Desnutrición infantil, deserción escolar e inseguridad: vacíos de la Alcaldía de Medellín

Este lunes se presentó el estudio que le pone el termómetro anualmente a la calidad de vida de los habitantes de Medellín. Las conclusiones son alarmantes: la capital de Antioquia está estancada en los programas sociales y registró los niveles más altos de pobreza en los últimos 10 años.

La publicación fue divulgada por el grupo Medellín Cómo Vamos, una alianza privada que analiza, desde 2006, la opinión de la ciudadanía y las cifras oficiales de cumplimiento de los bienes y servicios que ofrece la administración pública en la ciudad, que reflejan los principales retos y avances del último año.

En el primer fragmento de la investigación, los veedores advierten que la desnutrición crónica infantil pasó de 7,4 % a 7,8 % entre 2020 y 2021. Este dato es el más alto desde 2014. Además, uno de cada cuatro niños y niñas menores de seis años está en riesgo de sufrirla.

Otros datos dan cuenta que las acciones de prevención que asumieron desde la Alcaldía no entregaron resultados favorables: disminuyó la vacunación en menores de un año y la calidad de atención en los jardines infantiles tambaleó porque las agentes educativas atendieron a más menores de edad por salón.

Además, más alumnos que estaban matriculados en los grados de primaria dejaron de ir al colegio. “En el año 2020 (últimos datos disponibles) cuatro de cada cinco estudiantes que desertaron estaban entre primero y quinto. ¿Qué están haciendo los niños y niñas que no estudian?”, cuestionó Medellín Cómo Vamos.

Por otro lado, los investigadores aseguraron que la ciudad registró los niveles más altos de pobreza en los últimos 10 años, a pesar de los subsidios que se gestionaron al interior de la administración. Sin embargo, con base en las estadísticas del Dane, se asoció que los patrocinios fueron poco efectivos frente a los que se ofrecieron en otras ciudades del país.

Si bien el distrito registró el menor porcentaje de pobreza en 2021, con números menores al 30 y una pobreza extrema de un dígito, Medellín fue la que menos redujo la proporción de personas en esta situación, de acuerdo con la organización de veedores que trabaja en asocio con compañías del Grupo Empresarial Antioqueño.

“Las mujeres siguen siendo las más afectadas por la pobreza y la violencia intrafamiliar, además se sienten más inseguras en Medellín. En 2021, una de cada tres mujeres reportó no salir de noche porque se sentía insegura. Entre 2020 y 2021, las denuncias por maltrato de pareja pasaron de 1572 a 3704, respectivamente”, se lee en el estudio.

También incrementó el desplazamiento forzado intraurbano y los hurtos. Persiste la extorsión, lo que genera mayor sensación de inseguridad. Diariamente, según la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, se instauran más de 70 denuncias por robos.

Aunque hay una disminución en la tasa de homicidio, el grupo de investigadores alertó que las organizaciones delincuenciales están modificando las formas de extraer las rentas criminales que, insisten, se han consolidado en fenómenos como la extorsión y la movilización obligada dentro de la ciudad.

Finalmente, la economía y el tejido empresarial de Medellín se han venido recuperando en términos productivos y se refleja en la generación de empleo formal: en 2021, el mayor número de empresas se crearon en los sectores de comercio, restaurantes y hoteles; seguros y finanzas.

Mientras que el empleo formal fue el principal ‘jalonador’ de la recuperación del mercado laboral. En la ciudad se registraron niveles de informalidad laboral inferiores al del promedio de las principales ciudades y áreas metropolitanas del país.

“Hoy los ciudadanos de Medellín tienen en promedio más años de vida, mayor escolaridad y menos hijos: la base para una mayor productividad”, concluyó el informe de Medellín Cómo Vamos que, en ediciones anteriores, fue duramente criticado por Daniel Quintero a razón de que alegó que estaba parcializado.