Antioquia
Iglesia católica le pide al Clan del Golfo cesar el plan pistola en el Urabá antioqueño
27 uniformados han sido asesinados este año en Antioquia.
La Diócesis de Apartadó mostró preocupación por la arremetida violenta que ha asumido el Clan del Golfo contra la fuerza pública como retaliación por los golpes que ha recibido producto de las operaciones militares y judiciales.
En dos semanas, seis uniformados fueron asesinados por las unidades de sicariato de la organización delincuencial. Entre las víctimas hay miembros de la Policía Nacional y el Ejército, encarados por la subestructura de Carlos Vásquez.
Monseñor Hugo Alberto Torres, obispo de la Diócesis de Apartadó, repudió el plan pistola que ordenó activar en los municipios de Antioquia alias Chiquito Malo, quien funge desde octubre de 2021 como líder del Clan del Golfo tras la judicialización de alias Otoniel.
“Urabá pide paz. Rechazamos el plan pistola. Nos conmovemos con las familias que han perdido a los miembros de la fuerza pública que, en los últimos días, han sido asesinados en la zona”, mencionó el sacerdote.
Los ataques terroristas contra el Estado en Antioquia se han presentado en Apartadó, Ituango, Ebéjico, Necoclí, Peque, Uramita, Chigorodó, Turbo, Carepa, Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas.
Como resultado, 27 uniformados murieron y más de 40 salieron lesionados de los disparos y las detonaciones de artefactos explosivos. Frente a las estadísticas del año donde fallecieron 18 miembros de la Policía y Ejército, en los primeros siete meses de 2022 hay un crecimiento letal.
Ante este panorama, la Iglesia católica está promoviendo una manifestación pacífica y velatón en la subregión de Urabá para incitar a los ilegales a cesar las acciones violentas contra las instituciones que están prolongando el conflicto.
“Queremos convocarte para que nos acompañes a una marcha por la paz. Salimos de la Catedral hasta el Parque Ortiz, seis de la tarde día viernes 15 de julio, no faltes”, concluyó el obispo, que ha denunciado las constantes violaciones de derechos humanos en Antioquia.
¿Qué dicen las autoridades?
Las unidades de investigación de la Policía lograron establecer que el Clan del Golfo armó una estrategia de vigilancia para personalizar a sus víctimas y, sin mediar palabra, terminar con las vidas cuando los vean vulnerables.
Es decir, formaron a un grupo de personas -nombradas dentro de la organización como postes- para que dieran cuenta en tiempo real del paradero de la fuerza pública en los municipios donde tienen la capacidad de atacar. Por ejemplo, informan las rutas que toman cuando transitan por las carreteras: pasaron por el punto A y van hacia el punto B.
El plan pistola es una herencia que dejaron los capos de Medellín cuando empezaron a ofrecer dinero por el homicidio de cada policía. En las calles de la ciudad circuló el ofrecimiento de Pablo Escobar que iba desde un millón de pesos por un agente y tres por un oficial.
Según el registro de las víctimas del narcotraficante, al menos 500 policías murieron violentamente en la ciudad entre 1989 y 1992. Esa técnica ilegal fue replicada por cada uno de los grupos armados organizados para hacerle contrapeso al Estado.
El comandante de la región seis de la Policía, brigadier general Gustavo Franco, detalló que la institución activó un plan especial de seguridad que promete mermar la ofensiva de retaliación que asumió el Clan del Golfo en los pueblos de Antioquia, Chocó y Córdoba.
“Llegaron a esta zona del país los comandos LOBOS, el grupo de operaciones especiales contra el crimen organizado más especializado de Colombia, encargados de adelantar operaciones de asalto contra los cabecillas y acciones focalizadas contra los denominados puntos o postes”, afirmó el comandante en conversación con SEMANA.
Frente al avance en las investigaciones de los homicidios que se cometieron en el primer semestre de 2022 contra los uniformados, resaltó que acumulan varias capturas de presuntos responsables.