Antioquia
Tres décadas viviendo con tumores en el rostro: la impactante historia de Sandra Milena, quien espera un milagro de la ciencia
Una antioqueña lleva 30 años con tumores en su rostro; su vida ha estado llena de dolor y sacrificios, y aguarda por un milagro de la ciencia para mejorar su condición.
Sandra Milena Micán Castañeda fue diagnosticada a temprana edad con una enfermedad huérfana de la que pocos registros existían en Colombia: “Que tenía tumores en la cara y no tenía solución”, recordó la mujer de 30 años cuando visitó por primera vez al médico y se resignó a vivir con la desalentadora valoración. Un milagro cambiará su historia.
Ella nació en Abejorral, un pueblo campesino de Antioquia que ha sido testigo de su viacrucis. Su infancia y adolescencia fueron dolorosas por los insultos que recibió en las calles: “Monstruo”, le gritaban sus compañeros de colegio mientras ella agachaba el rostro para esquivar las miradas de desprecio. No hay palabras que alcancen a describir su dolor. Hasta los 15 años, Micán Castañeda evitaba verse en el espejo: “Yo nunca me quería como era, nunca me quise”. Las pocas personas que se le acercaban emitían mensajes groseros y carcajadas perturbadoras que aparecían en inquietantes pesadillas nocturnas: “Mi vida era muy maluca, muy aburrida, muy triste, me sentía sola”.
La mujer resolvió no volver a salir de su casa –excepto para cosas necesarias–, y reducir su círculo cercano a sus familiares, quienes le insistían: “Que no perdiera la fe, que iba a llegar un ángel a mi vida”. Sagradamente, todas las noches le pedía a Dios por ese ángel, que primero se manifestó con un gran amigo que le dio esperanzas para mantenerse de pie. Andrés Cardona le pidió que se olvidara de los fantasmas de su infancia y recobrara el amor que se dejó de dar por los mensajes de odio de los desconocidos: “Él me decía que tenía que aceptarme como era, como soy. Él ha estado en las buenas y en las malas. Llevamos 16 años de amistad”. Desde entonces, ella fue más optimista con su vida.
Sandra Milena terminó la formación básica: “Muy duro, pero no le di importancia a la gente y seguí estudiando. Yo no hablaba con nadie en el colegio. No se me arrimaban. Me miraban como extraña”. Tras la graduación en Abejorral, ella se dedicó a las labores del hogar, donde comparte con sus padres y una hermana mayor. La mujer rezaba padrenuestros todos los días para que más ángeles llegaran a su vida. Después de 14 años, se cumplió el milagro. La influenciadora Nadia Cartagena y la Fuerza Aérea Colombiana conocieron su expediente y lo hicieron visible para que un alma caritativa pudiera mejorar sus condiciones de vida, principalmente su salud.
Juan Carlos Vélez Lara, uno de los cirujanos plásticos más destacados de Colombia, le prometió a Micán Castañeda que le cambiaría la vida sin recibir un solo peso de honorarios a partir del próximo 5 de noviembre. Según el plan de trabajo que acompañará SEMANA, el martes se hará la primera de las cuatro cirugías que requiere el rostro de la mujer.
Diagnóstico complejo
En términos científicos, Sandra Milena tiene neurofibromatosis de Von Recklinghausen, un tumor en la piel que transmiten los padres a los hijos. Generalmente, la enfermedad se manifiesta a temprana edad, y si no tiene un tratamiento rápido y adecuado, van creciendo las lesiones tumorales, generando deformidades. En el caso particular de esta paciente, los médicos que la atendieron en un principio no le ofrecieron una salida diferente a vivir con el problema, y ella aceptó el diagnóstico confiando en que en algún momento podría superar la afectación. El tiempo jugó en su contra y, con el paso de los años, la situación se fue agravando.
“Todo ese crecimiento le dañó el ojito, la parte del maxilar, la mandíbula y la orejita, que la bajó completamente”, afirmó Vélez Lara. Esto se ha traducido en intensos dolores de cabeza, dificultad para hablar, obstáculos para respirar y complicaciones para alimentarse, pues la mordida izquierda se le fue desprendiendo lentamente. El malestar no ha abandonado a la mujer en las últimas tres décadas: “Me duele mucho la cara. Por el oído casi no oigo. No veo por el ojito izquierdo. Tengo dificultad para comer cosas duras. Casi no soy capaz de dormir”, relató. Para calmar las molestias diarias, ella toma los medicamentos que le regalan los vecinos de Abejorral.
Se tiene la certeza de que la medicina le devolverá la tranquilidad a Sandra Milena, tal como lo han hecho los especialistas y el personal médico de la clínica Interquirófanos, quienes han intervenido a mil personas de manera gratuita en los últimos 14 años, con el apoyo logístico de la Fuerza Área Colombiana y diversas entidades de Antioquia.
“Hace 450 años, Gaspare Tagliacozzi, un cirujano italiano, considerado el padre de la cirugía plástica moderna, hablaba de que la cirugía plástica no solo ayudaba a mejorar el cuerpo físico, sino que también le devolvía el espíritu y el alma a nuestros pacientes. Ella es la representación de lo que puede hacer la cirugía plástica”, dijo Juan Carlos. La reconstrucción arrancará este martes en Medellín. La primera cirugía contempla una limpieza con el fin de reubicar las partes que están deterioradas: “Vamos a tratar de posicionar la orejita, la parte de la órbita, algo de la nariz e ir limpiando todo el tejido. Ella va a necesitar tres o cuatro cirugías para poder dejarla confortable”, agregó Vélez Lara.
El objetivo final es, posiblemente, hacerle una reconstrucción a nivel óseo para que le ayude a mantener la estructura del maxilar y la mandíbula en un punto adecuado para ser funcional. Es decir, hay altas probabilidades de que Sandra Milena supere la enfermedad en las próximas semanas y su organismo retorne a la normalidad.
Micán Castañeda está ilusionada con el posible resultado. Como todo procedimiento quirúrgico, hay una serie de riesgos que están puestos sobre la mesa, y ella, con la oración por delante, confía en que todo saldrá bien: “Con la ayuda de Dios, todo va a salir bien. Esto es un milagro para mi vida. Yo estoy muy agradecida”.
Sus sueños a largo plazo son recuperarse de las intervenciones médicas, lograr una estabilidad en la salud y regresar a su pueblo, donde piensa retomar los estudios en el arreglo y maquillaje de uñas para sostenerse económicamente: “Yo estoy tranquila. No tengo planes de hijos; los niños son muy bonitos si son ajenos, no propios (risas)”.
El objetivo del doctor Juan Carlos Vélez Lara, al igual que el de la Fuerza Aérea Colombiana y todas las personas que están detrás de este proceso, es devolverle la sonrisa a la mujer: “No solamente recuperar en lo físico, sino recuperar el alma y volverla más bella de lo que sos”, le explicó el especialista a Micán Castañeda, a pocas horas de la cirugía.
El corazón de Sandra Milena es inmenso y no guarda rencor por las personas que la han maltratado en los últimos 30 años por su apariencia física. En el silencio de su encierro y en las conversaciones con los santos de su devoción encontró el perdón para todas las ofensas que la han atormentado en el camino: “Yo los perdono”, concluyó.