Panorámica: El Carmen de Bolívar. Foto tomada del sitio web oficial.

CORRUPCIÓN.

El Carmen de Bolívar: 30 años esperando agua potable

Los últimos gobiernos han destinado millonarias partidas para construir el acueducto de éste rico municipio de los Montes de María. Sin embargo, sus habitantes tienen que recoger aguas lluvias y comprar a los aguateros que las venden en carretas.

Tadeo Martínez, corresponsal de Semana en la Costa Caribe
6 de octubre de 2008

Más de cuatro veces ha sido inaugurado un acueducto en El Carmen de Bolívar, pero el agua solo brota ese día. Los habitantes del municipio habían perdido la esperanza, pero su nuevo alcalde, Galo Torres Serra, un hombre inusual en su forma de hacer política, parece decidido a que esta vez el agua corra para todos.
 
El alcalde dice que los recursos han sido mal invertidos, terminan alimentando las arcas de la corrupción y han enriquecido a los alcaldes anteriores, los concejales y a los congresistas. Sus denuncias tienen pálido a más de uno.

El día que inauguraron el acueducto de El Carmen de Bolívar estaban todos los notables del pueblo y del departamento. Eso fue el 16 de julio de 2003, era el día de la Virgen del Carmen, la patrona. Hubo misa, el obispo bendijo la obra y le auguró larga vida. El privilegio de abrir el chorro que pondría fin a la incredulidad de los carmeros, se lo dieron al entonces presidente de la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter, Bernardo Moreno, actual Secretario General de la Presidencia. Ese día y sólo por ese día, como un milagro de la virgen, hubo agua en la fuente construida a un costado de la Iglesia, en la plaza principal.

En los últimos 30 años los intentos por construir el acueducto del municipio más rico de los Montes de María, habían sido en vano.
 
El primero que recuerdan los carmeros fue uno al que denominaron el Acueducto de la Montaña, nunca se inauguró. Luego vino el Acueducto Seco, cuyas redes venían desde el vecino municipio de Ovejas, fue llamado así por el gobernador Alfredo Taboada Buelvas porque al abrir la llave para inaugurarlo no salió agua. Después, en los años 80, lo bautizaron como el Acueducto de la Ley Turca, durante el gobierno Betancur, y se llamó así porque el ponente de la iniciativa fue el exsenador David Turbay Turbay. Y, el último, fue en el año 1995, al que llamaron el Acueducto de Miky Ramírez, el famoso narcotraficante que tenía una enorme finca a orillas del río Magdalena, entre Zambrano y El Carmen. Los concejales aprobaron un desembolso de mil millones y el acueducto sólo llegó hasta la bocatoma.

A Bernardo Moreno lo acompañaban ese 16 de julio, los exsenadores William Montes, Vicente Blel, Jesús Puello y el exrepresentante José María Imbett. También estaba la actual senadora Piedad Zucardi, esposa del exsenador Juan José García Romero, el gobernador Luis Daniel Vargas y el alcalde Otomar Lascarro. Los carmeros, acostumbrados al engaño, veían con sorna el teatro de la inauguración: ya todo el pueblo sabía que la fuente que sería el símbolo del acueducto, había sido conectada al aljibe de la casa de Uchi Martelo, un vecino de la plaza que vende agua en carrotanques. Pasada la ceremonia desmontaron el circo y del acueducto sólo quedó el nombre: la Fuente Morena, en homenaje al presidente de Findeter.

Estos hechos, aparte de motivar comentarios burlescos, nunca se habían dicho públicamente y mucho menos por un alcalde. Lo normal es que los alcaldes callen y oculten. Por eso, las denuncias del actual mandatario en contra de sus antecesores y de los políticos del municipio y del departamento porque las obras sólo existen en el papel, no ha sido bien recibidos por las personas a quienes cuestiona pero si por los habitantes del municipio. 
 
En particular por el tono insolente y frentero como se ha expresado es lo que gusta a unos y disgusta a otros. "Es por impotencia, por la frustración de denunciar ante la procuraduría, la fiscalía y la contraloría los casos de corrupción y no pasa nada", dice Torres Serra, el actual alcalde de El Carmen de Bolívar, un personaje que desde la campaña se ha caracterizado por irreverente y beligerante.
 
En verano una familia gasta 5.000 pesos diarios de agua comprando agua a los carreteros. En invierno, gracias a dios llueve. Los carmeros recogen agua y las depositan en aljibes, en los patios de las casas. Los que pueden perforan pozos en los patios para usos sanitarios, pues por ser agua salobre no es apta para consumo. En los patios todos los habitantes del pueblo tienen pozas sépticas para las aguas servidas.

El último acueducto

En el año 2007 el Gobierno Nacional estableció un plan de contingencia para optimizar todas las obras que se han construido en los últimos años. El plan pretende poner a funcionar el anhelado acueducto mediante la apertura de siete procesos licitatorios con el objeto de mejorar las redes, rehabilitar los pozos, construir tanques de almacenamiento, reparar la línea de conducción desde la fuente y construir un pozo profundo con mayor capacidad de producción de agua.
 
Los recursos, superiores a los nueve mil millones de pesos, provienen de un préstamo del Banco Mundial, el contratista es el municipio y el garante es el Gobierno Nacional. Se abrieron las licitaciones en tiempos diferentes y se adjudicaron los contratos. Para el  alcalde fue un error haber fraccionado los contratos, opinión que fue respaldad por el presidente Uribe. La viceministra de Agua Potable, Leyla Rojas, dice que hubo que hacerlo así porque no existían los diseños y a medida que se tenían se iban otorgando.

Al comenzar la nueva administración municipal fue necesario hacer unas adiciones en tiempo y requisitos legales para perfeccionar los contratos, pero para eso es necesario volver a firmar otros sí. El alcalde, Galo Alfonso Torres, se ha negado sistemáticamente a hacerlo y su argumento, según lo manifestó al presidente, es que son actos de corrupción y como prueba de ello decía que la única obra entregada había quedado mal hecha.


Previamente, en 2006, se había constituído la empresa de Acueducto y Alcantarillado de El Carmen, Acuecar S.A.E.S.P., creada para gestionar y administrar el servicio. Pero dos años después de su nacimiento, el 11 de febrero de 2008, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) la intervino y designó un agente especial para evaluar la situación, corregir los errores y ponerla a funcionar o liquidarla. Entre los motivos que tuvo la SSPD para intervenir la empresa pesó mucho el déficit, pues mientras los gastos mensuales ascendían a 50 millones de pesos, Acuecar recaudaba tres millones.
 
A la fecha los acreedores reclaman 239 millones de pesos. La SSPD dice que el agua no es apta para consumo humano, los niveles de coliformes (bacterias) son altos y el acueducto no tiene planta de tratamiento. De los cuatros equipos de bombeo sólo funcionaba uno, los tanques de almacenamiento están deteriorados, sólo suministra agua durante dos horas diarias al 30 por ciento de la población mediante el suministro con carrotanques porque la tubería está rota; hay pérdidas por el mal estado de la redes y el beneficio lo reciben los finqueros que tienen perforado el tubo para regar sus pastos. Acerca del alcantarillado la SSPD calcula que la cobertura es del uno por ciento y la laguna de oxidación no está en funcionamiento.

Otra de las objeciones del alcalde Torres Serra es que la fuente de abastecimiento, siete pozos profundos, están a 22 kilómetros en jurisdicción de Ovejas, Sucre. Dos de los pozos no sirven porque su capacidad es de 3 litros por segundo, dos están bien, uno fue reparado y hay otros dos a los que hay que hacer mantenimiento.
 
Quienes construyeron los pozos lo hicieron mal, dice Omar Piñeros, de Etaservicios, empresa con domicilio en Pereira contratada para hacer la revisión y capacitar y preparar a los nuevos operadores. El sistema, agrega, no es operable porque los tubos de impulsión están en mal estado y la red que conduce el agua hasta El Carmen de Bolívar tiene ramificaciones en los barrios y conexiones fraudulentas hacia las fincas. Hasta ahora han detectado 17 daños y dos ramificaciones en la tubería que van a corregir en los próximos días.
 
El Carmen necesita 150 litros de agua por segundo y los pozos existentes sólo tienen capacidad para 40. Es necesario perforar un pozo adicional con un kilómetro de profundidad al que han llamado La Esperanza. Aunque el alcalde no ha presentado objeciones técnicas ni jurídicas a los otros sí, los informes de la SSPD y del técnico contratado por la agente especial como gerente de la intervenida Acuecar S.A., le dan la razón.

Los contratos suscritos en el año 2007 con préstamos del Banco Mundial y garantía del Gobierno Nacional, son para corregir estas imperfecciones que la SSPD considera críticas.

Ante la inflexible posición del alcalde Torres, el presidente Uribe pidió recuperar la confianza unificando los contratos y solicitar a los contratistas que los cedieran. La viceministra de Vivienda y Agua Potable, Leyla Rojas, quien estuvo presente en la reunión en la Casa de Huéspedes Ilustres, en la que participaron el Gobernador Joaco Berrío, el alcalde Torres y el interventor Mayron Vergel, dijo que la recomendación del presidente se propuso y los contratistas no estuvieron de acuerdo. La alternativa que queda es liquidar los contratos y entregarlos a las Fuerzas Militares.

Lo quieren, no lo quieren
El Carmen de Bolívar vive hoy en medio de la frustración y la confrontración entre autoridades. Las calles las han roto una y otra vez durante veinte años, a veces para meter tubos y después para reparar los que metieron sin que hubiera corrido una gota de agua. El alcalde cree que se han perdido en todos los acueductos fallidos más de 13 mil millones de pesos y nadie le ha dado garantías de que ahora sí habrá agua. La directora de la SSPD, Eva María Uribe, dice que el alcalde tiene paralizadas las obras al no firmar los otros sí y le sugiere que si tiene pruebas de corrupción o irregularidades que las denuncie, pero que firme para que terminen las obras y poder poner a funcionar el acueducto

La agente especial de la SSPD dice que el alcalde no colabora, que la secretaria de la empresa vive angustiada, pues la casa del alcalde es al lado de las oficinas y no sólo les grita impertinencias, sino que además al parecer de la casa de Torres llueven piedras contra el tejado de la SSPD. El alcalde, dice la agente especial, desinforma, tiene paralizadas las obras y además no escucha. Edén Guzmán, un veedor que ha seguido la construcción del acueducto, dice que por primera vez se puede decir que las obras son de calidad.

Los concejales, quienes han sido duramente criticados por Torres Serra dicen que el alcalde está loco porque envía a sus secretarios a sabotear las sesiones. Hace poco, en la clausura de sesiones tuvo un enfrentamiento verbal con un contratista y se convidaron a los puños. Julio Villarreal, uno de los diez concejales nuevos, dice que el alcalde incita y crea un ambiente violento y además, quiere trabajar solo.

A pocos metros de la alcaldía, los ancianos del pueblo que ven pasar el día hablando largas horas. Dicen que en El Carmen hay gente molesta por la actitud frentera del alcalde, "pero nunca habíamos tenido tanta información sobre el municipio como ahora", dice Pedro Alvárez. Por su parte, Miguel Domíguez, dice que el alcalde es fogoso pero es correcto.
 
Ambos, al preguntarles si creen que el alcalde está loco, dicen: está loco porque no ha dado corbatas ni contratos, está loco porque no cobra el sueldo, está loco porque le ofrecieron plata y no la aceptó, está loco por denunciar obras contratadas y no ejecutadas o mal hechas, está loco por denunciar a los jueces que embargan los dineros de la educación y la salud. Si dicen que está loco por decir la verdad, es mejor un alcalde loco y no uno ladrón.

El 9 de agosto se iba a hacer el Consejo Comunal en El Carmen de Bolívar, pero funcionarios de la Casa de Nariño y los adversarios políticos, en especial los del Partido de la U, según el alcalde, forzaron la realización en San Juan Nepomuceno, un municipio vecino, también en los Montes de María. El alcalde dice que trasladaron el consejo porque si se hubiera hecho en su pueblo hubiera tenido que renunciar el Secretario General de la Presidencia, Bernardo Moreno, por engañar a un pueblo inaugurando hace cinco años un acueducto que nunca ha funcionado. Un día antes del Consejo, el presidente Uribe se reunió con el alcalde Galo Torres en la Casa de Huéspedes Ilustres en Cartagena en compañía del gobernador Joaco Berrío, la viceministra de Agua Potable y el interventor. Allí se expusieron las irregularidades y el presidente reconoció que el alcalde tenía la razón, pero dejaba a los jueces los actos de corrupción denunciados por Torres. 

Así ha sido en los 300 años de vida de este pueblo enclavado en el centro de los Montes de María, donde apareció un loco diciendo unas verdades y lo eligieron alcalde.