POLÍTICA
“Este no es un referendo anti gay, es antihumano”
La senadora Claudia López se va lanza en ristre contra la iniciativa de la senadora Viviane Morales que impediría la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
Semana.com: La semana pasada la senadora Viviane Morales radicó su referendo en contra de que las parejas del mismo sexo puedan adoptar. ¿Cuál es su posición al respecto?
Claudia López: Es un referendo inconstitucional e inconveniente. Y eso seguramente lo analizara el Congreso. Es inconstitucional porque las decisiones de la Corte en los últimos 15 años han defendido un principio: en Colombia está expresamente prohibido discriminar.
Semana.com: ¿Discriminar en qué sentido?
C. L.: Discriminar por cualquier razón: por género, raza, identidad, orientación sexual o religiosa. Los avances que ha hecho la Corte en esa materia han sido porque antes de la Constitución de 91 había normas que contemplaban formas abiertamente discriminatorias. Por ejemplo, las que permitían a un tipo de parejas casarse por el matrimonio civil ante jueces pero a otros tipos de parejas no.
Semana.com: ¿Y ahí en dónde entra ese referendo?
C. L.: ¿Qué es lo que pretende la senadora Viviane Morales con su referendo? Lo que pretende es echar hacia atrás. Ella quiere volver a establecer un principio discriminatorio en este caso para un derecho fundamental de los niños, que es el derecho a tener una familia. Y la Constitución dice claramente que una familia puede estar constituida por un hombre y una mujer o por quienes decidan como mayores responsables tengan la voluntad de conformar una.
Semana.com: La senadora Morales asegura que los niños tienen derecho a recuperar esa mamá y ese papá que perdieron…
C. L.: Ella olvida que hay muchos tipos de familia. No solamente las familias “papá y mamá” como las define. Hoy, cerca de la mitad de las familias colombianas – el 54 por ciento, según la encuesta de Profamilia- cumple ese estándar que a ella le parece el deseable. Eso quiere decir que el 46% de las familias que existen hoy en Colombia serían discriminadas porque no cumplen el estándar de la senadora.
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Semana.com: Frente a eso, los promotores del referendo dicen que es un derecho de los niños y no de los adultos. ¿Qué piensa de ese argumento?
C. L.: Precisamente que lo más grave es que los niños verían desprotegido de entrada su derecho a que un universo, ya no de un 100% de las familias que hay, sino del 54% puedan aplicar para su adopción. Los niños que están en adopción fueron abandonados mayoritariamente por eso que la senadora Viviane considera la “familia ideal”. Eran familias heterosexuales que abandonaron a sus hijos, o los maltrataron hasta tal grado que el Estado tuvo que quitárselos para protegerlos. Para mi ese es el mundo de la locura. Limitar a unas familias que podrían brindarles amor, seguridad, protección a través de la adopción simplemente por un prejuicio.
Semana.com: ¿Qué piensa de la posibilidad de que la mayoría pueda definir causas y derechos de las minorías?
C. L.: Todas las democracias han decidido que hay ciertos temas que constituyen el núcleo fundamental del contrato social. Esos temas, en especial si son derechos, no se someten al referendo de las mayorías. La senadora Morales lo sabe y sabe también que esto que está proponiendo muy posiblemente no tenga trámite en el Congreso y aún si la tuviera no tiene posibilidad de pasar el examen en la Corte Constitucional. Ella lo está haciendo porque es útil para su carrera política, porque le permite acudir a su caudal de votos religiosos, cristianos, de cualquier connotación que está en pro de la discriminación. Ella está en todo su derecho de hacer política pero no a costillas de eso.
Semana.com: ¿Usted está en desacuerdo con utilizar argumentos religiosos en los debates públicos?
C. L.: A mí me parece que mientras haya libertad de expresión, esos fundamentos hacen parte de su ejercicio de esta libertad. Lo problemático es cuando un sector con una visión religiosa decide que le va a imponer su dogma de fe a los demás. El Estado colombiano es un Estado laico, entre otras cosa, por ejemplo, para defender las opiniones religiosas de personas como Viviane Morales a quien no le podríamos imponer a través del Estado una fe católica o una fe de otra religión. Eso siempre ha roto las sociedades, ha dividido, ha polarizado, ha incluso causado guerras.
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Semana.com: ¿Por qué cree que estos debates polarizan tanto?
C. L.: Todos los preceptos religiosos tienden a polarizar. Son verdades, dogmas que pretenden ponerse como universales. Eso evidentemente altera las pasiones. Hay gente que se siente indignada. La discriminación indigna. Genera resentimientos y polariza la sociedad al extremo que a veces, hemos visto en muchos otros países e incluso en la historia de Colombia, tratan de exterminarse católicos contra no católicos, liberales contra conservadores. Esa es la historia colombiana, tratar de discriminar, negar al otro e imponerse sobre el otro.
Semana.com: ¿Cuál es el proceso que viene para ese referendo?
C. L.: Comenzará sus cuatro debates, pues es una ley ordinaria, en la Comisión Primera, a la que pertenecemos la senadora Morales, yo y otros 17 senadores. El Congreso tendrá que evaluar la legalidad y la conveniencia política de la pregunta del referendo. Seguramente, como es un tema de mucho realce público, vamos a convocar una audiencia pública para escuchar expertos. Si el referendo fuera aprobado, iría a la Corte Constitucional para su revisión.
Semana.com: Esta semana ha despertado polémica las declaraciones de la diputada de Santander por cuenta de cómo abordar el tema de género en los colegios. ¿Qué piensa de esto?
C. L.: Yo creo que esto es un círculo vicioso. Personajes de la política que llaman la atención con sus declaraciones, ganan notoriedad y esperan que esa notoriedad les permita llegar a mayor público y por esa vía a más votos. ¿Cuándo había salido esa diputada en un medio nacional? Nunca. Pero aquí como sale a provocar una discusión en torno a la discriminación entonces ahora es una figura nacional. Ahora, a diferencia de la senadora Morales que es una buena pero ambiciosa abogada, en el caso de la diputada hay no solamente mala fe sino una ignorancia rampante.
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Semana.com: ¿Por qué?
C. L.: La diputada está desconociendo una ley que aprobó el Congreso en 2013 y por lo menos dos sentencias de la Corte Constitucional que obligan a los colegios a revisar sus manuales de convivencia. Uno de esos fallos producido justamente porque la brutal discriminación contra un joven, Sergio Urrego, lo llevó a suicidarse.
Semana.com: Usted es una de las pocas políticas colombianas que ha salido del clóset y que habla abiertamente de temas de orientación sexual. ¿Por qué decidió asumir esa vocería?
C. L.: En mi vida personal, lo hice hace mucho rato. No era un tema. Cuando asumí una posición pública, lo mismo. Porque no es un tema, no debe ser un tema, no tiene por qué serlo. Me parece que hay que dar ejemplo de vida, de coherencia. Ahora, la gente que está en el clóset, mucha lo hace por diferentes razones. Ellos saben que se exponen a un matoneo, un bullying y una discriminación total. Es que aquí la discriminación mata. Hay más de 335 colombianos y colombianas que han sido asesinados por su orientación sexual. Es decir, porque a alguien no le gustó su orientación sexual y los mató por eso. Entonces es muy importante dar ejemplo de tolerancia, de respeto, de inclusión, de orgullo. No tenemos nada qué esconder ni nada porqué sentirnos avergonzados.
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Semana.com: ¿Usted siente que este referendo promueve esa homofobia?
C. L.: No veo que el centro de ese referendo sea eliminar a los LGBT. Las más discriminadas con el referendo son las mujeres cabezas de familia que son un tercio de los hogares. En este país, de huérfanos, de viudas, muchas abuelas han tenido que quedarse con los nietos porque los padres murieron o se fueron al exterior. Aquí están discriminando a esas abuelas, a los viudos, a los solteros, a las madres cabezas de familia y los hijos de todos estos tipos de familia. Los LGBT entramos casi que por añadidura. Para mi este no es un referendo anti gay, es un referendo anti humano.