ANTIOQUIA

Horror en Bello, Antioquia: encuentran dos cadáveres embolsados

En lo corrido de este año van 24 casos en el Valle de Aburrá.

5 de octubre de 2022
Cadáver envuelto en bolsas plásticas en Medellín.
La Policía encontró dos cadáveres envueltos en bolsas plásticas negras sobre la vía entre los municipios de Bello y Girardota. Cortesía Denuncias Antioquia. | Foto: Cortesía: Denuncias Antioquia.

En la mañana de este 5 de octubre la Policía encontró dos cadáveres envueltos en bolsas plásticas negras sobre la vía entre los municipios de Bello y Girardota, al norte del Valle de Aburrá, muy cerca a la estación del Metro de Bello, a pocos metros del puente de las Vegas.

El comandante encargado de la policía del Valle de Aburrá, Anibal Villamizar, sostuvo que por protocolos de criminalística no han podido establecer qué tipo de lesiones y causas de la muerte.

“Estamos en materia de investigación con relación a esta situación. Todavía no tenemos una hipótesis comprobada. El hallazgo se da en posición fetal dentro de bolsas plásticas color negro, por protocolo establece llevarlos a medicina legal donde establecerán las causas de la muerte”, dijo Villamizar.

Agregó que, el hallazgo fue en el momento que algunos uniformados de la policía regresaban de un requerimiento de la comunidad del sector por exceso de bulla en una de las viviendas del sector. Cabe recordar que esta cruel práctica era utilizada por los combos criminales de los “Triana”, quienes tienen presencia en esta zona del norte del Valle de Aburrá.

Asesinar personas y envolver sus cadáveres en bolsas es una práctica heredada del paramilitarismo. Aunque en Bogotá se identificó la pericia sistemática por parte del Tren de Aragua, en Medellín y el Valle de Aburrá es un crimen que no tiene un protagonista absoluto. En lo que va corrido de 2022, las autoridades han atendido 24 casos.

El ajuste de cuentas entre las organizaciones delincuenciales que operan en la capital de Antioquia es el argumento preliminar que pesa sobre los homicidios identificados, tal como ha ocurrido en los últimos diez años. Una fuente de la Policía Nacional reveló que los cometen “porque se fumaron lo que no debían fumarse o se robaron la plata”.

Los cuerpos que hasta agosto aparecieron dentro de las bolsas en el Área Metropolitana tuvieron signos de violencia. Buena parte de los escenarios documentados por las autoridades judiciales dan cuenta que los cadáveres estaban descuartizados y divididos en envolturas que, a pesar de las complicaciones operativas, pudieron ser identificados.

¿Quién responde?

Los emisores de estos hechos violentos son grupos del crimen organizado que tienen las capacidades de costear los homicidios. De acuerdo con el mapa de la Fiscalía General de la Nación, en esta región del país se tienen consolidadas más de 80 bandas ilegales que se sostienen con la extorsión y el tráfico de estupefacientes en toda la subregión.

Una de las hipótesis de las unidades de inteligencia de la Policía Nacional es que son los incumplimientos dentro de las organizaciones lo que suscita este tipo de asesinatos. Más allá de la tortura que padecen las víctimas, el objetivo es mandar mensajes al resto de enfilados con el fin de advertir sobre los alcances que podría tener la falta de palabra.

En la baraja de responsables de los crímenes reportados en las calles de Medellín no está el Tren del Aragua a razón de que es institución no tienen pruebas de que delinca en Antioquia, a pesar de que la oficina del alto comisionado para la paz señaló que hay reportes del grupo trasnacional en esta ciudad, además en Cauca y el Valle del Cauca.

Capturas por este delito en Bogotá

Por considerar que representan un grave peligro para la sociedad, los diez integrantes de la banda de Los Maracuchos fueron enviados a la cárcel. Estas personas, según las pruebas presentadas por la Fiscalía General, emprendieron una batalla sin cuartel para controlar el tráfico de drogas en el centro de la capital de la República.

En su argumentación, la jueza de control de garantías de Bogotá cuestionó la falta de escrúpulos y la sevicia de los procesados para ejercer actos de tortura en contra de los integrantes de los otros bandos, así como gente que estaría afectando su actividad ilegal.