Sede de la Universidad de Antioquia en el municipio de Turbo, Antioquia.
Sede de la Universidad de Antioquia en el municipio de Turbo, Antioquia. | Foto: Cortesía: UdeA.

Antioquia

El colmo: universitarios tuvieron que volver a clases virtuales por amenazas del Clan del Golfo

La Universidad de Antioquia dijo, sin embargo, que las condiciones de seguridad están dadas para operar de manera presencial en otros municipios de la subregión.

22 de julio de 2022

Los estudiantes del pregrado en Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Antioquia suspendieron las clases presenciales en la subregión de Urabá por cuenta de las acciones terroristas que ha protagonizado el Clan del Golfo en contra de la fuerza pública.

La decisión se tomó en común acuerdo entre los alumnos y los docentes que viajan desde Medellín hacia el municipio de Turbo a dictar las clases. Esta semana, los cursos se tomarán de manera virtual, dado que hay temor entre la comunidad académica por el accionar de los sicarios.

A través de un mensaje interno que fue transmitido desde la Facultad de Comunicaciones hacia los estudiantes, el Comité de Departamento resolvió que “todas las clases restantes del semestre deberán realizarse mediadas por la tecnología, toda vez que la situación de orden público se ha visto afectada (…) y no asiste el cuidado de la vida”.

Pero el director de Regionalización de esta institución de educación superior, Jorge Gallego, explicó que en las tres sedes cuentan con las garantías de seguridad para brindar la formación de manera presencial. Sin embargo, la desconfianza ha calado en los últimos días.

Si bien 30 de las 31 carreras que ofrece la UdeA en esta subregión están operando de manera regular, los docentes del área de las comunicaciones han expresado tener miedo por el plan pistola que ordenó activar alias Chiquito Malo, heredero de alias Otoniel.

Frente a ese escenario, la Universidad aceptó la petición de volver a la virtualidad a razón de que no puede obligar a ningún funcionario a desplazarse hacia el Urabá antioqueño. No obstante, la normalidad podría retornar la próxima semana.

“Sí hay temor en la comunidad, pero es que circula mucha información. Con las unidades académicas, estamos en constante comunicación y les hemos informado lo que a nosotros nos informan oficialmente: en este momento es una región donde podemos hacer presencialidad”, afirmó el director de Regionalización.

De acuerdo con las unidades de inteligencia de la Policía Nacional, en las poblaciones de esta subregión se concentra la delincuencial del Clan del Golfo porque su ubicación representa un beneficio para tramitar los negocios ilegales de Colombia hacia el exterior: narcotráfico y tráfico de migrantes.

Esa situación ha hecho eco en el resto de los pueblos del occidente y Bajo Cauca de Antioquia. En lo corrido de este año, según las estadísticas de la Gobernación, han muerto violentamente 32 policías y militares, mientras que otros 68 han resultado heridos en combates, por minas antipersona y hostigamientos.

Recientemente, el Ministerio de Defensa reveló que la muerte de cada uniformado en suelo antioqueño llega a costar hasta dos millones de pesos. La financiación está a cargo del Clan del Golfo y estaría siendo asumida con las rentas que les dejan los negocios delincuenciales.

El grupo ilegal estaría haciendo uso de los ‘campaneros’ o ‘puntos fijos’ en las poblaciones, donde los civiles les advierten sobre la ubicación exacta de cualquier miembro de la institución que tenga el uniforme puesto.

Sin embargo, en los municipios y corregimientos donde no hay mayor circulación, en las últimas semanas activaron un seguimiento permanente para atacarlos cuando no están de servicio, dado que no tienen la capacidad de responder.

El comandante de la región seis de la Policía, brigadier general Gustavo Franco, detalló que la institución activó un plan especial de seguridad que promete mermar la ofensiva de retaliación que asumió el Clan del Golfo en los pueblos de Antioquia, Chocó y Córdoba.

“Llegaron a esta zona del país los comandos Lobos, el grupo de operaciones especiales contra el crimen organizado más especializado de Colombia, encargados de adelantar operaciones de asalto contra los cabecillas y acciones focalizadas contra los denominados puntos o postes”, afirmó el comandante en conversación con SEMANA.