Fuerte golpe de la Policía a estructura multicrimen de Medellín: cobraba extorsiones y repartía estupefacientes

25 personas fueron capturadas en un megaoperativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Fiscalía General de la Nación en Medellín. Los detenidos hacen parte del grupo delincuencial Robledo.

En plena madrugada, los uniformados se desplegaron por varios rincones de la ciudad para ejecutar 32 órdenes de registro y allanamiento: derribaron puertas y esculcaron todos los rincones de las viviendas.

En medio de las inspecciones, descubrieron cuatro proveedores de fusil, 117 cartuchos, 2.528 dosis de estupefacientes, 27 celulares, elementos de dosificación de drogas, 118 millones de pesos en efectivo y agendas con información de las finanzas.

Estos materiales pertenecían a 25 personas, cinco mujeres y 20 hombres, que estarían enfilados en el grupo Robledo. Esta organización es conocida por llenar las calles de cinco comunas de drogas y cobrar extorsiones masivamente.

En la importante redada cayó alias Carloto, el supuesto cabecilla de la organización. Él, desde una silla de ruedas, ordenaba las operaciones criminales y recibía cientos de millones de pesos producto de las actividades ilícitas.

Las autoridades también destacan la detención de siete coordinadores, distinguidos con los alias de La Bruja, Ángel, Medios, Ombe, Trombo, Vivi y Ratón. Los 17 restantes serían jíbaros, encargados de los movimientos logísticos.

La Bruja ocupaba un lugar privilegiado, pues definía las potenciales víctimas de la extorsión y actuaba con base en la santería. En su residencia se descubrió una habitación con elementos de brujería. Aunque detrás de él hay más historia: “El hombre, presuntamente, habría participado en la desaparición forzada de Juan Diego Álvarez en noviembre del 2023, la cual se habría presentado debido a desacuerdos internos en el grupo delincuencial”, afirmó la institución.

Esta investigación se extendió por más de un año y se pudo establecer que, cada mes, tenían ganancias por 2 mil millones de pesos. La plata se movía por medio de transferencias bancarias y en efectivo, con billetes de 100, 50 y 20 mil pesos.

El grupo actuaba como una empresa legal: pagaba salarios cercanos a los dos millones de pesos, hacía integraciones para mejorar el clima laboral y costeaba el salario de abogados en el momento en que uno de sus cabecillas era detenido.

Con este resultado, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá calmó la angustia de los habitantes de diez barrios de Medellín que eran presionados para pagar cada semana extorsiones por seguridad, parqueo, loteo y servicios públicos.

Los detenidos fueron presentados ante un juez de la República por los delitos de desaparición forzada, concierto para delinquir; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.

La advertencia de la institución es que estos operativos no cesarán: “La Policía Nacional continuará trabajando con profesionalismo e innovación para fortalecer la convivencia y seguridad en esta región del país”.