Valle del Cauca
“Mal estamos todos, no pasan”: la reprobable agresión contra una ambulancia en medio de las protestas en Cali
A pesar de que el vehículo llevaba un paciente gravemente enfermo de covid-19, vándalos le impidieron el paso a misión médica que iba a una clínica de la capital vallecaucana.
Las protestas en Colombia, en gran medida pacíficas, se tornaron violentas en algunas zonas y momentos puntuales. Lamentablemente, la misión médica se vio afectada directamente por ello y la historia del doctor Ermin Gómez, médico general de La Unión, Valle del Cauca, lo confirma.
Gómez es médico de urgencias y trabaja en el hospital del municipio, por lo que debe hacer traslado de pacientes con bastante frecuencia. De hecho, cuando él y los compañeros con los que iba en la ambulancia fueron víctimas del ataque, llevaban a un paciente con covid-19 grave hacia una clínica de Cali, la capital.
Gómez estaba sentado en el puesto de adelante, debido a que en ese camino se toparon con varios retenes improvisados de personas protestando y no los habían dejado pasar en algunos casos. Por esa razón, en conversación con SEMANA, aseguró que no estaba con el enfermo, para poder explicarles a los manifestantes que llevaba un paciente grave y pedirles que les permitieran el paso a él, al conductor de la ambulancia y a la enfermera que grabó los videos, que son la prueba de lo sucedido.
Después de un trayecto algo accidentado, la ambulancia ya estaba cerca de su destino. Sin embargo, entrando a la capital vallecaucana se topó con el Esmad. Los agentes les señalaron a los trabajadores de la salud que la situación de orden público era tensa, pero que por tratarse de un vehículo de la misión médica, seguramente podrían atravesar el caos sin problemas.
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Sin embargo, pasó todo lo contrario. Cuando el conductor avanzó con el vehículo, para pasar por el retén de la protesta, comenzó la violencia. “Fuimos agredidos sin mediar palabra, sin siquiera verificar si llevábamos un paciente o no. Inmediatamente empezaron a lanzar piedras”, dice Gómez, quien en medio del desespero sacó sus manos por la ventana intentado calmar los ánimos para identificarse como personal de salud. Por fortuna, el conductor tomó la iniciativa de retroceder con velocidad y salir del lugar.
Los tres responsables de la ambulancia sintieron temor, no solo por la agresión, sino por el paciente que se debatía entre la vida y la muerte en medio de los disturbios.
“Mal estamos todos, no pasan, se devuelven”, fue una de las frases que el doctor alcanzó escuchar entre el tumulto que estaba atacando la ambulancia, cuando él trató de explicarles su posición y solicitarles el paso. Esto y todo lo ocurrido hizo que se preguntara muchas cosas sobre su labor, pues recordó todos los sacrificios que él y sus colegas han hecho por salvar la mayor cantidad de vidas a lo largo de la pandemia. Para él, sentir que hay personas que no tienen empatía, que no piensan en los demás, sobre todo cuando están al borde de la muerte, es doloroso.
Con todo, Gómez rechazó los anuncios de la Gobernación del Valle y el Ministerio de Salud de no enviar vacunas al departamento sino hasta el 2 de mayo debido a las protestas, aunque después se revirtió la decisión. Para él, esos anuncios fueron absurdos y sostuvo que no todos los manifestantes son vándalos ni responsables de los hechos delictivos que se presentaron en varios municipios del departamento, especialmente en Cali.
Según el Ministerio de Salud, se presentaron 18 ataques contra la misión médica en los últimos días en Valle del Cauca. Fernando Ruiz, jefe de la cartera, informó que los sitios específicos fueron: Cali, Palmira, Jamundí, La Unión y Villa Rica, en donde 14 ambulancias fueron atacadas, ocasionándoles ruptura de vidrios y carrocería. Además, hubo intentos de quema y cuatro médicos agredidos.