Suplantan a un comandante del Ejército para pedir “apoyos económicos” en Antioquia

La Séptima División del Ejército Nacional denunció que personas inescrupulosas están suplantando al comandante de esa unidad para pedir dinero por medio de WhatsApp con el propósito de respaldar supuestas obras benéficas a favor de los militares en Antioquia.

Los mensajes han llegado a los teléfonos de mandatarios locales y secretarios de despacho con el nombre del brigadier general Óscar Leonel Murillo Díaz. El fenómeno no fue identificado recientemente, desde el año 2022 se están aprovechando de la situación.

Las comunicaciones llegan desde el número 3133391051 y las transferencias bancarias al 3227751653. Los delincuentes fijan el monto que deben consignar con el propósito de patrocinar un falso proyecto, tanto en la Séptima División como en la Cuarta Brigada.

El episodio más reciente tuvo lugar en el municipio de Itagüí. Un alto funcionario de este municipio recibió el siguiente texto: “Doctor, buenos días. Le habla el general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Séptima División”. Luego pidieron más de un millón de pesos.

Para convencerlo, plantearon una macabra historia. Relataron que un soldado, oriundo de esa localidad, tenía una hija con cáncer terminal en la ciudad de Bogotá y necesitan pagar una ambulancia medicalizada con el fin de que pasara sus últimos días con el papá.

Entre tantas cosas, argumentaron que la EPS no podía costear ese viaje porque estaba fuera de los beneficios legales. Así las cosas, esperaba de la Alcaldía una colaboración de $1.300.000. Todo se dio por WhatsApp y el funcionario no cedió a las pretensiones.

Puso en conocimiento de las autoridades la repetida escena y, nuevamente, el Ejército encendió las alarmas: “En referencia a las llamadas y textos de mensajería instantánea solicitando apoyos económicos a nombre del general Murillo, esta información no es real”.

Los estafadores están sin freno en Antioquia y acuden a los celulares para tramitar sus objetivos. Los casos se han reportado en los municipios de Anorí, Barbosa, Bello, Cocorná, El Bagre, Guarne, Itagüí, Medellín, Rionegro, Sabaneta, Argelia, Campamento y Apartadó.

Según los datos del Sistema de Información Estadística, Delincuencial, Contravencional y Operativa de la Policía Nacional, entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023, se recibieron 419 denuncias donde referenciaron exigencias ilegales de dinero.

El modus operandi identificado por las autoridades señalan que los delincuentes acuden con frecuencia a cartas extorsivas, llamadas telefónicas e intercambio de mensajes por las redes sociales. Los comerciantes son las víctimas frecuentes de esta situación.

Por ejemplo, pocas fueron las personas que se salvaron de caer en las garras de la extorsión del grupo que comandó alias Pipe en el centro de la ciudad de Medellín. Hay 500 quejas sobre una red que aterrorizó y desocupó los bolsillos del sector.

Los supuestos criminales se paseaban como cualquier turista por las calles de la Plaza Botero, Parque Berrío, La Veracruz y San Benito, recogiendo dinero en cada local que se encontraran abierto. La vacuna les aseguraba un ambiente tranquilo a los comerciantes.

No solo sometían a los propietarios de tiendas, almacenes y restaurantes. En la lista de víctimas también están las trabajadoras sexuales. Además, los ‘dueños de lo ajeno’ fueron obligados a entregar plata con el fin de tener el visto bueno para delinquir en la zona.

Con base en la evidencia recopilada por agentes especiales de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el cabecilla de la estructura decidía a quién se le cobraba y daba el nombre del ciudadano que podía esquivar las obligaciones. Su palabra, al parecer, era ley.

La recolección de los billetes no era una tarea fácil. Los presuntos delincuentes ejercían violencias e intimidaciones cuando daban indicios de resistencia. Las autoridades judiciales sospechan que once personas estaban detrás de este oscuro negocio.

Ellos habrían alcanzado a recopilar 500 millones de pesos cada mes. Durante el tiempo que estuvieron activos y pudieron despistar a la Fuerza Pública, tal vez pudieron haber disfrutado de seis mil millones de pesos, según la hipótesis central de la investigación.