El avión más grande del mundo volvió a aterrizar en Antioquia para importante misión

El aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro (Antioquia) volvió a recibir al avión de carga más grande del mundo, tal como ocurrió el pasado 27 de junio.

El Antonov – 124 llegó a la pista en las últimas horas cargado de elementos indispensables para la construcción y operación de la central de energía de Hidroituango.

Así lo informó el operador de la terminal aérea: “¡Cómo nos gustan estas visitas gigantes! Una vez más, nuestro aeropuerto recibe en pista al gran Antonov 124″.

En esta oportunidad, trasladó desde Croacia la segunda de las cuatro compuertas que se instalarán mediante trabajos subacuáticos a 60 metros de profundidad en Ituango.

Empresas Públicas de Medellín aseguró que este material, sumado al que llegó a finales de junio, facilitará la entrada en operación comercial de las turbinas tres y cuatro.

“Las compuertas son equipos hidromecánicos que se deben instalar en las captaciones de la unidad uno a la cuatro con el propósito de contener la presión del agua”, dijo EPM.

Estos elementos actuarán como tapones entre la zona de captación del agua del embalse y los túneles de conducción por donde pasa para generar energía en las turbinas.

Una vez estén fijas, podrá ingresar el personal de la obra, buzos y maquinaría para adelantar los trabajos civiles y mecánicos que faltan en ese sector del proyecto.

“Las compuertas fueron diseñadas, fabricadas y probadas exclusivamente para las características y geometría de las captaciones de Hidroituango”, explicó la empresa.

La planeación del material tardó un año. El diseño se ejecutó en Alemania durante ocho meses, luego se fabricó y probó los ensambles en varias ciudades de Croacia.

Una vez desembarque en el aeropuerto internacional de Rionegro, arrancará un extenso viaje hacia el norte del departamento de Antioquia donde esperan las piezas.

El gerente general de Empresas Públicas de Medellín, Jorge Andrés Carrillo, calificó esta llegada como “un nuevo logro para la logística e ingeniería de nuestra organización”.

La puja por Hidroituango

La Gobernación de Antioquia, accionista mayoritario de la Sociedad Hidroituango, puso contra las cuerdas a Empresas Públicas de Medellín (EPM), contratista de la iniciativa: le pidió que suelte la construcción y operación de la hidroeléctrica a cambio de frenar las demandas que están en trámite por incumplimientos en el contrato del megaproyecto.

La propuesta la presentó el gobernador Aníbal Gaviria Correa en una carta que remitió al gerente y a la junta directiva de la compañía de servicios públicos. Allí, expresó malestar por una cifra revelada por EPM: la obra tiene un saldo negativo de 960 millones de dólares calculado a 50 años. Es decir, no produciría ganancias y las pérdidas serían millonarias.

“No puede ser que, en 50 años de operación de la hidroeléctrica, EPM gane miles de millones de dólares, mientras la Sociedad Hidroituango y sus socios —la Gobernación de Antioquia y el Idea— no reciben un solo peso, dineros necesarios y esperados para la inversión social en los 125 municipios del departamento”, redactó el mandatario.

Este dato lo suministró la compañía ante el Tribunal de Arbitramento que está definiendo las exigencias económicas de los dueños de Hidroituango, donde se alegan incumplimientos en el cronograma de la obra, cuya multa, que tendría que asumir EPM, se mediría en 1,2 billones de pesos. Esa cifra podría incrementar por futuros retrasos.

Ante este panorama financiero, el gobernador quiere tomar las riendas de la hidroeléctrica para poderle sacar provecho y satisfacer los deseos de las acciones que comanda. Como están las cosas, según Gaviria, solo saldría favorecida Empresas Públicas de Medellín: “Nos percibimos como víctimas y no como una entidad contratante y socia de EPM”.