OPINIÓN
Vicky Dávila lee su columna "El vendedor de Sarmiento"
El elegido procurador, aún sin posesionarse, alcanzó a cobrarle cuatro quincenas a su jefe, por 178 millones de pesos.
El elegido procurador, aún sin posesionarse, alcanzó a cobrarle cuatro quincenas a su jefe, por 178 millones de pesos.