. En medio de la incertidumbre, se advirtió sobre su pérdida. Cuando se recuperó el cadáver de la quebrada, los uniformados encontraron similitudes con las características del hombre.

Así lo confirmó el coronel Henry Bello, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá: “Allí recolectamos algunos elementos que son importantes. Estamos adelantando investigaciones para determinar las circunstancias de tiempo, modo y lugar”.

De momento, no se ha podido localizar el vehículo en el que se estaba movilizando Héctor Luis Gómez Cardona en la madrugada del jueves, pieza clave en el estudio que adelantan las autoridades judiciales de la subregión para armar el rompecabezas de su muerte.

Con base en el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia, durante el 23 de marzo, este fue el único homicidio que se registró en la capital de Antioquia. Así las cosas, en lo que va corrido de 2023, ya son 84 los asesinatos que han ocurrido.

Son varias las hipótesis que maneja la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional para explicar las causas de los crímenes. En todos los casos reportados, toma mayor fuerza la presunta intervención de las estructuras delincuenciales en la coordinación de muertes.

Hasta este jueves, 21 asesinatos tendrían relación con los grupos ilegales. Aunque hay otras asociaciones importantes que están siendo analizadas por las unidades del ente de acusación: hurtos, faltas de convivencia, violencia de género y violencia intrafamiliar.

Bajo esa lupa también está la muerte de Samuel Jaramillo Aguirre, un joven de 19 años, ocurrida en Medellín. Al parecer, él fue impactado con un arma de fuego cuando pretendía cometer un hurto en una zona comercial de la comuna de Laureles.

Los disparos los efectuó la persona a la que trataba de arrebatarle las pertenencias. En medio de la inspección técnica de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el agresor se puso a disposición para responder por el hecho y entregó la pistola que portaba.

De acuerdo con las primeras averiguaciones, él tenía el visto bueno para cargar el arma de fuego. Ahora se validarán las razones por las que acribilló al joven que alcanzó a llegar con vida a un servicio de urgencias del sector. Sin embargo, falleció por el compromiso de las lesiones.