Antioquia
Revelador: aeronave accidentada en Medellín no tenía caja negra, entre otros elementos. Así avanza la investigación
Los investigadores continúan en el sitio de la emergencia, con el fin de retirar cuidadosamente las piezas que puedan rescatar.
Tras el accidente del avión tipo PA-31 de matrícula HK5121 que se chocó en una zona residencial de Medellín y que dejó ocho víctimas mortales, la Aerocivil adelanta las investigaciones y el retiro de las partes que se puedan rescatar de la aeronave, con el fin de establecer las verdaderas causas que llevaron al terrible hecho.
Aunque dejaron claro que los tripulantes habían anunciado a la torre de control sobre fallas en el motor segundos después del despegue, aún continúan con el retiro de estas piezas tras el voraz incendio que ocurrió en el momento que chocó la aeronave.
“Hay algunos elementos visibles del avión, están en mal estado, pero podrán ser inspeccionados. Lo que estamos retirando son otros componentes, como controles de vuelo, algunos instrumentos para verificarlas”, explicó Miguel Camacho, director técnico de investigaciones de accidentes de la Aerocivil.
Además, la aeronave no tenía caja negra, ni registradores de vuelo. Así las cosas, el funcionario de la Aerocivil explicó que eso es un reto para los investigadores, por lo que deberán acudir a otras evidencias, con tal de llegar al resultado completo del estudio. Por ejemplo, van a hacer el retiro de las partes de forma muy cuidadosa para no generar un riesgo estructural en las viviendas afectadas. Reiteró que todas las comunicaciones con la torre de control se rescatarán.
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“Inicialmente, las piezas del motor que se puedan rescatar serán trasladadas al Aeropuerto Olaya Herrera, donde le realizarán estudios con recursos propios. Si es el caso, también podrían ser llevadas al exterior algunas piezas”, agregó Camacho.
En un comunicado, la Aeronáutica Civil informó que la investigación se orienta, por lo tanto, hacia la confirmación de la falla reportada por la tripulación, y la determinación de su origen, mediante la práctica de inspecciones especializadas a los motores y a otros componentes.
Asimismo, confirmaron que se descartarán otras posibles causas del suceso y se confirmarán aspectos tales como el peso y balance de la aeronave y los cálculos de rendimiento bajo las condiciones ambientales predominantes en el aeródromo a la hora del despegue.
“De otra parte, se ha confirmado, por parte de la Autoridad Aeronáutica, que la tripulación se encontraba al día con sus requisitos de aptitud psicofísica, de entrenamiento y de proeficiencia en la operación de la aeronave”, contaron en el comunicado.
Cabe recordar que, con los registros preliminares, el operador gestionó las inspecciones técnicas requeridas por la aeronave; además, las licencias y los certificados médicos de los dos pilotos que fallecieron, estaban en regla.
De acuerdo con la atención de la emergencia, no se registraron lesiones a personas que se encontraban en las viviendas. Para el efecto, fue necesario evacuar cuatro (4) viviendas y a 17 personas, quienes fueron acomodadas en alojamientos cercanos por cuenta de la empresa Aeropaca. Otras doce viviendas resultaron con afectaciones menores (caída de pequeñas partes o golpes de la aeronave, y vidrios rotos).
Por último, los familiares de todos los fallecidos se encuentran en la capital antioqueña con el apoyo de Aeropaca y la Aeronáutica civil, quienes están pendientes de que cumplan los requerimientos de atención psicosocial.
Crónica de una tragedia
El reloj marcó las 10:14 a. m. de este 21 de noviembre. Julián Andrés Aladino y Sergio Guevara Delgado recibieron el visto bueno por parte de la torre de control del aeropuerto Olaya Herrera de Medellín para volar hacia Chocó con seis pasajeros. En ese momento inició una tragedia que hoy lamenta el país: ocho personas murieron tras un accidente aéreo.
Antes de las diez llamaron a embarcar a las personas que compraron un tiquete en el Grupo San Germán Express con destino al municipio de Pizarro. En los asientos estaban Jorge Cantillo Martínez, Dubán Ovalle Quintero, Anthony Mosquera Blanquiceth, Pedro Pablo Serna, Melissa Pérez Cuadros y Nicolás Jiménez, este último gerente de la compañía aérea.
Todos se abrocharon el cinturón y la tripulación hizo cumplir las normas que exigen las autoridades para adelantar vuelos en Colombia. Sin embargo, en el momento en que se encendieron los motores y empezó a rodar la aeronave por la pista de la capital de Antioquia, uno de los equipos falló. El capitán alcanzó a alertar sobre la afectación.
En la torre de control recibieron un mensaje cifrado en códigos que traducían una declaratoria de emergencia. El emisor de las palabras fue Julián Andrés Aladino. De inmediato se activaron los protocolos al interior del aeropuerto para despejarle la terminal a razón de que era inminente su regreso. Todos los equipos estaban listos para recibir la aeronave en la pista.