ANTIOQUIA

“Le pido al Gobierno que no me entregué como trofeo a estos grupos ilegales”: el llamado del alcalde de Frontino tras amenazas

El mandatario sostuvo que en el municipio dos minas se encuentran activas.

10 de mayo de 2022
Jorge Hugo Elejalde, alcalde de Frontino
Jorge Hugo Elejalde, alcalde de Frontino | Foto: Cortesía

Luego de asumir la vocería de los 19 municipios del occidente de Antioquia, una de las subregiones más afectadas durante el paro armado del Clan del Golfo, el alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde, pidió al Gobierno nacional reforzar su esquema de seguridad, pues las amenazas en su contra por grupos armados siguen latentes.

“Yo juré proteger la vida y honra de los frontineños y lo seguiré haciendo, por eso, le pido al Gobierno nacional que no me entregué como trofeo a estos grupos ilegales, yo también merezco que me cuiden”, manifestó el mandatario, que también asegura que a la fecha no han atendido a su llamado.

Elejalde completó dos años sin poder visitar las veredas de su municipio, pues los insurgentes han sido claros en manifestar su poder en esta zona, situación que el alcalde no desconoce, lo que dio pie a realizar un llamado de alerta al Gobierno nacional, pero que -según él- la única respuesta que recibieron los mandatarios es que están “exagerando la situación”.

“El Gobierno nacional nos cerró todas las puertas, tiene una actitud petulante y arrogante, además minimizó toda la situación que estaba ocurriendo”, dijo al respecto.

Tras la explosión que se perpetuó ayer en el municipio de Cañasgordas, que pertenece a la subregión del occidente, el funcionario fue claro en resaltar el poder que tienen estos grupos, los cuales no se han extinguido por la extradición de Otoniel. “Creo que al volar esa caravana con 93 uniformados, matando ese soldado y ese policía, demostraron que tienen demasiado poder”, comentó Elejalde.

En diálogo con SEMANA, el mandatario reveló una peligrosa situación que aqueja el municipio, se trata de dos minas que se encuentran activas en la vereda Piedras Blancas, parte baja, las cuales fueron encontradas por campesinos del sector, y aunque el ejército tiene conocimiento de esto, aún se encuentran activas.

“Yo se las mostré al ejército, les dije la georeferenciación y hoy 15 días después siguen activas, yo no había querido contar eso para no alarmar más el pueblo, pero en vista de que no las desactivan se hace necesario”, dijo el mandatario.

¿Por qué iniciaron las amenazas en su contra?

Elejalde asegura que las intimidaciones se dieron después de cerrar la pista del aeropuerto de Frontino, en la que hace cuatro años, en el gobierno anterior, se habían caído una avioneta con cerca de 1.000 kilos de cocaína y la otra con muchos millones de pesos. Él mismo cataloga este espacio como “el mal de los males del pueblo”.

La decisión fue tomada cuando, al iniciar la pandemia, escuchaba sobrevuelos a altas horas de la noche, por lo que decidió inhabilitar la pista a raíz de las irregularidades que allí se presentaban. “Desde que yo cerré este aeropuerto comenzaron todos mis problemas”, explicó.

Aunque tiene dos hombres que lo cuidan, considera que no es suficiente, pero su amor por el pueblo hace que siga firme en su propósito, luchando por el legado que dejará a su hijo recién nacido y su hija de ocho años.

Finalmente, el alcalde aseguró que lo más importante de esta situación es que el jefe de Estado entienda lo que pasa en los pueblos de Antioquia sin tratar de minimizar los problemas de un “municipio sometido por un grupo de sinvergüenzas”.

“Alcaldes del occidente antioqueño reclaman de @infopresidencia una mayor atención a los graves problemas de orden público que padece la región por el confinamiento e intimidación a su población hoy atemorizada”, trinó el mandatario adjuntando la carta que envió a la Presidencia.

El escrito da cuenta de los hostigamientos a la fuerza pública en los municipios, sin distinción de zona urbana o rural, en medio de la población civil y el temor generalizado y absoluto con el que vive la comunidad. Frontino cuenta actualmente con al menos 100 soldados y 20 policías, sin embargo, “solo es necesario una cadena de WhatsApp o que salgan dos tipos en una moto para atemorizarnos y secuestrar el pueblo”, finalizó diciendo Elejalde.