Lo último: un soldado muerto y tres más heridos, víctimas de campo minado en Ituango, Antioquia

Sobre las 11:00 a. m. de este jueves 14 de julio, un nuevo ataque contra la fuerza pública se registró en el departamento de Antioquia, región que se ha visto mayormente afectada por los actos criminales de los grupos subversivos que delinquen en esta zona.

SEMANA conoció que tropas del Ejército Nacional, que adelantaban labores de patrullaje en el municipio de Ituango, cayeron en un campo minado dejando como saldo un soldado muerto y tres más resultaron gravemente heridos.

Este ataque se registró en la vereda El Río, perteneciente a este población antioqueña, donde soldados del Batallón de Infantería n.° 10 Coronel Atanasio Girardot fueron víctimas de la activación de un campo minado mientras realizaban operaciones de campo.

Ante esta acción terrorista, fue asesinado el soldado profesional identificado como Cristoffer Oviedo Ávila, quien tenía cinco años al servicio y era oriundo de Pereira. Por su parte, la institución lamentó lo sucedido, al tiempo que envía un mensaje de condolencias familiares y amigos.

“Este Comando brindará el apoyo necesario ante la Fiscalía General de la Nación, con el fin de que se judicialice con celeridad a los responsables del asesinato de nuestro militar”, se lee en el comunicado del Ejército.

Por otro lado, los soldados heridos fueron identificados como: Edwin Adolfo Riascos Benavides, Álvaro Javier Izquierdo Solano y Alfredo Ibáñez Baraque. Estas personas fueron atendidas por las tropas y evacuadas hacia el Hospital de Ituango; se espera traslado por actos urgentes en aeronave hacia la ciudad de Medellín.

Así las cosas, el Comando de la Cuarta Brigada indicó que: “Según las primeras informaciones, este hecho habría sido perpetrado por presuntos integrantes del grupo armado organizado Clan del Golfo”.

En ese sentido, el Ejército Nacional intensificará la ofensiva con el fin de neutralizar a los integrantes de esta organización criminal y demás grupos armados organizados que alteran la seguridad y tranquilidad de la población en esta zona del departamento de Antioquia.

¿Quién ordena las acciones terroristas?

Los grupos de inteligencia del comando de la Policía en Antioquia dieron con los presuntos responsables de las acciones terroristas que han afectado a la fuerza pública en el departamento. En el último mes, alias Richard y Silvestre habrían ordenado el homicidio de cuatro uniformados.

Los dos hombres están enfilados en el Clan del Golfo y el accionar delincuencial se remonta a hace varios años cuando empezaron a empuñar un arma y hoy tienen voto dentro de la organización ilegal que tiene acorralada a las poblaciones que están ubicadas en la entrada del Urabá antioqueño.

Alias Richard es señalado por la comunidad como el jefe del brazo armado Edwin Román Velásquez del grupo que comandó hasta el año pasado alias Otoniel, hoy recluido en una cárcel de Estados Unidos. A Richard también le atribuyen la acción ilegal que terminó con la vida de siete militares en el municipio de Frontino.

“Es un delincuente que ha militado dentro de la guerrilla, ahora dentro del Clan del Golfo. Es un delincuente que viene desde sicario, manejando una parte de finanzas y ahora le entregan el manejo del componente delincuencial hacia el occidente, en el cual viene creando terror”, reveló el comandante de la Policía en Antioquia, coronel Daniel Mazo Cardona.

Las denuncias interpuestas ante las autoridades lo vinculan con el homicidio selectivo de la fuerza pública y miembros de las comunidades que resultan un obstáculo para él. De igual manera, es señalado de liderar las extorsiones y tomar el control con las armas de fuego de los bienes y las economías locales.

Mientras que alias Silvestre funge como cabecilla del Clan del Golfo en el municipio de Uramita, donde el fin de semana fue asesinado el subintendente Wilmer José Genes, comandante en cargo de la estación de Policía de esa localidad; en ese mismo hecho quedaron heridos otros dos uniformados cuando se movilizaban en la camioneta de la institución luego de recibir un llamado de la comunidad.