La cumbre de cancilleres de la Unasur no logró un consenso frente a la crisis diplomática entre Colombia y Venezuela. | Foto: EFE

BALANCE

Encuentro de la Unasur: mucho ruido y poca efectividad

Analistas argumentan que el encuentro de cancilleres en la Unasur no sirvió de nada. ¿Se agota la capacidad de encontrar soluciones?

30 de julio de 2010

El encuentro de cancilleres de la Unasur, en Quito, terminó sin una solución consensuada al conflicto diplomático entre Colombia y Venezuela, a pesar de las gestiones del canciller de Ecuador, Ricardo Patiño.

Era de esperarse, pues las delegaciones de los dos países defendieron hasta el final su punto de vista y ninguna estuvo dispuesta a ceder.

Al final, el organismo decidió convocar a una nueva cita, pero ya no con cancilleres, sino con los mandatarios. A ese encuentro acudirá, probablemente, el Presidente Juan Manuel Santos, quien se posesiona el próximo 7 de agosto en la Casa de Nariño.

Pobres resultados

Para la internacionalista de la Universidad de los Andes Sandra Borda, el encuentro de la Unasur arroja dos resultados. El Primero, es que “no se va a avanzar nada en el restablecimiento de las relaciones, hasta que se posesione el próximo Presidente”.

En el mismo sentido el profesor de la Universidad de la Sabana y magister en relaciones internacionales, Javier Cvitanic Oyarzo, dijo que después del 7 de agosto es probable que haya una acercamiento entre de los dos gobiernos.

Sin embargo, Cvitanic señaló que “los dos proyectos (el de Hugo Chávez y el de Santos) son incompatibles, pero hay aspectos básicos, como el futuro común de las relaciones comerciales, que permiten un nivel de entendimiento”.

Y segundo, señaló Borda, lo que ocurrió “en la Unasur es muestra de que el organismo se está agotando”.

En su criterio, “la Unasur se está convirtiendo en una suerte de teatro en el que los países exponen sus diferencias, pero no se acuerdan medidas efectivas para la resolución de conflictos”.

Varios analistas habían advertido que la Unasur, que nació como una iniciativa regional para la cooperación en aspectos políticos, sociales, humanitarios, de seguridad, entre otros, se pondría a prueba este jueves.

Sin embargo, también habían advertido que la convocatoria a una semana de que cambie el gobierno colombiano podría ser inútil y que en esa reunión no pasaría nada nuevo.

“En la región se han creado últimamente muchos mecanismos como el Alba, Mercosur, pero su capacidad de solución es bastante reducida. Falta efectividad a la hora de llegar a consensos”, dijo Cvitanic.

En criterio del analista, si se advierte, en cualquier instancia internacional, que un país está albergando “terroristas” se convierte en un escándalo. Pero, “lo que se vio es que todos hablaron de recomponer las relaciones pero no de tratar de comprobar si lo que está diciendo Colombia es o no cierto”.

Borda, por su parte, consideró que la gira de Maduro, en la que intentó explicar en qué consistía su propuesta de “Paz para Colombia” no le sirvió de mucho.

“Era insostenible la posición de Venezuela, proponer un “Plan de Paz” para otro país es intervencionismo abierto. Era muy difícil que lograra apoyos”, dijo la analista.

Para algunos de los asistentes, la reunión en Quito fue un completo desastre pues “lo único que hicieron fue insultarse entre ellos”, dice una fuente que cita el periodista Gonzalo Ortiz, de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS).

No obstante, para el canciller Patiño el balance fue positivo, “insistimos en que los temas no están solucionados, pero el simple hecho que ellos estén juntos aquí con todos nosotros es un paso importante”, dijo. Sin embargo, él era el anfitrión.

¿Irreconciliables?

El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, como lo había anunciado, insistió este jueves ante las delegaciones asistentes en la necesidad de crear “mecanismos concretos de cooperación y verificación” para evitar la presencia de las Farc en territorio venezolano.

Y Nicolás Maduro, canciller de Venezuela, alegó que lo que debía hacer Colombia era buscar una salida negociada al conflicto, lo que su país ha llamado durante los últimos días “un plan de paz”.

Este viernes en la mañana el canciller Bermúdez hizo su propio balance sobro lo ocurrido el jueves en Quito. En entrevista con Caracol Radio dijo que había quedado muy sorprendido tras la reunión, porque después de haber consensuado una posición con todos los cancilleres, Venezuela “se echó para atrás”.

Reconoció que había llegado escéptico a la cita, “durante toda la discusión, logramos que se metiera y se incluyera (un mecanismo de cooperación y verificación), hubo una declaración prácticamente consensuada por todos”, dijo.

“Encontramos el apoyo de toda la región en ese sentido, incluso de Venezuela, pero cuando hizo consultas, seguramente a Caracas, al final eso se dañó”, agregó.

Bermúdez dijo que Colombia tiene que insistir en la búsqueda de ese mecanismo para encontrar la cooperación de la región en el combate al “narcotráfico y el terrorismo”, a los que calificó como sus únicos enemigos.

Sin embargo, el canciller Maduro tuvo una opinión distinta de lo ocurrido. Al término del encuentro de cancilleres dijo que Bermúdez se despidió de la Unasur mintiendo.

Se refirió al hecho de que el canciller colombiano hubiera dicho que por culpa de Venezuela no se hubiera aprobado una resolución. Argumentó que el organismo multilateral no contempló entre sus objetivos emitir un pronunciamiento oficial.

Además de descalificar la presentación del Canciller colombiano en Quito, adujo que “Bermúdez estuvo toda la reunión saltando, con los ojos brotados, como cuando se le muestra el crucifijo a un poseído por el diablo, cada vez que se le hablaba de paz”.

Maduro dijo durante la reunión que desde Colombia se planeaba un ataque a territorio venezolano. Sin embargo, Bermúdez este viernes dijo que las demás delegaciones no le dieron crédito a esas denuncias.

La Unasur se sometió a prueba y terminó desgastada. De esta manera las relaciones quedaron otra vez en tablas, por lo menos hasta el 7 de agosto.