Antioquia
Quedó en libertad comandante de la Policía capturado por desobediencia e implicado en muerte de patrullera, en Yarumal, Antioquia
El oficial, presunto implicado en la muerte de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, habría hecho caso omiso a una orden de no exponer a los uniformados durante el paro armado del Clan del Golfo.
El comandante de la estación de Policía del municipio de Yarumal, Antioquia, mayor Darlington Macías Trejos, quedó en libertad, después de la captura en investigación en su contra por presunta desobediencia que acabó con la muerte de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta y el subintendente Sergio Yepes Páez el pasado 23 de julio en zona urbana de este municipio.
El general Marco Aurelio Bolivar Suárez, fiscal General de la Justicia Penal Militar, en su visita en Medellín informó que el mayor de la Policía quedó en libertad, pero seguirá vinculado al proceso.
“El tribunal superior militar y policial le otorgó la libertad y que se mantenga dentro el proceso, porque este sigue”, dijo el general Bolívar.
El procedimiento de la captura se había realizado en la mañana del pasado 5 de agosto en instalaciones de la estación de Policía de este municipio del Norte antioqueño, a donde llegaron con una orden judicial emitida por la justicia militar. El comandante Macías había entrado en investigación porque habría ignorado una orden de retirar las patrullas del cuadrante ante los constantes ataques que se estaban presentando por parte del Clan del Golfo, donde habían anunciado un ‘plan pistola’ para asesinar a uniformados de la Policía en todo el país.
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La patrullera y el subintendente murieron baleados por integrantes del Clan del Golfo en el barrio Santa Matilde, de ese municipio, cuando se desplazaban para atender un caso de orden público.
A la cárcel presuntos asesinos de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta en el despiadado ‘plan pistola’ del Clan del Golfo
El subintendente de la Policía Sergio Yepes Páez y la patrullera Luisa Fernanda Zuleta fueron víctimas del llamado ‘plan pistola’ perpetrado por el Clan del Golfo contra los uniformados en todo el país. La patrullera y su compañero fueron asesinados el 23 de julio, mientras cumplían labores de vigilancia en el barrio Santa Matilde, en el municipio de Yarumal, Antioquia.
La Fiscalía adelantó la investigación y logró establecer la presunta relación que tendrían los ahora capturados con los violentos hechos que dejaron como víctimas a los dos uniformados que, simplemente, estaban atentos a las necesidades de la comunidad en ese municipio. Los fiscales presentaron las pruebas y los supuestos responsables fueron enviados a la cárcel.
Luego de valorar los elementos materiales probatorios presentados por la Fiscalía General de la Nación, un juez de Control de Garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Nelson Enrique Arenas Quiñones, alias Correcaminos, y a Yorman Arbey Posada Orrego, alias Corozo”, dijo la Fiscalía.
El hombre capturado y conocido con el alias de Correcaminos, de acuerdo con el material de prueba, sería cabecilla de la organización criminal en esa zona del país y fue, según la información, el encargado de dar la orden de matar a los uniformados. Alias Corozo y otras dos personas, los responsables de materializar la orden asesina.
La pistola del Clan del Golfo usada para cometer 31 asesinatos
Entretanto, el Sistema Único de Comparación Balística de la Policía Nacional encontró que dos armas de fuego incautadas a los integrantes del Clan del Golfo fueron utilizadas en varios homicidios perpetrados en varios municipios de la subregión del Urabá antioqueño. Ambas pistolas están involucradas en el asesinato del patrullero Jesús David Murillo Santos el pasado 11 de julio en Apartadó.
El patrón fue identificado luego de que los investigadores cruzaran las imágenes microscópicas de las vainillas y proyectiles recolectados en el lugar de los hechos. En particular, el Sistema comparó cuatro pistolas y dos revólveres que estaban siendo portadas por los sicarios de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en medio del plan pistola contra los miembros de la fuerza pública.
Según la trazabilidad de la línea de tiempo construida por la institución, la pistola marca Beretta -que tiene el sello 92FS-Cal 9 milímetros- fue accionada en 31 ocasiones, terminando con la vida del mismo número de personas. Es decir, desde el 2020, el arma generó diez homicidios anualmente. Mientras que en 2022 registró una muerte violenta, protagonizada por un miembro de la Policía.