Antioquia
Denuncian que migrantes en Necoclí se estarían sometiendo a explotación sexual para costear su viaje por el Darién
También se estaría utilizando a la población para transportar drogas y dinero hacia Panamá.
La Defensoría del Pueblo volvió a encender las alarmas por la ola de migrantes que hay en los departamentos de Antioquia y Chocó, quienes están esperando un cupo para cruzar la Selva del Darién. Mientras consiguen los recursos para financiar la travesía que inicia en el Golfo de Urabá, algunas mujeres se estarían sometiendo a la explotación sexual.
Así lo confirmó la agencia del Ministerio Público al reconocer que el escenario está fuera de control. Al menos diez mil personas de diferentes nacionales se asentaron en las playas del municipio de Necoclí, Antioquia, con el fin de encontrar los medios para llegar a Panamá. En el pueblo hay venezolanos, ecuatorianos, africanos y asiáticos.
Las mujeres que arriban a la subregión del Urabá serían las principales víctimas. Si bien no hay una investigación rigurosa que dé cuenta de las personas que estarían siendo instrumentalizadas, los defensores de los derechos humanos sospechan que en la lista hay menores de edad. Este fenómeno también se estaría presentando en Turbo y Acandí.
De acuerdo con los datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, entre el primero de enero y el 30 de septiembre de 2022, en ambas poblaciones se reportaron 37 denuncias por delitos sexuales. En su mayoría, las mujeres son las principales víctimas de estas conductas.
Tendencias
En este momento la preocupación está escalando porque la presencia de menores de edad se multiplicó. La Defensoría del Pueblo cree que el 20 por ciento de las personas que buscan un puesto para llegar a Panamá son niños, niñas y adolescentes. Esta población es la que más estaría sufriendo por la rigurosidad de los recorridos en el Darién.
En ese sentido, el Ministerio Público exigió la intervención urgente del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para que haga presencia activa en el terreno, también en compañía de otras entidades del Estado con miras a verificar el cumplimiento de los derechos humanos y a reducir los riesgos que se encuentren en el camino.
“En los últimos quince días, han pasado cerca de 4.290 menores de edad. Esta es una población en alto riesgo, de manera particular quienes viajan no acompañados, dado que se exponen a peligros adicionales como la trata o la explotación sexual comercial”, afirmó el titular de esta entidad nacional, Carlos Camargo.
Otra alerta
Una denuncia emitida por las autoridades locales del departamento de Chocó da cuenta que las organizaciones delincuenciales estarían obligando a los migrantes a transportar droga y dinero desde Colombia hacia Panamá. Al parecer, la carga empezaría a las afueras del municipio de Acandí y se extendería por las montañas de la Selva del Darién.
Los ilegales utilizarían fuertes intimidaciones contra las personas que cruzan el continente para llevar los “encargos”, a cambio de no frenar su recorrido violentamente. El Clan del Golfo es el principal sospechoso a razón de que es el que mayor alcance tiene en el territorio. Además, sus integrantes tendrían “peajes” instalados sobre el corredor.
Ese recurso lo habrían activado porque el riesgo de incautación del material es más bajo, ya que los puestos de control son menos rigurosos a los que se encuentran en otras rutas. Por ejemplo, en la puerta chocoana de la Selva del Darién hay 30 unidades del Ejército Nacional para hacer los registros, con el apoyo de los funcionarios de Migración Colombia.
La instrumentalización estaría disparada en las últimas semanas, dado que el flujo de personas que buscan llegar al vecino país ha aumentado. Mientras que a principios de septiembre el índice se mantenía sobre los 1.000 caminantes, los primeros días de octubre la estadística se multiplicó: hasta 2.500 tratan de saltar la frontera con Centroamérica.