Condenan a mujer que grabó videos sexuales de sus hijas para venderlos en Medellín

Dos niñas fueron las protagonistas de varios videos sexuales que fueron comercializados en Medellín. La Fiscalía pudo establecer que la progenitora las obligó a pararse al frente de una cámara para registrar las escenas que terminaron en las manos de un extranjero.

En el momento en que ocurrieron los hechos, las menores tenían entre 11 y 14 años. Una investigación adelantada entre los años 2020 y 2021 puso en evidencia la espeluznante situación donde la madre recibió dinero a cambio de las imágenes de sus pequeñas.

“Una mujer de 34 años grababa contenidos pornográficos con sus hijas, que luego vendía a un abogado mexicano que visitaba con frecuencia el país”, así lo determinó la investigación del ente de acusación, la Policía Nacional y una agencia especial de Estados Unidos.

Una vez se recolectó el material probatorio para asegurar las irregularidades cometidas por los dos implicados ante un juez de la república, se tomó la decisión de capturarlos el pasado 6 de diciembre de 2022 para que les hicieran frente a los señalamientos.

En medio del trámite, el juzgado sentenció a la progenitora a 18 años de prisión en un centro carcelario de Antioquia por los delitos de proxenetismo con menores de edad agravado, actos sexuales agravados y pornografía con persona menor de 18 años agravada.

Mientras que el ciudadano extranjero de 62 años, identificado como Héctor Ramón Rocher Salas, estará privado de la libertad durante diez años por las faltas de acto sexuales con menores agravado y pornografía con personas menores de 18 años agravada.

Él también deberá pagar una multa de 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes y está a la espera de conocer el lugar donde deberá permanecer mientras paga la condena bajo la vigilancia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

Por otro lado, la Policía Nacional destapó el escalofriante infierno que vivió una niña de diez años al lado de su madre en Medellín, quien la obligaba a tener relaciones sexuales con tres personas al día, mientras permanecía amarrada para que no se opusiera a los aterradores crímenes.

Al parecer, la cadena de delitos habría ocurrido al interior de una vivienda ubicada en el barrio Manrique la Cruz. En esa misma residencia fue capturada la progenitora de la víctima, luego de que una investigación revelara los abusos que se habrían cometido.

Todo comenzó cuando la menor cumplió 8 años. Por esa época, varios hombres empezaron a frecuentar los pasillos de su casa y la mujer recibía dinero a cambio de encuentros sexuales con su pequeña. En un mes pudo recibir a noventa sujetos.

Esta escena se repitió por dos años, con base en el relato que suministró la pequeña. También le quemaban las manos para que hiciera caso y cuando cumplió diez años quedó embarazada. Ante el hecho, la madre habría tomado la decisión de obligarla a abortar.

Le ataban de pies y manos a la cama. En el momento de los actos sexuales, le tapaban los ojos para que no pudiera identificar a la persona que tenía al frente. Su padrastro también tenía el visto bueno de la madre para abusarla reiteradamente.

Finalmente, la niña fue rescatada por su madrastra, luego de que la menor emprendiera la huida de su casa. Su comportamiento llamó la atención y pidió un examen médico. La sorpresa que se llevaron los especialistas fue mayúscula cuando confirmaron las violaciones.

El hallazgo estuvo sustentado en entrevistas focalizadas, valoración sexológica, análisis de la historia clínica, búsqueda selectiva en bases de datos, informes de investigadores en campo, pruebas de psicología forense, declaración juramentada e inspección a la vivienda.

La conclusión fue escandalosa: “La víctima, al parecer, fue explotada sexualmente por dos años. Actividad ilícita que era realizada en su lugar de residencia, donde su progenitora se lucraba ilegalmente por los vejámenes sexuales a los que era sometida”, indicó la Policía.