Conozca la vida de Alfredillo, uno de los hijos del ‘Chapo’ Guzmán que vivió en Medellín

Una tensa situación se vive en México luego de que este jueves, en horas de la mañana, las autoridades federales del Estado de Sinaloa confirmaran la recaptura de Ovidio Guzmán, más conocido como ‘el Ratón’, hijo del reconocido narcotraficante Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán.

Sin embargo, al momento, autoridades reportan que esta captura desencadenó una ola de violencia, que mantiene en vilo a los habitantes de la zona en la que fue privado de su libertad.

Guzmán, de 32 años, es considerado el jefe de “Los Menores”, una fracción del Cartel de Sinaloa, fundado hace cuatro décadas por el “Chapo”, quien purga cadena perpetua en una prisión estadounidense. Es el más conocido del clan “Los Chapitos”, que completan sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, dedicados también al narcotráfico, según las autoridades mexicanas.

Específicamente, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “Alfredillo”, es otro de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y quien el mes pasado fue incluido en la lista de los 10 más buscados por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Es recordado en Colombia y Medellín porque en 2018 se conoció que durante varios meses vivió en lujosos apartamentos de Envigado, El Poblado y diferentes zonas exclusivas del Valle de Aburrá.

Al parecer, Guzmán Salazar, después de ser liberado de un secuestro en un restaurante de la turística ciudad de Puerto Vallarta, en agosto de 2016, llegó a la capital antioqueña y fue custodiado por hombres de La Terraza, que presuntamente se encargaron de su seguridad. En diferentes informes, el hijo de El Chapo estuvo en la ciudad con otra identidad y se movilizaba con mucha cautela en camionetas blindadas y lujosas propiedades. Además, también se desplazaba frecuentemente en fincas cercanas.

Cabe recordar que, el 15 de agosto de 2016, Alfredillo y su hermano Iván Archivaldo fueron secuestrados en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta por un comando del Cártel de Jalisco Nueva Generación, como disputa territorial de grupos delictivos en diferentes regiones de México.

Fernando Quijano, analista del conflicto, habló con SEMANA y contó que la Policía Nacional de Colombia tuvieron conocimiento de la presencia del hijo del ‘Chapo’ en Medellín, pero actuaron tarde y siempre estuvieron un paso atrás de él.

“Cuando la Revista Proceso publicó un artículo sobre este caso, la administración municipal se quedó callada porque ya sabían que la inteligencia de otros países ya sabían que él estaba aquí. Él estaba aquí en Medellín refugiado tras varios enfrentamientos en México”, sostuvo Quijano.

“Le gusta consumir whisky, mariguana y perico (cocaína) con sus amigos y sus amigas. Y de música, le gustan las norteñas mexicanas y el reguetón”, asegura el informante de la policía y las agencias estadounidenses.

Según las investigaciones de Proceso, Alfredillo llegó a tener laboratorios de cocaína (en los que se transformaba pasta base de coca en clorhidrato de cocaína) en los que producía unos 100 kilos semanales de cocaína. Sacaban la droga hasta Buenaventura y luego por mar a México.

México: detienen a Ovidio Guzmán, hijo del ‘Chapo’, y se desata ola de violencia en Sinaloa

En horas de la mañana, en el medio de su acostumbrada rueda de prensa que se realiza a diario, el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, evitó referirse al tema, y solamente dijo que había un operativo en marcha que “comenzó en horas de la madrugada”, y sobre el que se estaría informando en las próximas horas.

“Más tarde se informa para que tengamos la información precisa”, añadió el presidente.

No obstante, con el correr de las horas, medios locales de ese país han confirmado la captura del heredero del considerado narcotraficante más peligroso del mundo y, a través de las redes sociales, la Fiscalía del Estado de Sinaloa emitió un mensaje advirtiendo a la ciudadanía en general y a los miembros de la misma institución que “se suspenden actividades”, recomendando a su vez precaución, y llamando a que no se acuda a la sede del organismo.