Medellín
¿Se podía prevenir? Comunidad había advertido riesgo de derrumbe que hoy enluta a Antioquia
Itagüí activó la alerta naranja en el sistema de emergencia, dado que podría recibir los coletazos de la montaña que se desprendió.
Hace tres semanas los líderes del corregimiento San Antonio de Prado, en Medellín, llegaron hasta el Concejo de la ciudad para alertar a la Alcaldía sobre la inminente amenaza que había en la montaña que se desprendió en la tarde de este miércoles, dejando dos muertos y 100 familias evacuadas.
La voz premonitoria llegó de parte del líder Carlos Arturo Quiceno el pasado 29 de junio. Junto a los organismos de socorro de la zona, la comunidad empezó a observar una serie de grietas a un pie de la montaña y a notar el represamiento de las aguas que circulan por el sector. En consecuencia, en cualquier momento se podría presentar una tragedia.
Tal como ocurrió, la alerta temprana fue emitida porque el material que se caería obstaculizaría el tránsito de la quebrada Doña María, principal afluente que recorre al corregimiento y a la zona rural del municipio de Itagüí. La avenida torrencial podría arrasar con todo lo que encontraría a su paso.
“Señores concejales, señores administración, es supremamente preocupante la situación de la quebrada Doña María, hay que ponerle la atención suficiente, porque se está llevando un puente. Eso es una montaña que se está viniendo que, si llega a colapsar, tapa la quebrada”, empezó diciendo el ciudadano frente a los corporados y a los integrantes del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín (Dagrd).
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Paso seguido, detalló los efectos que traería en el territorio, dado que varios hogares están ubicados a un lado del afluente que evacúa en las aguas del río Medellín. Así ocurrió: falleció una mujer de 30 años y un menor de dos. Mientras que el resto de los habitantes salieron de sus casas ante el desprendimiento del material vegetal.
“Óiganlo muy bien, que lo estoy diciendo y no soy ingeniero: esa quebrada se llega a colapsar y se lleva Santa Rita, La Pradera, La Verde, Mi Casita y, de ahí para abajo, todo lo que es Itagüí”, concluyó Carlos Arturo Quiceno en la sesión a la que no asistió la Secretaría de Infraestructura Física de la ciudad.
Estas palabras fueron recordadas por el concejal del Centro Democrático, Alfredo Ramos, quien le subió el volumen a las advertencias mientras la Alcaldía de Medellín corría hacia el corregimiento de San Antonio de Prado para evaluar el desprendimiento de la montaña, el represamiento de las aguas y sus consecuencias.
Ramos, enfilado en la oposición a Daniel Quintero, también manifestó que el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres del distrito solo ha ejecutado el 4 % del total del presupuesto general de la cartera, que equivale a 15.000 millones de pesos para aminorar las emergencias.
“Hemos denunciado la politización del Dagrd a través de contratación fantasma para el exconcejal Álex Flórez. Lo más grave es que el dinero de inversión no se ha ejecutado, solo el 4 % -600 millones de pesos- de los dineros ha sido usado para mitigar el riesgo, mientras tanto la ciudad está caída”, dijo el corporado.
De momento, no hay una respuesta oficial de la administración de la ciudad sobre las acusaciones, dado que están concentrados en las reacciones inmediatas que, a juicio del alcalde Daniel Quintero, es producto del cambio climático, que se ha hecho mostrar en Antioquia con el incremento de las precipitaciones, saturando de agua a las montañas.
“El tema está bajo control. Sin embargo, entendemos los riesgos que tenemos en este momento. El cambio climático sigue afectando a Medellín, como a ninguna otra ciudad del país. Medellín es la ciudad más grande de América Latina construida entre montañas. Es muy importante que en este gobierno se cree un estatuto temporal para la mitigación de los daños ambientales”, comentó el mandatario local.
Agregó que el terreno podría seguir desprendiéndose por las continuas lluvias que se registraron en la noche y en la madrugada de este jueves.