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El drama de una enfermera colombiana engañada con una brigada de salud en Francia: terminó en la cárcel por narcotráfico
Una falsa brigada de salud en Francia tiene en aprietos a una colombiana en Panamá, a la que le metieron drogas ilícitas a su maleta.
Angy Yuliana Martínez Valencia se enteró de que era una mula del narcotráfico cuando la capturaron en el aeropuerto de Ciudad de Panamá. Un yerbatero le prometió sacarla de la pobreza curando enfermos en Francia. Ella se suma a la lista de 5.500 colombianos que están enfrentando un proceso legal en el exterior por delitos asociados a las drogas ilícitas.
La mujer -de 23 años- se graduó como auxiliar de enfermería y tenía el anhelo de ejercer la profesión para llevar comida a su hogar. Un vendedor de remedios caseros le aseguró que en Europa la necesitaban para integrar una misión sanitaria con el fin de apoyar a los menos favorecidos. Él no empacó sus sueños en el bolso, sino cinco kilos de supuesta cocaína.
El negocio se lo ofreció por cuatro meses como un regalo a su carisma. En el paquete le incluyó el pasaporte, una silla en el avión que despegó desde Bogotá, varias prendas de vestir, una maleta para estrenar y cuatro millones de pesos. Ella no le entregó dinero a cambio, todo fue gratis. Lo único que tenía que suministrar era el conocimiento en salud.
Era la primera vez que salía del país y, ante la supuesta inexperiencia que tenía en las terminales aéreas, el sujeto pidió hacerle los trámites. Le entregó el equipaje en el que debía empacar sus pertenencias, el cual estaba camuflado con estupefacientes. Con el maletín en mano, salió el 27 de abril desde el aeropuerto El Dorado hacia Panamá.
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En este país haría una escala para luego aterrizar en París. Cuando llegó a los controles de seguridad, un uniformado le pidió permiso para examinar sus objetos y halló sustancias ilegales: “Me engañaron, me engañaron”, relató entre lágrimas. Luego la encarcelaron y no tuvo la oportunidad de advertirle a sus familiares de la pesadilla que estaba viviendo.
Ante la ausencia y la angustia, se reportó su desaparición e internet se inundó de panfletos donde se daba cuenta de la extraña pérdida. Durante quince días sus allegados desconocieron el paradero y el hombre que la montó en la aeronave se perdió del mapa. Una abogada panameña reveló la aterradora historia que causa impresión en Chocó.
Su madre, María Inés Valencia Arias, recibió la noticia como un baldado de agua fría: “Me dijo que mi niña estaba detenida por drogas, que el señor se las metió en el bolso sin ella saber y quiere que él pague por lo que hizo”. Las manos las tiene atadas porque no tiene recursos para defenderse en Panamá y denunció poco acompañamiento del Gobierno.
Al parecer, este hombre planteó que la tarea que realizaría en Europa estaba avalada por Médicos sin Fronteras, una organización sanitaria y humanitaria internacional que ayuda a víctimas. Desde que Martínez Valencia recibió el diploma de enfermera, no había curado a un paciente y la idea la cautivó: “Mire en lo que terminó la tal misión”, lamentó la mamá.
Este no sería el único caso reportado en el departamento donde se ve involucrado el yerbatero. Varios testimonios conocidos por la familia de la mujer pusieron en evidencia que él les hizo el mismo ofrecimiento a otros habitantes de Istmina, pero no creyeron en la fantasía que estaría siendo impulsada por un grupo delincuencial colombiano.
A un joven le insistió por varias semanas que cargara euros y dólares desde Bogotá hacia España, recibiendo 14 millones de pesos de ganancias, pero logró esquivar el aterrador plan. Mientras las familias lloran el resultado de los anhelados viajes, el hombre sigue ofreciendo extravagantes sueños europeos por los municipios más pobres de Chocó.