La historia de los colombianos que utilizaron a la nobleza española para saquear millones en Medellín

Una familia antioqueña de presunta ascendencia española engañó a 18 personas con la supuesta herencia de un ducado europeo. Para adquirir el título, el hijo tenía que cumplir con extravagantes lujos que fueron costeados con dinero prestado. Hoy no tiene la diplomatura ni aparece para pagar las deudas que suman 1.300 millones de pesos.

Con base en las denuncias que reposan en la Fiscalía, la historia fue protagonizada por Manuel Alejandro Estrada Cardona, un joven que no tiene pruebas para negar que nació y se crió en Medellín. No tuvo que interpretar el acento español para convencer a sus conocidos de que tenía allegados cercanos a la realeza que comandan el rey Felipe VI.

Todo sería producto de la herencia que le dejó el abuelo materno, conocido como Venancio Cardona. Mientras estuvo vivo, habría acumulado castillos, dinero, empresas e inmuebles distribuidos por el viejo continente. Esto podría llegar a ser de Estrada en dado caso de que pudiera certificar más de cien requisitos, por ser el único nieto hombre.

El cumplimiento de estas obligaciones era avalado por el Tribunal Económico de Madrid con base en el testamento que dejó el abuelo. Entre tantas cosas, debía vestir ropa de marca, pagar impuestos, hacerse a un negocio con recursos propios y ganar prestigio económico entre sus conocidos. Para cumplir el objetivo, vinculó a 18 personas para que le prestaran plata.

Alcanzó a recoger 1.300 millones de pesos. Le entregaron cuotas que superaron los $350 millones. Al parecer, eso lo dividió en exclusivas prendas, vehículos de alta gama y celulares inteligentes. También para costear el viaje de doce conocidos a Madrid, quienes darían fe ante el Tribunal de que las tareas fueron cumplidas al pie de la letra, tal como lo pidió el abuelo en el misterioso testamento.

En la comitiva estaban los sujetos más cercanos a Manuel Alejandro Estrada. Como requisito mínimo, la supuesta entidad dijo que debían conocerse hace un año. Ocho fueron nominados como testigos, dos como abogados y el grupo lo cerró él junto a su madre, quien también habría acolitado la novela. Todos se reunirían con los reyes.

Felipe VI y Letizia oficializarían la asignación del ducado al paisa. Para ello, se trasladaron a España a la espera de superar una audiencia que nunca llegó. Se mantuvieron en Madrid nueve días para lograr la cita y no se cumplió. Ahora bien, dos extranjeros se sumaron al elenco: les controlaron la agenda y les brindaron clases de protocolos para ver a los reyes.

En el itinerario incluyeron un viaje a Toledo para conocer las riquezas del abuelo, pero solo la pudieron ver de lejos. Así lo relató María Angélica Cabarcas, una de las asistentes y patrocinadoras del amargo paseo. Ella llegó a ese país para respaldar a Manuel Alejandro Estrada Cardona en su lucha para alcanzar el supuesto ducado que le delegó su apellido.

“Cuando fuimos a Toledo, nos señaló un castillo que era propiedad de Venancio, pero que no podíamos entrar porque estaba resto de la familia y andaban enojados con él porque fue el único heredero. Él no armó todo esto para presumir o mostrar algo de grandeza, solo quería lujos. Lo más extraño es que su madre lo acompaña en todo momento”, dijo.

No hubo mayor inquietud con eso. Regresaron a Madrid y, en medio de una caótica noche, les dijo que tenían que volver a Colombia sin dar mayores explicaciones. Cuando tocaron el suelo de Medellín, empezaron a descifrar lo que estaba detrás: fueron estafados y el protagonista se fugó para Estados Unidos junto a su madre.

Cuando lo iban a atrapar para desenmascarar su novela frente a las 18 víctimas, alcanzó a correr. Hoy las autoridades lo están investigando por el delito de presunta estada, mientras que las personas que cayeron en la trampa llaman la atención en las redes sociales para lograr dar con el paradero del autor de la historia que sorprendió al país.