Medellín
Comunidad de Medellín tomó justicia por mano propia y reprendió a presuntos ladrones
El alcalde Daniel Quintero mostró preocupación por los violentos hurtos.
Habitantes de la capital de Antioquia aplicaron su ley y castigaron a un grupo de personas que habrían tenido la intensión de robar. En casos aislados, dejaron a dos de ellos sin ropa y a los otros les quemaron la motocicleta que les estaba sirviendo para cometer el hurto.
Las escenas quedaron registradas en videos que toman fuerza en las redes sociales. Muchos ciudadanos han aplaudido la reacción de los ciudadanos, mientras que otros reprochan que hayan ejercido la justicia por mano propia, reemplazado a la autoridad.
En primer lugar, se acusó a una pareja de hombres de arrebatarle violentamente las pertenencias a alguien. Las personas que se dieron cuenta de la situación tomaron la decisión de abalanzarse sobre ellos para frenar el delito que estarían cometiendo.
Ambos recibieron fuertes golpes y, a modo sanción, les empezaron a quitar la ropa para que tuvieran un grado de vergüenza. En las imágenes captadas se les ve como Dios los trajo al mundo a un pie de la calle donde habrían protagonizado el supuesto robo.
Solo quedaron con los zapatos puestos y a un lado tenían lo demás, pero los testigos se rehusaban a entregarles las pertenencias. Ante el incidente, acudieron al sector las unidades de la Policía Nacional que pudieron evitar una tragedia y tomar el orden.
En segundo lugar, en las inmediaciones del barrio Conquistadores, fueron interceptados otros ‘dueños de lo ajeno’ mientras se movilizaban en una motocicleta que fue incinerada, al parecer, luego de protagonizar el supuesto delito. La emergencia quedó grabada.
Estos hechos se suman a la preocupación que hay en Medellín por los robos. Con base en los datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, en enero de 2023, se presentaron 2.049 denuncias.
Los delincuentes utilizan cuchillos, pistolas, escopolamina y objetos contundentes para quitarles las pertenencias a las personas. En siete oportunidades, el mismo número de habitantes perdieron la vida de manera violenta en medio de los supuestos hurtos.
En un solo día de enero se recibieron más de cincuenta alertas por estos delitos. Sin embargo, según la información de la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, se mantiene una reducción del 10 % en el robo a personas, el 27 % a carros y el 19 % a motos.
Este panorama fue expuesto por el alcalde Daniel Quintero Calle al presidente de la República, Gustavo Petro. Él le describió que la ciudad tiene cosas buenas como un freno a los homicidios, pero el dolor de cabeza es constante con los robos y le pidió refuerzos.
“Tenemos una obsesión por el tema de los robos, en especial cuando hay armas de fuego o cuchillos. Creemos que hay que reforzar en términos de Policía, en el gobierno de Duque nos quitaron 700 policías y queremos que nos los devuelvan”, comentó Quintero Calle.
También le sugirió la posibilidad de construir nuevos centros penitenciarios para poder judicializar efectivamente a los protagonistas de delitos en el territorio: “La necesidad de construir más cárceles y un proyecto que garantice penas ejemplarizantes”, concluyó.
Al parecer, esto se tramitaría en el legislativo con tres iniciativas. La primera, en la humanización de las penas carcelarias, procedimiento penal rápido con penas cortas y la construcción de cárceles con estándares sencillos, entre otros aspectos.
El otro, estipularía un mecanismo de financiación para construir centros de atención urbanos que funcionen como las Unidades de Reacción Inmediata (URI) o casas de justicia, dado que la oferta de la capital de Antioquia está colapsada por la demanda de detenidos.
Esto contaría con la bendición del Gobierno nacional y la administración distrital para mejorar las condiciones de seguridad.
Por otro lado, las redes sociales han registrado en las últimas horas varios incidentes que dan cuenta que la intolerancia está desbordada en las calles de la capital de Antioquia. Las personas están recurrieron a las acciones violentas para tomar justicia por mano propia.
En su mayoría, las emergencias que se reportan vinculan a conductores que con golpes e intimidaciones tratan de resolver las discusiones que se podrían tramitar de manera pacífica. Los usuarios advierten que estos comportamientos se están multiplicando.
Son varios los ejemplos que hoy toman fuerza para alertar sobre esta situación. El pasado 26 de diciembre dos hombres tuvieron una dificultad mientras se movilizaban en sus respectivos vehículos por una calle ubicada en el sur de la ciudad de Medellín.
Uno de los protagonistas fue un taxista que descendió del carro con un puñal en la mano y amenazó con lesionar a la persona que tenía al frente, un funcionario de una reconocida empresa de servicios públicos. Ambos resolvieron irse a los puños como solución.
La pelea tuvo lugar en una esquina que es regulada por un semáforo. La escena se extendió por varios minutos y, ante la demora, los demás conductores estaban impacientes. Con pitos y gritos les pidieron superar el altercado prontamente.
“Cálmese, cálmese ya”, dijo el ciudadano que captó con su celular el momento que ha sido reprochado ampliamente en internet. En la publicación el común denominador de las opiniones es una preocupación por el comportamiento de los actores viales.
Varios sugieren que las personas tomaron las calles de la ciudad como un cuadrilátero de boxeo. También piden un mayor control por parte de la Policía Nacional y la Secretaría de Seguridad para frenar estas acciones, al igual que promocionar la tolerancia en las vías.
Esos argumentos fueron justificados con más casos violentos. Uno de los que tuvo mayor fuerza fue el que se conoció el pasado 27 de diciembre: dos hombres se agredieron en plena vía pública del Aburrá, tras estar involucrados en un leve accidente de tránsito.
Uno de ellos sacó una varilla del automotor e intimidó al otro con golpearlo. De igual manera, con palabras de alto calibre acaloraron la discusión que tenía varios espectadores que, con base en las imágenes registradas, no mediaron entre los protagonistas.
La gota que revasó la copa ocurrió en las últimas horas. Un video registró el momento exacto en el que un taxista iba a ser de las suyas porque un conductor colisionó con su automotor. Con una botella de vidrio en mano trató de agredir a su contendor.
De acuerdo con la información que se publicó, el incidente tuvo lugar sobre la avenida 33, uno de los ejes viales más concurridos de la capital de Antioquia. A plena luz del día, el hombre que aparece en la pantalla amenazó con protagonizar una tragedia.
La víctima describió que la emergencia habría sido ocasionada por el mismo sujeto que soltó el volante sobre la calle y se levantó violentamente de la silla para reclamarle con una botella las razones por las que habría golpeado una parte de su automotor.
“Este señor frenó en seco en la 33 y tuve que esquivarlo”, empezó narrando el ciudadano en la cuenta de Twitter de Denuncias Antioquia. Pese a la maniobra que estaba desarrollando para mitigar el riesgo, alcanzó a pegarle a uno de los retrovisores.
Si bien no quedó en evidencia esa situación, esta persona agarró su celular para la situación que estaba a minutos de presenciar. El taxista le cerró el paso y tomó con su mano una botella de vidrio con la que, supuestamente, pretendía lesionarlo.
Él golpeó el embace sobre el asfalto en varias oportunidades, dejó el pico con el filo y lo intimidó con golpearlo. En un fragmento de la grabación se observa cómo trata de abrir la puerta del carro de la víctima con el presunto propósito de herirla por el accidente.
También se escucha cómo le pide que descendiera del vehículo. En repetidas ocasiones le dice que se baje y justifica su actuación con que él fue quien lo chocó. Mientras tanto, la persona estaba temerosa dentro del carro insistiendo con el pito para llamar la atención.