Antioquia
Estas son las pistas que tiene la Fiscalía para encontrar al niño Maximiliano Tabares en Antioquia
El menor fue visto por última vez el 20 de septiembre, cuando era transportado en un vehículo por su madre, padrastro y un supuesto integrante de la secta satánica de Los Carneros.
Maximiliano Tabares Caro fue reportado como desaparecido el pasado 21 de septiembre en el municipio de Remedios, Antioquia. Su madre dijo que se perdió cuando lo envió a una tienda, pero la Fiscalía presume que se esfumó en medio de un supuesto acto satánico.
La familia de este menor de seis años habría protagonizado este crimen bajo la sombrilla de Los Carneros, un grupo liderado por el padrastro del niño que recurriría a torturas para recibir señales espirituales que lo llevaran a encontrar guacas en la región.
El ente de acusación sospecha que Tabares Caro habría sido sometido a uno de estos rituales con el fin de ubicar en las montañas de la región elementos valiosos. Seis personas son señaladas como presuntas responsables, pero se declararon inocentes.
En la lista de procesados está su madre, abuela, padrastro y otros tres nombres que estarían enfilados en la secta. Todos fueron enviados en las últimas horas a un centro penitenciario del departamento, mientras avanzan las investigaciones en su contra.
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Uno de los elementos probatorios citados por los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía puso en evidencia que, 24 horas antes de informar sobre la desaparición, Maximiliano habría sido visto por última vez junto a sus parientes.
“El 20 de septiembre el menor de edad era transportado en un motocarro por alias Orejas, y viajaba en compañía de la mamá y el padrastro por el sector La Loma del Hueso en Segovia”, esa fue la última vez que en el pueblo vieron a la víctima con vida.
Desde entonces no se tiene información sobre su paradero. Además del relato de uno de los integrantes de ‘Los Carneros’, que afirmó que al niño le impondrían un ritual para sacarle un espíritu, autoridades tienen en su poder pruebas como un muñeco, libros y objetos usados para prácticas de santería.
Aunque los procesados dieron cuenta que desconocían cada una de las acusaciones, un juez avaló su detención. La defensa apeló la medida. Mientras se resuelve este proceso, en las calles de los municipios de Segovia y Remedios se mantiene la búsqueda.
Las unidades judiciales han desenterrado huecos e inspeccionado con lupa los rincones que frecuentaban los señalados. A estas labores se han unido las comunidades de los pueblos, incluso los miembros de las disidencias de las Farc que delinquen en las veredas.
La Gobernación de Antioquia está dispuesta a entregar hasta 60 millones de pesos a cambio de información certera que ayude a esclarecer el paradero de Maximiliano Tabares Caro, desconocido hace más de un mes en la subregión del nordeste.
La familia paterna del menor confía en que esté con vida. Ellos han contratado a supuestos bidentes que les han restado las esperanzas, pero dicen estar encomendados a que la madre no lo haya prestado para estas prácticas satánicas que los han estremecido.
Ahora bien, Los Carneros no solo están siendo procesados por la supuesta participación en la pérdida del niño, también por actos de tortura que fueron denunciados por un hombre que integró la secta durante varias semanas. Él destapó la olla de la secta.
Así lo explicó el ente de acusación: “Estarían involucrados en actos violentos y desmedidos contra otro señalado integrante del grupo a quien, presuntamente, le propinaron quemaduras, lesiones en genitales y distintas partes del cuerpo”, se lee en el proceso.
En consecuencia, se les imputaron los delitos, según el posible nivel de participación, de desaparición forzada agravada y tortura. El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario tendrá que definir esta semana el sitio donde permanecerán recluidos.
Sin embargo, otro juzgado deberá resolver la situación jurídica de los implicados porque el grupo de la defensa apeló la determinación del juez.