Tras su suspensión en el cargo como alcalde de Medellín, Daniel Quintero ha asegurado que la decisión obedece a un “golpe de Estado”.
Tras su suspensión en el cargo como alcalde de Medellín, Daniel Quintero ha asegurado que la decisión obedece a un “golpe de Estado”. | Foto: cortesía twitter

Medellín

Daniel Quintero inició su defensa en la CIDH

Ante la Comisión habló del proceso que enfrenta por supuesta participación política y las amenazas que ha identificado en medio de las elecciones presidenciales.

23 de mayo de 2022

Este lunes el alcalde electo de Medellín, Daniel Quintero Calle, llegó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para pedir medidas cautelares con el fin de que el organismo proteja sus intereses, dado que considera ilegal la suspensión provisional que ordenó la Procuraduría en medio de la investigación por presunta participación en política.

En una audiencia privada que lideró el comisionado Joel Hernández en Washington D. C. (Estados Unidos), Quintero denunció que el ente de control disciplinario no estaría facultado para alejarlo del cargo, sino un juez de la república, dado que llegó al puesto tras una elección popular.

Ese argumento lo sostuvo con amplios detalles jurídicos que llegaron al mismo punto: “La procuradora y el presidente Duque han desafiado el sistema interamericano de derechos humanos”.

A su juicio, la imposición de la Procuraduría sería fruto de una supuesta persecución política de la que es víctima, cuyos protagonistas estarían enfilados en el Gobierno nacional y en el partido Centro Democrático que, según Quintero, estarían motivados por el trabajo que ha liderado en la Alcaldía de Medellín en contra de los grupos empresariales.

Los pedidos

La premisa del acoso político ya lo había puesto en conocimiento de la CIDH en febrero de este año, donde inicialmente denunció amenazas que podrían poner en riesgo su integridad física y la de su grupo familiar.

Daniel Quintero dijo: “Es una pena que para defender la democracia tengamos que salir del país. En Colombia se ha roto el curso constitucional. Desde febrero advertí a CIDH que [el] camino democrático del uribismo se había agotado y que ahora daban pasos hacia el totalitarismo”.

Ahora bien, fueron dos las peticiones personales que elevó la defensa del político antioqueño ante el organismo internacional: evitar la destitución definitiva de la Alcaldía y mantener activo el esquema de protección para asegurar su vida en medio del proceso que enfrenta.

“Atención sobre la democracia”

Mientras que otras dos solicitudes involucran temas de orden nacional: violencia en medio de las elecciones presidenciales y el manejo de la Procuraduría General de la Nación.

Daniel Quintero pidió un seguimiento urgente al proceso electoral porque, presuntamente, “el Gobierno del presidente Duque ha decidido meter las manos en la democracia de Colombia”.

Además, con base en las palabras del alcalde suspendido, también lo estaría haciendo el Ejército Nacional por medio de su comandante, el general Eduardo Zapateiro Altamiranda, “atacando a uno de los candidatos presidenciales”.

En la lista de irregularidades denunciadas por Quintero ante la CIDH dio cuenta de los supuestos atentados que se estarían organizando para atentar contra la vida de Gustavo Petro y Francia Márquez.

La segunda alerta busca que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos gestione una medida tutelar para que el ente de control disciplinario no pueda volver a suspender a los funcionarios electos por voto popular.

Las respuestas

Si bien la CIDH se ha mantenido al margen de gestionar exclusivamente protecciones ante las amenazas de vida, Quintero confió en que meta las manos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos a su favor, a razón de que presentó material probatorio que demostraría que la Procuraduría estaría actuando como un brazo del Gobierno nacional.

Sin embargo, el procedimiento que le dará la Comisión no fue revelado por Quintero. Pero le anticiparon que darán respuesta urgente a sus pedidos que trascendieron a una discusión internacional por los alcances del ente de control disciplinario.

“Los tiempos de la CIDH están reglados, nos han pedido información adicional urgente para poder actuar de forma rápida. Ya la Comisión está alertada de lo que está pasando y han observado con preocupación lo que se ha venido desenvolviendo en los últimos días en Colombia”, concluyó Quintero.