Nación
Los detalles que llevaron a que la Fiscalía imputara al cuidador de los chimpancés en el bioparque Ukumarí
Los dos chimpancés escaparon del bioparque Ukumarí porque dejaron abiertas las puertas de seguridad.
El 24 de julio de 2023 el país se enteró del asesinato de dos chimpancés que habían escapado la noche anterior del bioparque Ukumarí en Pereira, Risaralda. Este hecho provocó conmoción en el país, pues no había muchos detalles sobre la forma en que habían muerto Pancho y Chita, animales que no tenían características de ofensivos.
En ese momento, el bioparque emitió un comunicado en el que explicaban que el Ejército tuvo que matarlos porque supuestamente estaban agresivos y los dardos tranquilizantes demoraban en hacer efecto unos 20 minutos, tiempo en el que los chimpancés podrían atacar a los humanos.
“Desde el Bioparque Ukumarí lamentamos informar la pérdida de dos de nuestros chimpancés. Dos individuos que durante muchos años estuvieron bajo nuestro cuidado, protección y que con sus personalidades enamoraron y se robaron el corazón de todos los visitantes. Como institución reconocemos que esta pérdida generará profunda tristeza y dolor no solo en nuestra familia de colaboradores, también en las comunidades que durante estos siete años de operación han creído en nosotros y en nuestro trabajo a diario por garantizar el bienestar de los animales”, escribieron en el comunicado.
Sin embargo, las dudas siguieron creciendo, pues para muchos no había explicación del porqué los dejaron escapar y, peor aún, por qué los mataron.
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Sandra Milena Correa Montoya, gerente del bioparque Ukumarí, dijo en SEMANA que todo fue consecuencia de un error humano. Además, argumentó que como los chimpancés son catalogados animales de alto riesgo, tuvo que declararse un código rojo, que implicó solicitar apoyo de la Policía Metropolitana, el Ejército Nacional e integrantes del Cuerpo de Bomberos de Pereira para ayudar a controlar la situación.
Cierre de puertas antes de tiempo
La Fiscalía General de la Nación anunció una investigación, pues tenían que corroborar si realmente se trató de un error humano o, en cambio, fue un acto premeditado. La persona que ese día estaba a cargo de la seguridad de los chimpancés era José Leandro Hurtado Henao.
Tras varias semanas de inspecciones, se pudo establecer que el procesado, al parecer, omitió su labor de cuidado y atención para con los animales. Lo anterior causó que el pasado 23 de julio los dos primates escaparan, pues las puertas del lugar quedaron abiertas, en un aparente incumplimiento de los protocolos de seguridad.
Posteriormente, una fiscal adscrita al Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) judicializó a José Leandro Hurtado Henao, cuidador de los chimpancés Chita y Pancho que habitaban un bioparque en Pereira, Risaralda.
“El material de prueba evidencia que Hurtado Henao habría incurrido en dicha falta de manera premeditada, pues el sistema de seguridad cuenta con, al menos, siete seguros, candados y guillotinas diseñados específicamente para este tipo de espacios y para evitar la fuga de los animales”, detalló la Fiscalía.
Otro de los detalles que pudieron verificar fue que el cuidador inició el cierre de las puertas media hora antes de lo establecido y sin la compañía de otros integrantes del personal, tal como lo define el protocolo del parque, “ya que se debe adelantar un chequeo cruzado para verificar dicho procedimiento”.
La omisión, en el cumplimiento del protocolo, habría permitido la salida de los primates del área destinada para su descanso y que culminó con el sacrificio de los mismos. En ese sentido, la Fiscalía imputó al cuidador por el delito de maltrato animal agravado, cargo que no fue aceptado. Sin embargo, una juez de control de garantías le impuso medida no privativa de la libertad, es decir, que no va a una cárcel.
¿Sabotaje político?
Aunque la gerente del bioparque Ukumarí negó que hubiese existido un error del cuidador por ir a una reunión política, como se rumoró al inicio, la Fiscalía General de la Nación no descarta que todo haya tenido como motivación un “sabotaje” electoral.
“Ese actuar doloso nos lleva a preguntar cuál fue el motivo para causar tanto daño y tanto dolor. Sobre todo terminar con uno de los iconos de esta ciudad. Por qué poner en riesgo a las personas, por qué causar tanto dolor a estos animales y entonces ahí también se pregunta uno si hubo un motivo económico o un sabotaje en medio de un proceso electoral en el que nos encontramos. Es un acto totalmente reprochable”, dijo la fiscal del caso.
Por esa razón, el congresista del Partido Liberal, Juan Pablo Gallo, cuestionó a un candidato a la Alcaldía de Pereira si tuvo algo que ver con lo ocurrido en Ukumarí. “¿Ustedes mataron a dos chimpancés para ganar las elecciones? ¿Señor Mauricio Salazar, si tiene algo que ver en dejar abiertas las puertas de los chimpancés en pleno lanzamiento de la campaña de Maicol Lopera para tener que darlos de baja y acusarlos?” (sic), preguntó el senador.
Por ahora, el único judicializado por este lamentable suceso es el cuidador, quien sigue vinculado al caso pese a no ir a prisión.