Antioquia
Un hogar acogerá a los hijos de las reclusas de la cárcel El Pedregal de Medellín
Las fundaciones encargadas del proyecto social invertirán $ 2.400.000 mensual por cada niño.
Las madres privadas de la libertad de la cárcel El Pedregal, tendrán la oportunidad de ver a sus hijos más de seguido, gracias a la alianza de varias fundaciones que unieron apoyos para que este sueño se hiciera realidad, pese a la preocupación, depresión, entre otras angustias que a diario viven las personas privadas de la libertad. Precisamente una de esas preocupaciones es no poder ver a sus familiares, en especial a las que tienen hijos.
Así las cosas, en total serían 30 niñas y niños entre los 6 y 12 años, que tendrán un hogar digno gracias al programa Valora la Alegría, una iniciativa liderada por las fundaciones Valora-t y Hogares Claret.
El programa Valora la Alegría, tiene el apoyo del INPEC y el ICBF, es pionero en Colombia. Este hogar estará ubicado en la vereda Media Luna, en el corregimiento de Santa Elena, en Medellín, y funcionará como una casa que acogerá a los pequeños y les garantizará todas las condiciones para su crecimiento integral, tales como un lugar digno donde vivir, comer, estudiar, jugar y desarrollarse a plenitud.
“A través de Valora la Alegría queremos no solo proteger a estas niñas y niños y garantizarles sus derechos, sino también fortalecer el vínculo materno, porque los niños podrán visitar a sus mamás en El Pedregal de forma mensual y, cada quince días, podrán verse con ellas de forma virtual”, explica Albert Ollé, presidente de la Fundación Valora-t.
Los pequeños estarán al cuidado de un grupo de profesionales psicosociales, formadores y cuidadores, quienes se encargarán de fortalecer no solo el vínculo con su madre, sino con los miembros de su familia y redes de apoyo. Además, estos profesionales realizarán una atención integral, acompañando el proceso educativo, recreativo y de salud, para así garantizar todos los derechos de las niñas y niños beneficiarios.
Geraldine Johana Pérez, recluida en El Pedregal y cuyos hijos serán beneficiarios del programa Valora La Alegría y a quienes nos ve desde diciembre pasado, contó que será una bendición poder ser beneficiada de este programa, debido a que no estaba segura de cuál era el cuidado que le estaban dando a sus hijos, tiene fé de poder salir pronto y salir a abrazarlos y continuar dándoles el apoyo para sacarlos adelante.
“Desde que los niños están bien, uno está bien. Mis hijos son todo para mí, prácticamente son la vida de uno, y más aquí, ellos son la fuerza que uno tiene para poder salir. Añoro con tenerlos y abrazarlos, cosa que uno acá no pude hacer”, contó Pérez.
Adicionalmente, en el programa Valora La Alegría se trabajará para que la madre tenga oportunidades de generar ingresos y así, una vez recupere su libertad, pueda acoger a su hijo o hija nuevamente, con la capacidad de continuar garantizando sus derechos.
“Nos van a ayudar mucho, nos van a apoyar con el trabajo, para poder salir de aquí y poder sostener a mis hijos. Eso lo agradezco demasiado a todas las fundaciones que nos están ayudando”, agregó Geraldine.
El proyecto Valora la Alegría se encuentra financiado en su totalidad con recursos privados —principalmente de cooperación internacional de la Fundación Valora-t—, y con el apoyo de las Fundaciones Sofia Pérez de Soto y Fraternidad Medellín; la Fundación Hogares Claret también realiza un aporte económico y es quien ejecuta el programa.
Con este modelo de trabajo social con las madres privadas de la libertad tendrán como intención ampliar la cobertura para atender a más hijos e hijas de estas personas de otros centros penitenciarios, pero además de otras ciudades del país.
La inversión de Hogares Claret, quien será la fundación encargada de la ejecución del proyecto, será de $ 2.400.000 mensuales, destinados a brindarles cinco comidas al día, cobertura en salud, espacios lúdicos, entre otros beneficios.
Segundas oportunidades
Geraldine, Diana, Jessica, entre otras mujeres, quienes por diferentes errores y motivos llegaron a parar a una cárcel, donde las condiciones muchas veces no son las más adecuadas, aseguraron que esto es un milagro en medio de tanta tristeza y luchas que les toca vivir en un espacio de cuatro paredes.
Pese a que a Diana le faltan ocho años para salir y dejó a sus hijos bebés tendrá la posibilidad de verlos en condiciones óptimas. Estas oportunidades las hacen llorar de la felicidad y optimistas de luchar cada día para poder salir de nuevo a la libertad y ver cumplir los sueños de cada uno de sus pequeños.