Antioquia

El polémico refrigerio que recibieron estudiantes de Turbo, Antioquia

La Alcaldía respondió que la fotografía habría sido alterada para atacar la gestión de la administración, con miras a las aspiraciones políticas del 2023.

29 de septiembre de 2022
Refrigerio que recibieron estudiantes de la Institución Educativa San Martín de Porres en Turbo, Antioquia.
Refrigerio que recibieron estudiantes de la Institución Educativa San Martín de Porres en Turbo, Antioquia. | Foto: Cortesía: API.

La Federación Colombiana de Educadores (Fecode) encendió las alarmas por la implementación del Programa de Alimentación Escolar en el municipio de Turbo, Antioquia. El pasado martes, los alumnos de un colegio fueron sorprendidos con una tajada de plátano y una pequeña ración de carne. El plato se convirtió en una polémica.

Una docente le tomó una fotografía al refrigerio que recibieron los menores de edad durante la jornada del mediodía en la Institución Educativa San Martín de Porres. La imagen hizo estruendo porque, visiblemente, el operador estaría incumpliendo con el plan de minutas sugerido por la administración de la localidad cuando se firmó el contrato.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando la Alcaldía de Turbo respondió que el registro que captó la profesora es un ataque político a razón de que habrían preparado la escena para hacer quedar mal a las dependencias del pueblo, pues estarían dando los primeros pasos con el fin de acaparar la atención frente al proceso electoral que se realizará en 2023.

A juicio de la oficina de Comunicaciones, en la Institución Educativa San Martín de Porres habrían quitado el resto de los alimentos que acompañaban el refrigerio para limitar el complemento que reciben los menores de edad a una tajada de plátano y una proteína. Pero la Federación Colombiana de Educadores desmintió esa información.

“Una profesora fue la que tomó la foto, pero ella ya logró lo que pretendía: llamar la atención de los organismos para que esto no vuelva a suceder. Ella envió la foto, pero varios colegas confirmaron que ese fue el plato que les entregaron a los estudiantes en el refrigerio del martes”, respondió esta asociación gremial en la subregión antioqueña.

Mientras que la Secretaría de Inclusión Social del departamento, quien tiene a cargo la administración del Programa de Alimentación Escolar en esta región del país, aseguró que sus procesos de verificación no cobijan al municipio de Turbo porque los establecimientos de formación son certificados, por lo que es la ejecución, se limita a las autoridades locales.

“La Gobernación de Antioquia atiende los 117 municipios no certificados en educación, de manera descentralizada. Aquellos municipios que sí están certificados en educación asumen el PAE con autonomía administrativa, técnica, financiera y jurídica. El municipio de Turbo es uno de ellos”, comentó esta dependencia al ser consulta por la polémica.

Al plato suministrado a los estudiantes de la Institución Educativa San Martín de Porres, le estaría faltando comida, de acuerdo con el contrato que le dio el aval a una empresa privada para ejecutar el proyecto de alimentación en todos los colegios públicos de este pueblo del Urabá antioqueño, por un valor superior a los 2 mil millones de pesos.

En la planeación de ciclo de menús hay veinte sugerencias de preparación emitidos por expertos en nutrición, pero ninguna se limita a las raciones que se repartieron el pasado 27 de septiembre en Turbo. El documento radicado en el Ministerio de Educación da cuenta que en cada plato debe haber lácteo, fruta, tubérculo, cereal, verdura fría o caliente, también proteína.

Frente a este escenario, la Federación Colombiana de Educadores les solicitó a las autoridades que pongan la lupa sobre las presuntas irregularidades que se estarían dando con la implementación del Programa de Alimentación Escolar. Ahora bien, la Personería de Turbo y la Secretaría de Educación acudieron al llamado y analizan la situación.

Este escenario se ha repetido en otras subregiones de Antioquia, la situación más crítica se vive en los municipios del suroeste, donde hay índices de mal manejo de alimentos que han llegado a producir intoxicaciones masivas en los menores de edad que se benefician de este programa financiado con los recursos públicos de los colombianos.