Antioquia
Los repugnantes chats de extranjero que pedía niñas en Medellín: “Va a llorar y me pedirá que pare”
Stefán Andrés Correa, capturado en Miami, pedía menores que lloraran mientras él las abusaba sexualmente.
Cada vez se conocen detalles más repugnantes de explotación sexual infantil en Medellín, por parte de redes de trata de personas que disponen del cuerpo de las menores para ser vendidas a ciudadanos extranjeros, la mayoría estadounidenses, quienes llegan a Colombia a cometer todo tipo de vejámenes.
Luego de que el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, anunció en su cuenta de Twitter la captura de un hombre en Miami que pretendía viajar a Colombia para abusar de niñas entre 11 y 12 años, dejó al descubierto la forma como opera toda estructura criminal y pedófila.
“Ningún delincuente seguirá haciéndoles daño a los niños y niñas de nuestra ciudad! En una acción coordinada con el gobierno de EE.UU, fue capturado Stefan Andrés Correa, ciudadano estadounidense de 42 años que confesó haber ingresado, desde el 2023, 45 veces a nuestro país para sostener relaciones sexuales con menores de edad. Durante su captura en Miami, cuando pretendía volver nuevamente a Colombia, le fueron halladas conversaciones donde ya había negociado a 4 menores entre los 11 y 12 años”, dijo el mandatario en sus redes sociales.
Al respecto, SEMANA conoció parte de las pruebas que pusieron a Correa en la mira de las autoridades. Chats del extranjero con un presunto tramitador motivaron su captura en Miami, justo antes de que viajara de nuevo a Colombia.
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En uno de los apartados, el pedófilo le indica al supuesto tramitador: “Para ser honesto, la penetro completamente y termino dentro de ella. No quiero que ella diga “no” o “hasta donde puedes llegar”. Ella necesita entender que necesita que yo disfrute sin marcha atrás”, dice uno de los chats en poder de las autoridades.
Lo que sigue es más escalofriante. Correa reconoce que disfruta con el dolor y sufrimiento de las niñas. “Lo vamos a hacer en diferentes posiciones. No quiero que me apresuren, quiero disfrutarlo y poder repetirlo, ¿entiendes? Ella no es la primera que me ha llorado. Las otras chicas se abren, me besan y lo aguantan hasta media hora. Necesito que ella entienda, si llora, voy a seguir adelante. Por favor, no interrumpas, pase lo que pase”.
Luego señala los supuestos premios que le daría a las niñas que cumplan sus aberrantes fantasías sexuales. “¿Vale? Si todo va bien, puede ser un iPhone XS. ¿Déjame saber lo que piensas? Podemos besarnos para que ella entienda lo bueno que será. Y tal vez sea un XS Max, pero en serio, ella necesita comprender la belleza de amor y alegría”.
Correa, obsesionado por el dolor infantil, le repite al traficante si la niña que él le conseguirá llorará durante el abuso sexual. “¿Me va a dejar llegar hasta el final o llorar y me pedirá que pare?”, a lo que el supuesto tramitador responde: “Obviamente, ella lo va a hacer”.
Y es ahí donde revela el precio que está dispuesto a pagar: “Ok, entonces, 300.000 para ti y 300.000 para ella y un iPhone 7 u 8 Plus”.
Los chats en poder de las autoridades terminan con otro pedido insistente de Correa por generar dolor a las menores. “Necesitas estar en el baño, por favor, para que haya privacidad, porque probablemente volverá a llorar del dolor. Así sabrá que no hay vuelta atrás. Ella tendrá que permitirme disfrutar y podrá intentar disfrutar ella misma. Si ella se porta bien y me cuida bien, podrás seguir trayéndola, y cada una recibirá 300k”.