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Riña en estación de Policía La Candelaria, de Medellín, deja 14 heridos; el hacinamiento ya llega al 238 %
En el sitio hay quienes llevan esperando a que se defina su situación durante varios meses.
Aunque su capacidad es para 75 personas detenidas, en la Estación La Candelaria de Medellín hay actualmente casi 250, por lo que el hacinamiento provoca que unos tengan literalmente que dormir encima de los otros, y se convierta en un foco para las enfermedades y los problemas de convivencia.
En las últimas horas, precisamente, se registró una riña en este lugar que dejó a 14 internos heridos, los cuales debieron ser trasladados a diferentes centros asistenciales de la capital antioqueña. Esta situación está siendo atendida por la Personería de Medellín, que advierte además que estas instalaciones están pensadas para que alguien permanezca privado de su libertad por un periodo máximo de 72 horas, pero hay quienes llevan esperando a que se defina su situación durante varios meses.
De acuerdo con Angélica Patricia Angulo López, quien es la líder del Observatorio del Sistema Penal Penitenciario y Carcelario de la Personería de Medellín, la Unidad Permanente para los Derechos Humanos acudió a un llamado hecho por la Policía Nacional tras esta pelea al interior de las celdas. Indicó que los reclusos que resultaron lesionados fueron llevados a nuevos lugares de detención de la ciudad, de acuerdo a la orden que mantienen los jueces en su contra para la privación de la libertad.
“Esta es una situación que genera el mismo hacinamiento; esta es una estación de Policía en la que se pueden albergar 75 personas y al día de ayer domingo 23 de octubre había 244″, indicó.
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Afirmó igualmente que la Personería de Medellín ha sido enfática en que estos lugares no cuentan con las adecuaciones físicas y operativas para mantener en su interior población privada de la libertad. Aseguró que ya está vencido el término dado por la Corte Suprema de Justicia para la entrada en funcionamiento de la Cárcel Metropolitana, pero que esta orden sigue sin cumplirse, por lo que se continúan dando esta clase de circunstancias.
“Al parecer estas situaciones son de nunca acabar, porque no hay decisiones concretas o al menos avances que vayan al ritmo de la crisis humanitaria que vive la población privada de la libertad en estos diferentes establecimientos transitorios”, puntualizó.
Las cifras que maneja la Personería de Medellín, en Antioquia, muestran que en las zonas de detención que existen en los siete distritos que incluyen también al área metropolitana; así como en las instalaciones en cercanías a la Plaza Minorista y los calabozos de la SIJIN, hay cerca de 2.500 internos a pesar de que la capacidad estimada es de 733 personas.
De estas hay aproximadamente 240 extranjeros, 630 ciudadanos que ya están condenados y 1.820 indiciados; para alcanzar una cifra de hacinamiento que supera el 238 por ciento.
Pero no solo este factor de la sobrepoblación es el que ocasiona dificultades en La Candelaria, pues hace pocos días, en uno de los fuertes aguaceros registrados en la capital antioqueña, las alcantarillas terminaron saturadas y el agua empezó a filtrarse hacia las celdas; por lo que se debió atender esta situación que agrava aún más la estadía de los reclusos, quienes recibieron en las jornadas posteriores colchonetas y otros elementos básicos para su supervivencia.
Entre las campañas que adelanta la Personería de Medellín con la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, la Registraduría Nacional, Migración Colombia, la Procuraduría General y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, (Inpec); se encuentra una que va dirigida a lograr que en las bases de datos se ingresen con mayor celeridad las referencias de identificación de las personas que son de otros países.
Precisamente en los centros de detención transitoria de la capital antioqueña hay 234 personas de nacionalidad extranjera, siendo la mayoría de ellas venezolanas, que en muchos casos tienen definido ya su traslado a un centro penitenciario, pero siguen varadas en estos lugares porque no existe constancia de su información en los documentos que debe diligenciar el Inpec, debido a las falencias a la hora de registrar sus huellas en las estaciones.