Víctimas de Timothy Alan dieron pistas de estadounidense que viajó 45 veces a Medellín a abusar de menores

El expediente del estadounidense Stefan Andrés Correa estremece a Medellín: el hombre viajó 45 veces a la capital de Antioquia para abusar de menores de edad a partir de los 11 años. Según el alcalde Federico Gutiérrez, el testimonio de dos niñas fue determinante para lograr su captura en el aeropuerto de Miami.

Se trata de las víctimas de Timothy Alan, las dos pequeñas que fueron rescatadas por la Policía Nacional en el hotel Gotham cuando departían con este norteamericano en un jacuzzi. Aunque él logró esquivar a las autoridades y abandonó el país, hoy enfrenta varias investigaciones por presuntos delitos sexuales.

Ellas contaron detalles que hoy son pieza clave en el proceso que salpica a Correa, quien se preparaba para abordar un vuelo hacia Antioquia, con escala en Bogotá, para tener encuentros íntimos esta semana con cuatro menores, con edades entre los 10 y 12 años; así lo pruebas las conversaciones que tuvo con una proxeneta.

El mandatario local aseguró que las entrevistas que les practicaron los detectives a estas dos niñas fueron cruciales: “Se llega a la información de este sujeto, que era quien pagaba el arriendo, quien pagaba la alimentación de las niñas en diferentes sitios de la ciudad para seguirlas explotando sexualmente”.

En medio del análisis de los datos, también se descubrió que este sujeto les suministraba a las víctimas 300 mil pesos a cambio de sexo y les daba celulares para mitigar el daño que les había hecho. Esta práctica no sería aislada, sino sistemática de una organización criminal sin precedentes, tal como lo reveló SEMANA.

Federico Gutiérrez lo constató en una rueda de prensa que ofreció este miércoles 25 de abril: “Aquí estamos, no ante casos aislados, ante una red de trata de personas con fines de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Se evitó el abuso de cuatro menores de edad, esa red tiene que caer completica”.

Stefan Andrés Correa podría enfrentar una condena de hasta quince años de prisión en Estados Unidos por los delitos que cometió en la ciudad de Medellín desde el 2022, también existe la posibilidad de que sea sometido a cadena perpetua; aunque hay un precedente: él aceptó, preliminarmente, sus conductas.

Su proceso no se ha librado de la polémica política, pues el alcalde reclamó por las constantes visitas que el norteamericano realizó al Valle de Aburrá sin recibir su castigo: “Este fue un tema que mantuvieron oculto durante los cuatro años anteriores, mientras crecía de forma dramática”.

Sus reclamos fueron más allá: “Existe, no solo responsabilidad y desidia, sino complicidad con todos estos criminales que se sabía estaban viniendo a abusar de nuestras niñas y niños. Cuando tenían la responsabilidad de cuidar de nuestra niñez no hicieron nada, voltearon para un lado. Creció el fenómeno, se les acabó la fiesta”.