NARCOTRÁFICO
Así llevan la droga Santrich, Iván Márquez y otros disidentes de las Farc al cartel de Jalisco en México
Una investigación de Noticias RCN revela las aeronaves de los criminales, quienes las estarían usando para enviar cargamentos de coca al cartel de Jalisco.
Una aeronave de matrícula brasilera PT-KFN fue interceptada hace unos días en Colombia, luego de que las autoridades locales determinaran que se trataba de uno de los medios de transporte usados por las disidencias de las Farc para abastecer de droga a un cartel mexicano.
Así lo reveló este domingo una investigación de Noticias RCN en la que se detalla que miembros de la llamada ‘Narcotalia, como Iván Márquez, Jesús Santrich y el Paisa, contratan a pilotos en Brasil, quienes despegan desde pistas clandestinas hacia el sur de Venezuela. Allí recogen los cargamentos ilegales y luego salen rumbo a Centroamérica.
La interceptación de la aeronave se presentó cuando estaba volando por el espacio aéreo colombiano y luego de varios meses de investigaciones por parte de la Policía Antinarcóticos, quienes se hicieron con los cargamentos de cocaína y la propia avioneta. Asimismo, fueron capturados sus tripulantes.
“Hemos visto como a través de los Llanos Orientales hay una modificación, una mutación de estos grupos y están llevando todo lo que es la cocaína por Casanare, Arauca; de Arauca ya pasan a Venezuela precisamente en el estado de Apure”, afirmó el mayor general Hernán Bustamante, director de la Policía Antinarcóticos, citado por RCN.
La investigación también encontró que, de forma paralela, desde tierra hay un hombre que coordina el paso de los aviones por Colombia. Se trata de alias El Gordo o Don Cloro, quien hace unos meses intentó realizar acercamientos entre alias Gentil Duarte e Iván Márquez.
Así se mueven
En la anterior edición impresa, SEMANA reveló en exclusiva un paquete de las más recientes fotografías que prueban la presencia de los disidentes de las Farc en Venezuela, entre ellos, Santrich y Romaña.
Esta fue la primera vez que se divulgaron imágenes de sus campamentos, el armamento usado, sus camionetas de alta gama y hasta la avioneta, de matrícula venezolana, empleada para transportarse y traficar cocaína.
Los disidentes de las Farc circulan libremente en el vecino país y se camuflan entre los civiles en zonas rurales e incluso en áreas urbanas, como la ciudad de Elorza, a tres horas de Arauca, donde Márquez vive en un condominio protegido por el régimen de Nicolás Maduro.
Más allá de dedicarse al negocio de la droga, las nuevas disidencias de las Farc representan una amenaza seria para la seguridad del país. Pretenden fortalecer su presencia en las ciudades, tienen en la mira las elecciones de 2022, buscan posicionarse a nivel local, y su meta es configurarse como el principal aparato político y armado ilegal del país, tratando de infiltrar organizaciones legales de izquierda.
Sin duda alguna, permanentemente intentan deslegitimar las instituciones como la fuerza pública, tratando de menguar su capacidad operativa.
Los organismos de inteligencia consideran que para Márquez y su gente es clave generar conatos de insurrección, camuflados en huelgas generales y movilizaciones espontáneas.
Si hay algo que preocupa a las autoridades es que uno de sus planes es priorizar alianzas estratégicas con otros grupos armados organizados con pactos de no agresión, con el fin de aumentar su capacidad financiera y poder de ataque contra la fuerza pública.
Desde mayo del año pasado, las Fuerzas Militares les han propinado 12 golpes contundentes a las disidencias, especialmente en la estructura militar. El dilema para los disidentes es seguir en la guerra o entregarse, como ya lo han hecho 100 que se acogieron a los beneficios del Decreto 965, expedido por el Gobierno Duque en julio del año pasado.
“Ya estábamos cansados y hartos de la misma rutina de siempre. Prácticamente estábamos sentenciados a una ejecución. Allá, si no cumples, te matan. Uno siendo un guerrillero no tiene posibilidades de nada bueno, eso solamente les sirve a los comandantes. Esa vida que nosotros llevábamos allá no es buena”, dijo uno de los desmovilizados, del frente Jaime Martínez.