Antioquia
Orden de desalojo enfrenta a la Policía con invasores de tierras en Necoclí, Antioquia
Los campesinos se niegan a soltar el terreno sobre el que vienen construyendo de manera continua desde 1992.
La Policía Nacional llegó en la mañana de este martes 1 de noviembre al corregimiento Totumo del municipio de Necoclí para hacer efectiva una orden judicial: sacar de un terreno a las familias que lo están ocupando de manera irregular desde hace más de 30 años.
Sin embargo, las comunidades les cerraron el paso a los uniformados, que tuvieron que recibir refuerzos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), recientemente bautizado por el Gobierno nacional como la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden.
La Fuerza Pública llegó con un documento en las manos expedido por el Tribunal Superior de Antioquia donde pidió la restitución efectiva del predio conocido como Bella Vista, cuya extensión es superior a las 40 hectáreas, para retornarlo a los dueños.
Ellos perdieron el control de su tierra a mediados de 1992 cuando las víctimas del conflicto se empezaron a refugiar en su propiedad, con el fin de esquivar las confrontaciones armadas que se estaban dando en el Urabá antioqueño.
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Con los meses la situación se salió de control. En las parcelas se ubicaron 180 familias sin contar con el visto bueno de los titulares. Muchos entraron a la finca con instinto de supervivencia, mientras que otros pagaron un pedazo del terreno para armar su casa.
Un juez concluyó que la invasión no está al margen de la ley, entonces deben soltar las propiedades que tomaron hace tres décadas como suyas. Sin embargo, ese fallo se ha tratado de cumplir en cinco oportunidades, pero el orden público no cede.
Las comunidades están convencidas de no mover un solo cajón del sitio porque se consideran vulnerables. Aunque la Policía Nacional trata de imponer el orden, las familias están dispuestas a impedir la ejecución del fallo expedido desde el Tribunal de Antioquia.
Prueba de ello es el escenario que hoy se está viendo en el corregimiento donde están asentados. En imágenes registradas en redes sociales se observa a las personas hacerles frente a las unidades del Esmad que insisten en el pronto desalojo.
Los campesinos lanzan golpes con palos hacia los escudos de los uniformados y emiten palabras de alto calibre en contra de ellos por cumplir la orden, mientras que con gases lacrimógenos maniobran desde el otro bando con el fin de asegurar el control en la zona.
Una de las personas que le está haciendo contrapeso al fallo es Hoover Acosta. Hace seis años llegó a la finca Bella Vista. Armó una vivienda para sus padres, tres hermanos y su compañera sentimental. Hoy, están obligados a salir del terreno y soltar lo que edificaron.
“En este momento no es claro quién tiene que salir del predio. Lo único cierto es que la comunidad no quiere que nadie salga y así lo vamos a luchar. Todos somos víctimas del conflicto y merecemos un hogar digno para vivir”, dijo el campesino de Necoclí.
Mientras los uniformados insisten en el desalojo, otra porción de las familias que tienen que evacuar la zona están justificando su presencia con un documento de compraventa que daría cuenta de que la tierra fue adquirida en el pasado por ellas.
No obstante, el papel no tiene efecto a razón de que sujetos inescrupulosos comercializaron la tierra de manera ilegal, dado que no tenían el consentimiento de los propietarios de la finca para repartir ampliamente metros cuadrados.
La petición judicial es clara: en tres días tiene que estar desocupada la tierra. También, la administración del municipio de Necoclí tiene la obligación de garantizar la reubicación de los desalojados, calificados por el juzgado como población vulnerable.
De igual manera, la Alcaldía deberá facilitar el retiro, traslado y custodia de cada uno de los bienes muebles y enseres que serán removidos del predio esta semana, en dado caso de que se cumpla el fallo al pie de la letra y no suscite otro aplazamiento.