Judicial
Tira y afloje por un hijo: esta es la historia que tiene a niño de 3 años en medio de un pleito familiar
SEMANA conoció la historia de un menor que habría sido separado de su madre mientras ella aún lo alimentaba con leche materna y pese a que denunció a su expareja por maltrato intrafamiliar. Él dice que es ella la victimaria.
A las comisarias, juzgados de familia, altas cortes y fiscalías, llegan al día decenas de denuncias de supuesto maltrato familiar. Muchas veces detrás de ellas se esconde la intención de querer hacer daño a la expareja y utilizar a los hijos como si se tratara de un trofeo en la disputa. En muchas otras se alerta de posibles tragedias en las que la vida de mujeres, hombres y menores de edad está en riesgo.
Llama la atención que en medio de tantas leyes que existen para proteger los derechos de los menores de edad, las restricciones son tales que no se pueden ni denunciar abiertamente. Si la madre hace público el tema en redes sociales o en un medio de comunicación, identificándose ella, el papá o al menor, la culpan de revictimizar a su pequeño. Si las instituciones no actúan con prontitud o se tiene duda de su transparencia, pareciera no existir otro camino que el silencio.
Eso es lo que denuncia María* una mujer de 28 años que desde que su bebé tenía un año de edad y cuando aún lo alimentaba con leche materna, su expareja Diego* decidió iniciar un proceso para que el menor viviera con él y no con ella. Lo que denuncia María es que le violaron el debido proceso en la Comisaría 14 de El Poblado, Medellín.
Meses atrás, el 27 julio de 2021, María denunció ser víctima de supuesto maltrato intrafamiliar ante la Fiscalía General de la Nación, en la que nombraba que él en estado de alicoramiento llegaba a agredirlos verbal y económicamente, incluso hay fotografías en las que se demuestra puertas golpeadas y averiadas la madrugada del 26 de julio de ese año.
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Todo habría sucedido mucho antes de la audiencia de pruebas de la Comisaría (28 de abril de 2022) y del fallo que esta dio tres meses después. Sin embargo, la denuncia que ella interpuso no avanzó, ni tampoco fue tenida en cuenta por el comisario, no la nombra dentro de los documentos.
Por su parte, sí avaló las pruebas que presentó Diego de supuesto maltrato y descuido del niño, entre ellas un diagnóstico de un pediatra particular que lo atendió un fin de semana que el niño estaba visitando al padre. Además, algunos testimonios del jardín infantil al que asistía el niño en el que decía que la mamá lo llevaba en pijama y que evidenciaba descuido.
“Todo eso fue comprado y arreglado”, dice la mujer desesperada mientras muestra a SEMANA una carpeta completa de fotos, vídeos, certificados de vacunas y controles médicos del niño, desde la fecha de nacimiento hasta que lo tuvo con ella, en el que se evidencia que nunca existió un concepto desfavorable de los expertos.
Este medio conoció algunos de los videos que fueron presentados como prueba de presunto maltrato de María contra Diego y su hijo. Se escucha a la mujer decir, mientras acaricia al bebé al que está cambiando: “Me tenés a mi niño hermoso, mi bebé solo. Me mostrás videos humillándonos, que sí podés ser un papá con otra persona y con mi hijo solo miserias descarado”.
En otra filmación que él pasa como prueba del supuesto maltrato, se ve a la mujer alimentando al bebé de su pecho, diciéndole a Diego que se va a realizar una cirugía y que su paciencia se agotó porque $ 600.000 al mes no son suficientes para mantener al pequeño, debido a que viven en un estrato alto. El hombre le confirmó a SEMANA que para esa época tenía un trabajo en el que devengaba mensualmente 25 millones de pesos y que por culpa de los “escándalos” de María, lo despidieron.
La mujer puede ver al niño periódicamente, aunque ella manifiesta que es una tortura cada vez que intenta despedirse, porque su hijo se aferra a sus brazos, mientras las visitas son vigiladas por la niñera, la nueva pareja del papá o la abogada. Y adjunta videos que así lo demuestran. Mientras que el papá suministra videos y fotos en los que el niño le lleva cartas y torticas a la mamá, guiado por él. “Él es muy astuto y hace esas cosas para mostrar a los jueces, pero la realidad es otra”, refuta María.
Defensoría del Pueblo, Procuraduría, entre otros, han hecho recomendaciones a fallar en derecho sobre este caso, pues consideran que el material probatorio de María no ha sido tenido del todo en cuenta.
De hecho, la sala de Familia del Tribunal Superior de Medellín, solicitó dejar sin efectos la decisión del Juzgado Segundo de Familia para que en un periodo de cinco días analizara “nuevamente con la debida motivación del caso, los temas objetos de discusión en el recurso de apelación interpuesto por la accionante contra la Resolución dictada por la Comisaría de Familia (…) en conjunto con las pruebas incorporadas y las intervenciones de las partes en el trámite de violencia intrafamiliar”. Pero a pesar de eso, el juez se sostuvo en su decisión sin reconocer la denuncia contra maltrato que había interpuesto ella meses atrás de todo el proceso.
Mientras el padre insiste que lo único que busca es el bienestar del niño y que la madre reciba tratamiento psicológico, ella pide que revisen su caso en la Fiscalía y en las cortes, está cansada de que por tratar de recuperar a su niño la traten de loca, aunque admite que sí ha entrado en desespero, “pero, ¿quién no?, si no puede estar cerca a su hijo?”, cuestiona.
El pleito completa casi tres años y en este momento la Corte Suprema de Justicia está revisando una tutela que interpuso María por desacato, debido a que no habrían sido acatadas las recomendaciones del primer fallo de la magistrada.
*Nombres ficticio para proteger la identidad de las personas.