El miércoles de la semana pasada Canadá y Colombia estuvieron unidos por un tema común: la marihuana. Ese día miles de canadienses hicieron largas filas y acamparon en las afueras de las tiendas autorizadas por el gobierno para comprar la hierba con fines recreativos. Con esa determinación, este país se convirtió en el segundo del mundo en adoptar tal medida, después de Uruguay en 2013, y el primero en hacerlo del grupo de países del G20.Si es suscriptor vea el artículo completo aquí