Deslizamiento colapsó la movilidad en autopista Medellín-Bogotá; así está la situación

A esta hora se reporta alta congestión vehicular en el corredor que une a la capital de Antioquia con Bogotá, a la altura del kilómetro 4 en la jurisdicción del municipio de Copacabana, por el desprendimiento de tierra.

La Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional informó que los agentes están controlando el paso para superar el incidente.

En imágenes registradas en las redes sociales se observan los retrasos que hay en la circulación desde las 6 de la tarde: más de 100 carros están represados en la vía, mientras los uniformados tratan de evacuar los que se dirigen hacia el oriente del departamento. Paralelamente, la empresa que tiene a cargo el mantenimiento realiza labores de mitigación.

Como vías alternas, los usuarios pueden tomar la carretera del corregimiento de Santa Elena o el Túnel de Oriente, que los conducirán hasta las inmediaciones del aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro, para así tomar nuevamente la autopista. También se puede hacer uso de la avenida Las Palmas para retornar a Rionegro, corredor que registra alto flujo de carros.

De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, la emergencia comenzó en la autopista luego de la creciente súbita que tuvo una quebrada del sector. En consecuencia, se presentó un movimiento en masa que se desprendió sobre el carril de ascenso en Copacabana. Un vehículo quedó afectado parcialmente en medio del incidente.

“Se pide a las personas que están al lado del peaje regresar por el retorno del kilómetro seis. No se les generará cobro. Tomar vías alternas”, fue el mensaje que compartió Devimed, la concesión encargada del mantenimiento y administración de la autopista Medellín-Bogotá, desde Medellín hasta el municipio de El Santuario.

De acuerdo con el cronograma de las autoridades, la normalidad en la vía se podría retomar antes de las 10 de la noche. Sin embargo, las fuertes precipitaciones que se esperan en las próximas horas sobre el Valle de Aburrá y el oriente de Antioquia podrían complicar las tareas de limpieza que se adelantan con maquinaria amarilla.

Ahora bien, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres del departamento dio a conocer que son dos los municipios que están en alerta roja por probabilidad de deslizamientos tras la intensidad de lluvias que saturaron la tierra de agua, por lo que la estabilidad de los terrenos no está asegurada en San Roque y Frontino.

No obstante, otras poblaciones fueron llamadas a estar atentas, porque el sistema de vigilancia las marcó en alerta naranja por la amenaza de movimientos en masa: Cáceres, Caucasia, Tarazá, Amalfi, Cisneros, Santo Domingo, Vegachí, Yalí, Yolombó, San Andrés de Cuerquia, Abriaquí, Cañasgordas, Uramita, Fredonia, Sonsón, San Rafael, entre otros.

Mientras que las inundaciones se podrían dar en las cuencas de los ríos Medellín, Nare, Miel, Arma, San Juan, Caramanta, Nechí, Murrí, Murindó y Porce. Todos los afluentes fueron marcados con la alerta naranja, que no es motivo de alarma máxima, pero se emite para que los organismos de socorro y poblaciones se preparen ante las emergencias.

Con base en los informes divulgados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), sobre algunas poblaciones de Antioquia no parará de llover entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, porque estarán cobijados por la segunda temporada y el fenómeno de La Niña.

Para atender los incidentes que se podrían dar en ese tiempo, la Gobernación se declaró en calamidad pública y otros 56 municipios comparten el mismo recurso legal, el cual permite adelantar la prestación de productos y servicios en el momento en el que ocurra una emergencia que sature las posibilidades de las administraciones públicas.