Medellín
Bandas delincuenciales de Medellín estarían en tregua, esto es lo que se sabe del pacto
Las conversaciones para alcanzar el acuerdo empezaron en 2019 dentro de las cárceles del Valle de Aburrá.
El Instituto Popular de Capacitación (IPC) y la Corporación Sinergia dieron a conocer que en el Valle de Aburrá estaría activo un cese al fuego entre las organizaciones delincuenciales. Prueba de ello sería la disminución en la tasa de homicidios y otros delitos de alto impacto, junto a las acciones de las autoridades para reducir el riesgo.
El acuerdo se habría gestado desde el segundo semestre de 2019 en los pasillos de los establecimientos carcelarios de Medellín y puesto en marcha en las calles de las comunas. Sin embargo, en las últimas semanas se habría acogido con mayor respaldo como una supuesta muestra de disposición para transitar hacia la legalidad.
Por ejemplo, en los últimos días de agosto se mantuvo vigente una racha de seguridad que, en los tiempos recientes, no había estado en el radar de la administración del distrito: durante siete días no se presentaron muertes violentas en la ciudad. El buen tiempo terminó con homicidios asociados a ajuste de cuentas y faltas de convivencia.
Ambos grupos que analizan el conflicto urbano en esta región del país reconocen que entre las bandas ilegales hay disposición para subirse al bus del acogimiento que impulsa la oficina del alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, en todos los rincones de Colombia. Algunas organizaciones ilegales del Valle de Aburrá ya levantaron la mano.
Lo más leído
Los integrantes de la Oficina y los Pachelly enviaron un comunicado público al presidente Gustavo Petro, en el que muestran su voluntad para sumarse a la política de la ‘paz total’, con miras a cesar la violencia que han protagonizado en la capital de Antioquia y que han multiplicado en los últimos tiempos por otras regiones del departamento.
La Corporación Sinergia fue nombrada por algunos actores armados, como la interlocutora ante el Gobierno nacional en los primeros acercamientos, pero todavía no han sido reconocidas como tal. Los integrantes de este grupo tienen experiencia en el trámite de pactos de paz, así lo empezaron a hacer en 1995 en las calles del Valle de Aburrá.
Henry Holguín, vocero de este colectivo, afirmó que tiene información de que todas las organizaciones que delinquen en esta subregión tienen el objetivo de acogerse a la justicia en la medida en la que la Casa de Nariño abra las puertas del diálogo. Así lo han hecho saber los cabecillas que se mantienen en la clandestinidad y en las cárceles.
Con base en las estadísticas de la Fiscalía, en la capital de Antioquia hay 73 grupos delincuenciales comunes organizados y otros cinco grupos delincuenciales organizados, cuyo mando está más estructurado y el impacto es superior al primero. En la lista figuran Los Mesa y Los Triana, cuya expansión cobija a otros pueblos del departamento.
“En este momento hay una esperanza tan grande, que hemos notado que los líderes de todas estas estructuras están en una dinámica de procurar que se cese la violencia en nuestra ciudad. Se está tratando en lo más que se puede, pero sabemos que todavía no hay algo oficial”, señaló el defensor de los derechos humanos.
Mientras tanto, el Instituto Popular de Capacitación afirmó que sí hay una disposición entre los actores armados. Sin embargo, ellos tendrían condicionada su participación en el sometimiento a un marco jurídico que les resulte conveniente, a razón de que el actual no les habría gustado, por eso estarían a la expectativa de los nuevos pasos del Gobierno.
Recientemente, el alto comisionado para la paz estuvo en Medellín evaluando los procesos de paz que están caminando en la ciudad con miras a aportar a la ‘paz total’. Aunque no hubo mayores del encuentro, se dio a conocer que la iglesia católica y las organizaciones sociales tendrán protagonismo en las conversaciones.