Nación
Mayor de la Policía en Pereira lleva casi un año desaparecido y aún no hay respuestas. Tres investigadores han renunciado al caso
El uniformado Julián David Gámez Amaya era el subcomandante de la Estación de Policía Pereira.
Se acerca el 2 de junio, una fecha fatídica para la familia del mayor de la Policía Nacional Julián David Gámez Amaya, quien en ese día de 2022 desapareció de manera misteriosa durante un operativo en la ciudad de Pereira. Sus seres queridos hacen hasta lo imposible para que no termine todo en el olvido y Julián termine siendo uno más en la lista de colombianos a los que parece haberse tragado la tierra.
Uno de los hermanos del mayor Gámez Amaya es Ricardo, quien nunca olvidará la llamada que recibió en la madrugada de ese día cuando le informaron acerca de su caída accidental a un abismo y que seguía sin ser encontrado. Cuenta que después de ese momento la vida para él y su familia quedó detenida y a la vez destrozada, porque todo lo que se ha dicho en las investigaciones no arroja ninguna luz para saber qué fue lo que ocurrió.
El uniformado se encontraba listo para descansar cuando le informaron acerca de un operativo para dar captura a tres sujetos que intentaron asaltar a un comerciante de la ciudad, pero que finalmente lo obligaron a subirse a una camioneta tras fallar su plan inicial. Sin pensarlo ni un segundo, el mayor Gámez, en su calidad de subcomandante de la Estación de Policía Pereira, se unió a los demás compañeros que buscaban a los delincuentes.
Lo que se sabe es que la persecución se originó en el centro de la capital risaraldense y terminó en el puente de Curtiembres, donde dos de los bandidos abandonaron el vehículo en el cual huían y se internaron en una zona boscosa que está próxima. Entre tanto, su otro cómplice permaneció en el auto, por lo cual se produjo su detención, mientras que la víctima del rapto fue puesta en libertad.
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También se conoció que los dos individuos que descendieron del automotor se lanzaron al río Otún desde una altura de 83 metros para intentar evadir la acción de la justicia, pero uno de ellos falleció y el otro debió ser trasladado a un centro asistencial de Pereira por las múltiples heridas que sufrió.
A partir de ahí todo es un auténtico misterio, pues según los reportes que entregan los uniformados que participaron del operativo, el mayor Gámez se bajó de la patrulla con una linterna para inspeccionar la orilla del precipicio con el objetivo de encontrar las armas que supuestamente habían sido arrojadas por los asaltantes durante su escape.
En las declaraciones de los compañeros de Julián David se indica también que él se alejó hacia la zona boscosa y después no lo volvieron a ver, por lo que antes de retirarse del sitio se inició una búsqueda que terminó con la captura del delincuente herido y la recuperación del cuerpo de aquel que murió tras el salto al vacío.
Igualmente, este rastreo de la ribera del río Otún permitió encontrar el celular y la billetera del mayor Gámez, por lo que se presume que cayó de manera accidental a este afluente y sus aguas terminaron arrastrándolo hacia la desembocadura del río Cauca.
Ricardo Gámez Amaya, hermano del mayor desaparecido, se encontraba en el municipio de Garagoa, Boyacá, pero inmediatamente se fue en su carro para Bogotá en donde tomó un vuelo hacia Pereira. Cuando logró llegar al puente de Curtiembres eran las 3:00 p.m. del viernes 3 de junio, momento en el que al dolor por la pérdida de su hermano se sumaron las dudas sobre lo que en verdad había sucedido.
Para Ricardo fue muy extraño que en la llamada a las 4:00 a.m. le hubiesen dicho que su hermano estaba persiguiendo a los dos delincuentes que huyeron y fue en ese momento que cayó al río; mientras que de manera presencial la versión que le entregaron es que se bajó de la patrulla con una linterna para buscar las armas de estos sujetos.
Otro factor que hace más grande la incertidumbre para los familiares del uniformado es que en la orilla del río aparecieron la billetera y el celular de Julián David en perfecto estado, a pesar de la supuesta caída desde una altura de 83 metros. Lo único que al parecer había sufrido algún daño eran las tarjetas bancarias que estaban partidas, pero sus otras pertenencias no tenían ni un rayón.
El otro hermano del mayor gámez es Hugo, para quien es más sospechoso aún que el arma de dotación de Julián David no haya sido encontrada por los organismos de emergencia que peinaron detenidamente el área de la desaparición; sino por un agente del CTI de la Fiscalía General de la Nación que la halló 5 días después del suceso, justo en el mismo lugar en el que estaban su billetera y el celular.
Los familiares del mayor Gámez se sienten desamparados porque la Policía Nacional y la Fiscalía no les dan ninguna explicación, además, de acuerdo con su hermano Hugo, ya han estado tres investigadores al frente del caso, pero todos terminan haciéndose a un lado. Es por ello que le solicitaron por escrito a la procuradora Margarita Cabello para pedirle que el expediente completo sea trasladado al despacho de la Fiscalía Especializada de Desaparición Forzada en Bogotá.
También le solicitaron que sea compulsada una copia al director seccional de la entidad en Pereira, a quien se le pide que explique por qué los tres investigadores del CTI han decidido renunciar al caso sin manifestar claramente los motivos, en un lapso de apenas 10 meses.
Es extraño igualmente el mensaje que se recibió en Facebook por parte de un familiar del mayor Julian Gámez en el que decían: “Solo la Policía conoce la verdad de qué sucedió con Julián”; sin embargo, el perfil de la persona que envió el texto desapareció pocos días después.
Todo ha sido incertidumbre para la familia Gámez Amaya durante estos meses, especialmente porque él les manifestó días antes de la tragedia que había tenido inconvenientes con algunos de los compañeros en la Estación Pereira y que el ambiente no era el mejor; por lo cual sospechan que no quiso participar en cosas presuntamente irregulares y por eso terminó desapareciendo.
Una persona, al parecer allegada a la familia, identificada como Elkin Ferney Amaya, publicó un duro mensaje en su perfil de Facebook el 11 de marzo de este año:
“No cabe duda que el principal responsable fue el expresidente Iván Duque por su negligencia y sospechoso proceder en su momento, quién dio la orden de silenciarlo ? Por qué cambiaron al subcomandante de inmediato ? Por qué nunca ofrecieron recompensa ? Por qué no hubo pronunciamiento oficial ? Por qué trasladaron al comandante de idiger los mismos días ? Por qué cambiaron las versiones en diferentes medios ? Por qué el exdirector general guardó silencio ? #dondeestajulian”.
Por su parte, Israel Londoño, quien es el secretario de Gobierno de Risaralda y estuvo en los operativos de búsqueda, manifestó que: “Es un poco temerario señalar que al mayor posiblemente lo desaparecieron. La Policía de Risaralda y de Pereira siempre ha sido muy sana y aquí no hay una presencia de grupos poderosos al margen de la ley que den pie a pensar que a un mayor de la Policía lo vayan a desaparecer así de esa manera”.
Recordó que los organismos de socorro que estuvieron buscando al mayor Julián David Gámez Amaya durante varios días indicaron que al parecer el cuerpo fue arrastrado aguas abajo hasta la desembocadura del río Otún al Cauca, por lo que seguramente todo se trató de un trágico accidente.