Medellín

Delincuentes saquearon dos colegios en Medellín: se llevaron 58 computadores

El robo tuvo lugar en dos establecimientos educativos públicos de la ciudad, cuya seguridad está a cargo del distrito.

3 de agosto de 2022
Entrega de computadores en Medellín.
Entrega de computadores en Medellín. | Foto: Cortesía: Alcaldía de Medellín.

Un robo masivo de equipos tecnológicos en dos instituciones educativas públicas de la capital de Antioquia tiene en indignación a la población de Medellín. Dos grupos de ladrones asaltaron en horas de la noche las sedes de formación y tomaron 58 computadores portátiles que le servían a cientos de niños en las clases de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

Los hechos delictivos se presentaron en los colegios María de Los Ángeles Cano y Pablo Neruda, ubicados en dos barrios de la zona noroccidental de la ciudad. En el primer plantel hurtaron 34 máquinas y en el segundo alcanzaron a sacar 24. De momento, las autoridades no tienen claridad si un grupo organizado está detrás del crimen que tiene en indignación a la comunidad.

Sin embargo, se presume que los implicados tendrían cercanía con las instituciones porque conocían la ubicación exacta donde los profesores guardaban los computadores, avaluados en más de 60 millones de pesos. Por ejemplo, en María de Los Ángeles Cano, los ladrones ingresaron haciendo un agujero en la pared y construyeron un túnel hasta la sala de informática.

Las voces de rechazo no se hicieron esperar. El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, advirtió que la fuerza pública está trabajando para dar con el paradero de los autores materiales del robo. No obstante, la Policía Nacional informó que no ha recibido denuncias por los hurtos que se presentaron al inicio de la semana en los colegios de la ciudad.

“Condeno el robo de los computadores futuro en Granizal y Santa Cruz. No le roben los sueños a nuestros niños y niñas. Las autoridades están tras los responsables, pagarán caro”, escribió el mandatario local en su cuenta de Twitter donde adjuntó una imagen de un medio de comunicación que calificó al grupo de delincuentes como “lacras”.

Mientras que la secretaria de Educación de Medellín, Alexandra Agudelo Ruíz, explicó que los equipos que fueron hurtados habían sido adquiridos a través del presupuesto participativo que gestionaron los líderes barriales. Es decir, la propia comunidad planteó el proyecto y lo priorizó frente al dinero que tienen disponible para ejecutar los planes locales de desarrollo.

“Nos entristece sobre manera los actos delincuenciales que nos han reportado del robo de computadores en dos instituciones educativas de la ciudad. Hemos estado junto a la comunidad educativa, pero también la comunidad territorial. Son los computadores de presupuesto participativo, el esfuerzo de las comunidades”, afirmó la funcionaria.

Agregó que están verificando en las cámaras de seguridad de los colegios el minuto a minuto de las acciones criminales que le quitaron los sueños a los estudiantes que están matriculados en el barrio Granizal. De igual manera, la Empresa de Seguridad Urbana de Medellín rendirá cuentas en un informe sobre las condiciones de vigilancia que facilitaron los delitos.

“Junto con las autoridades, pero también de la mano de la comunidad, estamos investigando con la empresa de seguridad, con la ESU, quien tiene la vigilancia de las instituciones educativas, pero también con las autoridades estamos haciendo todas las investigaciones y vamos tras los responsables, porque los sueños de nuestros estudiantes están ahí”, comentó la secretaria.

En una situación similar, en el mes de mayo sacaron ilegalmente 15 computadores de la Secretaría de Hacienda de la capital de Antioquia. Los delincuentes se burlaron de la seguridad de la Alcaldía en un momento donde la ciudad estaba en crisis por la suspensión de Daniel Quintero como mandatario del distrito por presunta participación en política a favor de Gustavo Petro.

Si bien se dio apertura a una investigación rigurosa, las autoridades no dieron con el paradero de los responsables por lo que el hurto todavía sigue siendo un misterio en los pasillos del centro administrativo de La Alpujarra.