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En imágenes | Así fue la sentida despedida de Piedad Córdoba en Medellín: “Luchó por Colombia y la paz”
Este martes se realizaron las exequias de la senadora Piedad Córdoba en la ciudad de Medellín, luego de los homenajes adelantados en Bogotá y Quibdó.
La senadora Piedad Córdoba fue sepultada este martes en el municipio de Itagüí, Antioquia, luego de tres días de homenajes en diferentes ciudades de Colombia. Según las primeras versiones de su familia, un infarto habría acabado con su vida, aunque se está a la espera del dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Sus allegados se concentraron en el cementerio Campos de Paz para darle el último adiós en privado. Por allí pasaron congresistas, altos funcionarios del Estado y amigos cercanos de ‘La Negra’, como cariñosamente la llamaban las personas que compartieron con ella, de alguna manera, en los 68 años de su vida.
Tras varias horas de silencio y oraciones, los restos mortales fueron trasladados a la parroquia Santa Lucía, ubicada en un barrio que vio crecer a la dirigente política. Cientos de seguidores recibieron el cortejo fúnebre con rosas en las manos y letreros que daban cuenta de la historia de Córdoba: “Eterna Piedad”.
El féretro fue custodiado por sus hombres y mujeres de confianza, miembros de la Policía Nacional y la Unidad Nacional de Protección que la escoltaron en las últimas décadas. Ellos trataron de salvarle la vida al mediodía del sábado, luego de que colapsara súbitamente en su residencia de la capital de Antioquia.
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“¡Qué viva Piedad!”, gritaban con insistencia sus seguidores a las afueras de la iglesia. El templo estaba decorado con sonrientes fotografías de la congresista y flores de varios colores, las mismas tonalidades que frecuentaba en su imponente vestuario y llamativos turbantes, la prenda con la que marcó su estilo.
Su hijo, Juan Luis Castro, tomó la palabra en nombre de la familia para agradecer por los actos de amor y solidaridad que han recibido tras el fallecimiento de su madre. Sorpresivamente, él reveló que en algún momento pensó que su progenitora moriría de manera violenta, dadas la lluvia de amenazas que atormentaron su camino.
“Yo jamás pensé que iba a enterrar a mi mamá así, yo pensé que me la iban a matar algún día. [Ella fue] el sol que me iluminaba, la estrella que me daba todo. Todo lo hacía por ella. No tengo palabras sino para descansar y llorar porque no sé cómo superar”, dijo el hombre en voz alta desde la iglesia Santa Lucía de Medellín.
Su discurso terminó con un fuerte aplauso y lágrimas de varias personas. Los asistentes se levantaron de sus sillas y ondearon rosas en honor a la mujer, también reiteraron las porras: “Qué viva Piedad”; “que viva la senadora”; “Piedad será eterna”. Luego el ataúd rodó por el piso del templo para el último adiós.
A la salida de la iglesia se escucharon más cánticos en su honor y liberaron aves blancas. Más tarde, el cuerpo fue montado en un carruaje y trasladado hacia el cementerio Jardines de Montesacro, ubicado en el sur del Valle de Aburrá, donde fue sepultada en una ceremonia privada por las personas más cercanas de la familia Córdoba.