Medellín
Fiscalía entregó nuevos detalles de la muerte de sacerdote en un bar de Medellín
El ente de acusación habló por primera vez de las investigaciones del presunto homicidio del sacerdote.
La Fiscalía rompió el silencio frente al proceso de investigación que adelanta por la muerte del sacerdote Javier Eduardo González Pertuz en un bar de Medellín. En dos meses se podría conocer el dictamen final del proceso judicial que conmocionó a Colombia.
Aunque Medicina Legal informó que el fallecimiento habría sido natural, la conclusión no generó satisfacción entre los expertos del ente de acusación. En consecuencia, pidieron nuevos estudios para descartar un asesinato, principal hipótesis que manejan.
Se conoció que la unidad que tiene a cargo los estudios hace parte del Grupo de Alertas Tempranas de Homicidio de la Seccional de la Fiscalía en Medellín. Desde allí se están coordinando las acciones para esclarecer el mar de dudas que rodean el caso.
El primen análisis medicolegal dejó por sentado que, con base en las muestras recolectadas en su cuerpo, su deceso natural quedaba pendiente por definir a razón de que no encontraron elementos probatorios para respaldar un supuesto crimen.
En ese momento se pidieron nuevas actividades científicas de alta complejidad con el propósito de ilustrar verdaderamente lo que ocurrió en la madrugada de ese 4 de febrero. Los análisis son adelantados en Bogotá y las conclusiones tardarían varias semanas.
Así lo reveló el director de Fiscalías de Medellín, Ricardo Romero: “El primer dictamen nos arrojó muerte natural, causa por esclarecer. De allí se desprendieron exámenes toxicológicos que se practican; no son tan rápidos por la complejidad de los mismos”.
El funcionario agregó que se están analizando con lupa el registro de las cámaras de seguridad y tratando de identificar al sujeto que lo acompañó esa noche. Una vez se conozca el resultado de los últimos estudios, se procederá penalmente si arroja homicidio.
Los investigadores están trabajando bajo la hipótesis del asesinato y recopilando elementos probatorios que así lo muestren. Por la exhibición que ha tenido ante la opinión pública, la Fiscalía omitió información trascendente del caso de González Pertuz.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Su cadáver apareció tendido en la mesa de una discoteca del barrio Laureles en la madrugada del pasado 4 de febrero, luego de haber compartido con una persona que lo dejó abandonado en extrañas circunstancias. Los hechos siguen siendo un misterio.
El proceso de estudio que adelanta la Fiscalía pone en evidencia que el cura arribó al establecimiento comercial el 3 de febrero. Tomó el servicio común y corriente en un ambiente solitario. En medio de la noche, un sujeto empezó a compartir con él.
De un momento a otro, el acompañante se paró de la silla y abandonó el lugar, mientras que González Pertuz permaneció en el local. Los meseros pensaron que se había quedado dormido por el consumo de licor. Sin embargo, descubrieron que estaba muerto.
El hallazgo se dio cuando iban a cerrar las puertas de la discoteca. El sacerdote no respondió a los llamados de atención y tomaron la decisión de levantarlo a la fuerza, pero no hubo movimientos. Advirtieron a las autoridades, quienes confirmaron el fallecimiento.
No había indicios de quién se trataba porque no cargaba en sus bolsillos documentos de identidad ni un teléfono para descifrarlo. El primer descubrimiento de los investigadores es que fue víctima de un robo y el principal sospechoso es la persona que lo acompañó.
El cuerpo de González Pertuz fue trasladado a Medicina Legal para esclarecer el caso y dar con su nombre. Una vez trascendió que se trataba de un sacerdote, la noticia se expandió rápidamente. Paralelamente, los especialistas intentaban unir el rompecabezas.
Presuntamente, le habría arrebatado su billetera, un celular y un reloj. “Esperaríamos que, una vez se tenga claridad de cuál fue la causa de la muerte, podamos avanzar en la investigación”, dijo el comandante encargado de la institución, coronel José Miranda.