Medellín
Pediatras de Medellín suspenderán funciones por falta de pago
La Alcaldía de Medellín analizará esta tarde el escenario que viene mientras que los médicos insisten en que la única solución es pagar la deuda que supera los 1.600 millones de pesos.
20 médicos del servicio de pediatría del Hospital Infantil Concejo de Medellín dejarán de atender a 100 menores el próximo domingo porque les deben el salario de nueve meses.
El anuncio lo hizo la agremiación Talento Humano en Salud (TAHUS), organización que agrupa a los pediatras del Hospital y que sirve de intermediaria para contratar al personal del servicio del centro médico desde hace diez años.
Según la directora de TAHUS, Ana Pacheco Vargas, la deuda es superior a los 1.600 millones de pesos, “correspondiente al trabajo desarrollado por los pediatras desde el mes de junio de 2021″.
Si bien desde 2012 firmaron un acuerdo para sostener la alianza pediátrica con el Hospital, fue en 2020 cuando iniciaron los incumplimientos del contrato con el pago irregular de los salarios.
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“Todo se dio por el cambio que hubo en la administración. Durante todo este tiempo la agremiación asumió el pago del servicio, pero ya se sale de las manos. Desde hace nueve meses no pagan, los pediatras siguieron trabajando por un asunto social”, argumentó el abogado de los médicos, Esteban Bustamante.
Ahora bien, los pediatras lanzaron un ultimátum: “Si no pagan la deuda, dejaremos de prestar el servicio el domingo 24 de abril a partir de las siete de la noche”.
En consecuencia, cerca de 100 pacientes deberán ser remitidos a otras instituciones para continuar sus procesos de salud. Es decir, no habrá personal para atender a las unidades de cuidados intensivos, centros de hospitalización y a las salas de urgencias.
Este escenario se suma a una denuncia que presentó el periódico El Colombiano, según la cual los trabajadores del Hospital Infantil Concejo de Medellín aseguraron que “en las instalaciones hay escasez de medicamentos y de insumos como manillas para identificar a los pacientes, papel higiénico y toallas desechables”. Sin embargo, la dirección general desestimó las quejas.
Todos estos problemas deberán ser resueltos por la alcaldía de Medellín, MetroSalud y el Hospital General de Medellín, dueños del centro médico. SEMANA conoció que esta tarde se llevará a cabo una reunión para analizar la emergencia que se avecina y concertar con los profesionales de la salud.
El lío que tiene en apuros a familias del barrio Moravia de Medellín
Por otro lado, la organización Región de los dos Ríos manifestó este jueves su rechazo al desalojo anunciado por parte de la alcaldía de Medellín a las familias residentes en el sector de Moravia.
El fallo le ordena a la administración municipal continuar la caracterización de las familias de la zona y la reubicación de las mismas. Por esa razón, habitantes del Morro se tomaron las calles el pasado lunes 18 de abril y bloquearon la vía Regional para expresar su descontento ante la orden de desalojo.
En el comunicado emitido, la comunidad asegura que ha sido víctima de constantes ataques y recalca que este barrio se ha formado a través de la autogestión, “convirtiendo lo que antes era un basurero en un territorio de vida”.
“La alcaldía de Medellín es la responsable de generar el riesgo ambiental en el Morro de Moravia, que hoy utiliza como excusa para ordenar el desalojo y expulsar a la comunidad de su territorio, pues la administración municipal contaminó el suelo al decretar el Morro como un botadero de basuras sin decretar ninguna medida para disminuir sus impactos”, señala el comunicado.
El desalojo busca detener la presunta ocupación ilegal que varias familias han hecho del Morro desde mediados del 2021 y que tiene en riesgo el territorio.
Sin embargo, los habitantes reafirman que la administración municipal tiene una deuda histórica con esta comunidad a la que se le ha negado el acceso al agua potable, el gas y la energía por declararse zona de alto riesgo.
Por su parte, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero insistió: “El Morro de Moravia es realmente un morro artificial creado de basura. Esa basura está produciendo unos gases que se están acumulando, y de tiempo en tiempo se vuelve una bomba que ha causado incendios de forma periódica y reiterativa. Ningún alcalde y ningún funcionario público puede dejar que estén ahí, eso no es una alternativa”.