Antioquia
La misteriosa desaparición de una madre y sus dos hijos en Medellín
Los tres fueron vistos por última vez en el barrio Castilla de la capital de Antioquia.
Las autoridades de Medellín están en alerta máxima por la desaparición de una familia que fue vista por última vez el 20 de junio en el barrio Castilla. Se trata de Angie Katherine Henao Arango y sus dos pequeños hijos, Tomás Henao Arango y Damián Henao Arango.
La administración distrital indicó que, una vez recibió el reporte de la pérdida, activó la ruta de búsqueda en todos sus canales. Sin embargo, “las causales de la desaparición no son parte de nuestra competencia. La investigación corresponde a otros entes”.
Ahora bien, la persona que reconozca los rostros y tenga información que pueda ayudar a los organismos a ubicarlos, puede suministrarla por medio de la línea telefónica +57 3242909801. “Cada segunda cuenta para buscar a un ser querido”, agregó la entidad.
¿Son comunes las desapariciones en Medellín?
Mientras que Carlos Alberto Arcila, defensor de los derechos humanos en la ciudad, se unió al clamor de solidaridad de todos los habitantes para localizarlos, dado que podrían estar corriendo riesgo, encendió las alarmas por el crecimiento de este fenómeno.
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A su juicio, cada vez más se portan personas perdidas en el Valle de Aburrá y muchas caen en las manos de las estructuras delincuenciales que, entre tantas cosas, se encargan de torturarles en medio de ajustes de cuentas u otros conflictos que los involucran.
“Las desapariciones se han aumentado. Bajan homicidios, pero aumenta la desaparición. Los actores armados siguen utilizando la desaparición y tortura, es algo muy silencioso y peligroso. Muchas veces, no aparecen los cuerpos”, manifestó el líder social.
¿Qué hace la administración?
Un grupo especializado de la alcaldía, denominado como ‘La ruta urgente de búsqueda de personas reportadas como desaparecidas’, le sigue el rastro a 810 registros de familiares que buscan a sus seres queridos. El 51 % corresponden a hombres y el restante a mujeres.
Ahora bien, la unidad de expertos informó que el fenómeno de la desaparición es una problemática que debe ser entendida desde diferentes conceptos, a razón de que no todas las situaciones están tipificadas como hechos delincuenciales.
La mayoría de los registros que llegan a la línea de emergencia 123 no constituyen la falta. Buena parte de los casos son situaciones asociados a la violencia intrafamiliar, sexual, al uso o utilización de sustancias psicoactivas o al padecimiento de enfermedades como la esquizofrenia, alzhéimer, depresión y bipolaridad. Pero no se baja la guardia.
“Es importante reportar la desaparición de manera inmediata y no dar espera, pues en el proceso de búsqueda, cada minuto cuenta. Le recordamos a la ciudadanía que es totalmente falsa la creencia que se tiene sobre tener que esperar a que pasen 72 horas para reportar una posible desaparición”, recomendó la Alcaldía de Medellín.
Una vez llega este informe, se trasladan las quejas a la Fiscalía General de la Nación, que es la entidad encargada de investigar estos casos. En el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) se asigna a un especialista para que trate el caso y se realizan las primeras labores de búsqueda, que pueden llegar a durar hasta tres meses.
En dado caso de que no haya resultados favorables para los denunciantes, la carpeta judicial se remite hacia una unidad del centro de acusación, donde inicia la judicialización y se reconoce a las familias como víctimas de presunta desaparición forzada o de una red de trata de personas, tal como ha ocurrido en el Valle de Aburrá.