Emergencia en Antioquia: fuerte vendaval afectó a más de cien familias en San Luis

Un vendaval de grandes proporciones causó terror en el municipio de San Luis, Antioquia, en la madrugada de este sábado. Los fuertes vientos y lluvias afectaron a más de cien familias, luego de varias semanas de un intenso calor.

A las 5:45 a. m. arrancó la emergencia y se extendió por cuarenta minutos. El servicio de energía se interrumpió, los techos se empezaron a levantar y algunos árboles colapsaron sobre carros particulares que estaban parqueados en la calle.

Los daños se concentraron en las inmediaciones del hospital, el barrio Fondo Obrero y en la entrada del pueblo. Los habitantes se pusieron a salvo en medio del estruendo que emitieron las lloviznas y los ventarrones sobre las tejas.

En imágenes registradas en las redes sociales se observó el momento exacto de la emergencia y se alcanzó a escuchar a los ciudadanos lanzar plegarias para que cesara la situación que podría repetirse en las próximas horas en esa zona.

Según la administración municipal, los informes emitidos por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagran) ponen en evidencia que los aguaceros permanecerán el fin de semana sobre el oriente antioqueño.

Por esa razón, se pusieron el objetivo de cubrir los estragos que protagonizó el vendaval en 123 hogares, aunque esa cifra podría aumentar a razón de que el censo está en trámite, con recursos de la Alcaldía y el apoyo de la Gobernación.

“A las 7:00 a. m. se activó el comité de gestión del riesgo. Toda la administración municipal se encuentra a lo largo de nuestro casco urbano haciendo un balance”, relató el mandatario local, Henry Suárez Jiménez.

Ahora bien, las primeras familias que dieron cuenta de que habían perdido el techo recibieron la mano de la Alcaldía, pero las capacidades fueron desbordadas y ahora esperan el respaldo de la administración departamental para el suministro.

Seguirán las lluvias

Los organismos de socorro informaron que este fin de semana se esperan condiciones de lluvias similares a las reportadas en el municipio de San Luis, especialmente el domingo, y sospechan que el lunes disminuyan un poco.

“En oriente, específicamente donde se han evidenciado vendavales asociados a las lluvias, esperamos que continúen los eventos de precipitación moderados a fuertes, principalmente, al noroccidente de la subregión”, dijo la Gobernación.

Las alertas están encendidas en las poblaciones de San Vicente, Guarne, Rionegro, El Retiro, La Ceja, Marinilla, El Carmen de Viboral, El Santuario, entre otros. Es decir, en esta región del país todavía permanece la primera temporada de lluvias.

¿Y el sol?

El termómetro ha marcado hasta 30 grados en la ciudad de Medellín y Antioquia. La sensación de calor ha aumentado significativamente y los especialistas tienen dos argumentos para explicar el fenómeno que agota a los habitantes y aumenta los riesgos de incendios.

Yerson Ospina Aguirre, docente de Climatología de la Universidad CES, advirtió que la situación hay que analizarla de manera global e interpretarla desde la realidad que vive la ciudad, pues no solo es efecto de la escasez de agua, sino también del comportamiento humano.

En términos generales, una de las razones por la que el calor ha aumentado es por la falta de lluvias y nubes para frenar el impacto directo de los rayos del sol: “Sabemos que las nubes cumplen la función de reflejar gran parte de la luz que llega a los territorios”.

Cuando no están, ingresa la radiación e interactúa de inmediato con la superficie. En el caso de Medellín, hay pérdidas en la cobertura vegetal por cuenta de las construcciones, lo que incrementa la sensación de calor. Así lo detalló el investigador de la Universidad CES:

“Sabemos que las plantas hacen un fenómeno que es la fotosíntesis -captar la radiación lumínica-. Todos sabemos que en las ciudades perdemos gran parte de esas coberturas vegetales y son reemplazadas por coberturas de asfalto que emiten calor”, relató.

Es decir, “no tenemos ecosistemas que nos ayuden a amortiguar esos cambios drásticos de temperatura. Hemos perdido funciones ecosistémicas que nos permitan mantener más tiempo el agua en el ecosistema urbano, por eso experimentamos altas temperaturas”.